Han golpeado las venas con una fuerza magistral de poder.
La conciencia se configuró en una ráfaga de sol alentando a la lumbre de las entrañas explotar en genio rector. La inspiración velando la brisa de primavera, otorgando decencia, purgatorio, piezas de paraíso y naufragio consolador.
A pesar del cansancio húmedo, las telas delgadas dueñas de los cuerpos y libertadoras de almas
aún con el desenfreno de las pestañas teñidas
hay motivos para vivirte. Filtrarse entre tus huellas.
En plena luz de marte, encendida y radiante; a plena factura del olor a asfalto caliente, elevaré mi espíritu y cesaré la tristeza.