Bésame

Capítulo 3

Caminé lo más rápido posible para llegar donde él. Aunque no quisiera él era mí unica opción para no estar en autobús, oliendo el sudor y aguantando los estornudos de extraños.

Estaba distraído mirando su teléfono con los brazos apoyado sobre el techo de su auto que no se percató de mí presencia. Aprovechando que está distraído decido examinarlo, viste una chamarra negra que está arrollada hasta sus codos, pantalones jeans del mismo color y unos tenis, desde que lo conozco por primera vez veo que se ha tomado la molestía de peinarse, normalmente anda con el cabello todo revuelto.  Doy una palmada al capo, ante el sonido se sobresaltó y su ceño se frunció, pero cuando me vió se relajo.

— Necesito que me lleves— Fui directo al punto.

Sonrió y guardo su teléfono, rodeo el auto hasta que quedó frente a mí. Me escaneó por completo, cruzó sus brazos sobre su pecho y sonrió aún más.

— ¿Dónde es el concierto? — hablo con burla.

Lo mire de mala gana, no podía creer que se estuviera haciendo la burla de mí vestimenta.

Aprovechando que solo el lunes debíamos usar uniforme, había decidido vestir algo de lo que compré ayer, en pocas palabras hoy vestía una polera roja que me llegaba debajo del ombligo, un shorts negro con un cinturón del mismo color, mis mayas de red y unos botines.

— ¿Dónde es el entierro? — Pregunte con el mismo tono, si él se metía con mí estilo yo también me voy a burlar del suyo.

— No lo sé, tú dime — Su tono era juguetón.

Comprendí a lo que se refería, detestaba que hiciera ese tipo de comentarios con doble sentido, se supone que soy su amiga, no una de esas cabezas huecas con las que se acuesta.

Hice una mueca de asco, levanté mí rostro y empecé a caminar lejos de él, prefiero irme caminando a aguantar sus comentarios sexuales. Enseguida escuche sus pasos detrás mío y en un segundo ya se encontraba delante de mí obstruyendo mí camino.

Evite mirarlo mientras intentaba buscar por donde pasar, pero era imposible, él era más rápido y lograba bloquear por donde quería irme.

— No te enojes, Liv. Te llevaré — Dejé de intentar huir y esta vez lo miré.— Pero quiero algo a cambio. Bésame.

— No —Dije lentamente.

— Será un beso corto — Intento acercar su rostro pero dí dos pasos hacía atrás.

— N - O, no. Ayer te salvé de que un loco te volará las bolas de un disparo, si no me llevas a la escuela te olvidas de mí existencia, Adam Clark. — Digo completamente molesta.

Levanta ambas manos en señal de rendición y luego me hace una seña con su cabeza para que suba. Por primera vez hago caso a lo que me pide y subo al auto.

Acomodé mí mochila sobre mis piernas y comencé a mirar por la ventana. Adam encendió el motor, pero no ponía el auto en marcha. Me giré para saber la razón por la cual aún no nos movíamos, él estaba de brazos cruzados mirándome fijamente. Mí ceño se frunció, ¿Y a este qué le sucede?, ¿Se habrá olvidado de cómo manejar?.

— ¿Qué? — Pregunte seca.

— No avanzaremos hasta que no te coloques el cinturón de seguridad — Ignore sus palabras y miré al frente, detesto el cinturón de seguridad, me siento asfixiada cuando lo utilizo.

Lo escuché resoplar, el asiento resonó y con la esquina del ojo pude ver que estaba inclinándose, pronto su rostro quedó frente al mío, a poco centímetros. Su cercanía no me incomodaba, ni me ponía nerviosa, su mirada se posó en mis labios y lo vi tragar con fuerza.

¡Si te besa lo vas a castrar!.

Claro que sí, conciencia.

Estiró su brazo derecho y jaló el cinturón hasta que logró asegurarlo.

— ¿Se supone qué ahora me sonrojo por qué has tenido un gesto tierno conmigo? — Pregunto a lo que él sonríe.

Vuelve a su lugar y se coloca el cinturón, me comienzo a remover incómoda debido a que me siento atrapada, siempre he detestado está cosa. Adam pone el auto en marcha y yo decido evitar todo tipo de conversación con él.

El trayecto estuvo en silencio, solo se escuchaba I'm not the only one de Sam Smith que se reproducía por los parlantes. Por suerte la escuela solo encontraba a diez minutos de dónde vivíamos, y el camino se sentía corto en auto.

— ¿Irás hoy...?

— ¡Frena!— Grité, interrumpiendo sus palabras. Me hizo caso y freno de golpe haciendo que mí cabeza por poco se salude con el parabrisas, después de todo el cinturón de seguridad no es tan malo.

Sus manos se aferraban con fuerza al volante y su mirada era de confusión. — ¿Qué sucede?

Me quite el cinturón de seguridad

— En realidad nada, solo no quiero que me vean llegar contigo — Acomodé mí mochila y abrí la puerta.

— ¿Prefieres caminar una cuadra solo para que no te vean conmigo? — Pregunto, confundido y a la vez divertido.

— Haría cualquier cosa para que no me relacionen contigo — Baje del auto y cerré la puerta.

💋💋💋💋
 


 

Guardé los libros que ya no necesitaría y saqué los de la siguiente clase. Sophie se encontraba parada detrás de mí contándome lo maravilloso que era el muchacho del restaurante, al parecer tengo un buen don de cupido, debería empezar mí propio negocio, tal vez deba crear un lema.
 


 

¿Tienes la casa sola pero estás más solo que la casa?
 


 

¡No te preocupes!, ¡Olivia va a encontrar a tu pareja ideal!. Las noches con Manuela o Manuel se han terminado, pequeñ@ desesperad@.
 


 

Sí, me gusta, en definitiva lo usaré si hago este trabajo. Cerré mí casillero y me giré para quedar frente a Sophie, sus ojos brillaban cada vez más mientras hablaba del tal José alias trasero grande.
 


 

— Fue fantástico — Suspiró de  manera exagerada. 
 


 

Reí ante su comportamiento, ¿Realmente alguien te puede tener así, tan boba, tan soñadora, tan... Tan estúpida?. No lo sé, pero parece que sí.
 


 

— Me alegro por ti — Rodeé sus hombros con mí brazo y comenzamos a caminar entre el montón de estudiantes — ¿Escuchaste de la fiesta de hoy? — Ella asiente — Busca tú mejor ropa porque iremos.
 




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