—¿Trabajo en equipo? — se murmura Jay incrédula y horrorizada al escuchar a su profesor informar sobre un trabajo en grupo con el compañero de al lado.
—Asi es enana — se voltea su compañero quien solo alcanzó a escuchar la palabra 'trabajo en grupo'. En su atractivo rostro se dibujó una sonrisa burlona al mencionar el apodo y al afirma el trabajo en grupo que sabia que a ella le molestaba.
Jay puso los ojos en blanco para mirar a su compañero quien sostenía su rostro con la palma de su mano, su codo apoyado en el pupitre y mirandola con esa sonrisa burlona, como si molestarla le divirtiera.
—No me llames enana — le reprocha Jay mirándolo como si quisiera cocerle esa sonrisa encantadora que odia.
—¿Iras a mi casa o a la tuya, enana?
—A la mía — refunfuñó la castaña rodando los ojos.
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El timbre sonó y Jay camino hacia la puerta para abrirle al chico rubio que tanto detestaba.
—Hola enana
— Hola — le devuelve el saludo al chico mas alto que ella sabiendo que no tiene caso corregirle aquel humillante apodo — pasa.
El chico obedece y entra al apartamento hechandole un vistazo al lugar. Las paredes y piso son blancas, la sala era pequeña con adornos en su mayoría artesanal, tenia ese aire antiguo pero moderno.
—Lindo apartamento, ¿vives sola? — pregunta Jimin sin quitarle la vista a la sala hasta que su vista queda fija en una foto puesta en una mesita de noche, el marco era artesanal y en el centro había una niña de mínimo doce y a su lados una pareja sonriente.
—No, mis padres casi siempre estan fuera de casa — responde perezosamente Jay — ¿traíste los apuntes?
—¿Apuntes? — pregunta el chico extrañado quitando la vista de la foto y luego mira a la chica quien lo mira incrédula — yo no tomo apuntes — dice él con obviedad.
La chica rueda los ojos, se lo esperaba pero tenia la esperanza de que no fuera así.
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El rubio levanta la mirada de su libreta prestada en donde se supone que escribiria un resumen del trabajo —el cuál no hizo— y mira a la chica quien se encuentra concentrada subrayando textos para estudiar los dos. Jimin reposa su mejilla en su palma mirando a Jay.
—Esperaba que fueras aburrida, pero no tanto — comenta el chico divertido logrando que Jay suspire intentando contener sus ganas de lanzarse hacia él y ahorcarlo.
—¿Terminaste el resumen? — pregunta ella sabiendo que la respuesta es no y con el único objetivo de hacer que no la empiece a molestar.
Él abre la boca intentando formular una excusa valible sin éxito, Jay sonríe victoriosa mientras vuelve su vista al libro de largos párrafos, sin embargo, eso no es suficiente para detener al chico.
—Tengo hambre — suelta Jimin volviendo su vista hacia Jay ansioso de comida, Jay levanta la mirada con un rostro de frustración.
—¿Es enserio?
Él asiente como un niño pequeño y la chica rueda los ojos. Recordó que su madre le había avisado que tenia ramen de cena y algunas frutas por si quería, así que se levantó a regañadientes hacia la cocina a poner el agua para preparar el ramen y el chico sonrió victorioso.
—¿Ahora si terminarás el resumen? — pregunta Jay una vez mira como el chico frente a ella termina el tazón de ramen y lo deja a un lado.
—Lo Intentaré — responde este para luego sonreír — gracias enana.
Jay asiente en respuesta y los dos siguen con el trabajo, o al menos Jimin intenta seguir el trabajo.