Behind The Mirror

Él me mantiene acá

El me mantiene acá, adelante mio hay un espejo, atrás mio una cama con su mesa de luz y una lampara. Tengo sueño, pero todavía no estoy listo para dormir; Prender la luz es inútil, solo haría que me alegre un poco; No me gusta como me veo, o igual si, francamente no lo sé. Abajo del cuadro, aunque solo llevo acá hace poco, esta una foto de ella, no voy a volver.

Voy a caminar hacia la puerta que esta al lado mio, exactamente, cerrado. Comer ni beber es necesidad, mucho menos orinar o defecar. Los colores de la habitación no me gustan: verde en el remarco de la ventana, celeste en la pared, madera en el suelo y una puerta blanca.

SINCERAMENTE...

Nadie me quiere...

NO SOY NADIE...

Estoy incomodo...

Mejor me fijo en la ventana, igual y veo algo bueno. Se ven montañas, el pasto es de un verde muy llamativo, surrealista. No se el tiempo, solo se que estoy acá, encerrado por el. Una silueta se deja ver, una persona quemada y deforme, triste y que con solo verlo te deprime. Cuando no la veo, siento que desaparece pero por alguna razón vuelvo a ver. Es alto, sus piernas son muy largas y sus brazos son un poco más corto. Adopta una pose de piernas dobladas como una rana, me recuerda a lo bello que era ir de niño a hacer cosas.

*Tinnnn*

Suena el timbre y me acerco a la puerta, no se puede abrir, abajo mio hay un reloj de pared. Se ve viejo, gastado, sus dueños igual no lo querían; Mejor colgarlo.

Me doy la vuelta hacia la ventana y todo se oscureció. Poco a poco algo pegajoso y de mal olor cubre la habitación de un color negro deprimente.

Entre toda la variabilidad básica de colores, algo se presenta en la ventana, probablemente es eso que se veía de lejos. Tiene ojos rojos ahora y una sonrisa un tanto perturbadora, mete una de sus patas a la habitación e intenta encontrarme con esta. Su intento es fallido, pero ahora mete el torso y su cabeza. Sus ojos son retorcidos, su boca resalta por sus dientes, filosos pero con una apariencia cuadrada. La cosa me dice que me va a dejar salir, me acerco a la puerta para abrirla y se ríe de mi mientras me llama inútil repetidas veces. Dejar de sentir las piernas no es normal, me falta una pierna.

Tok!

Como si nada hubiese pasado, tengo pierna y estoy mirando a la ventana, en los pocos segundos que se deja ver por ultima vez en el día, la silueta parece agradable; Me quiere persuadir. Desaparece y de pronto es de noche, abrazar mi almohada me recompone pero no deseo hacerlo, no vale la pena. Mientras cierro los ojos veo el espejo y esta habitación me sofoca. Las sabanas son calientes pero ya deje de sentirme así hace mucho, ahora solamente queda el frío.



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En el texto hay: depresion

Editado: 15.09.2019

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