Entrando al estacionamiento del instituto busco un lugar donde poderme estacionar, este instituto tiene más alumnos con autos que mi antiguo instituto, después de buscar un lugar para estacionar y al fin encontrarlo me dirijo a la dirección por mi horario.
-Buenos días - digo con un tono dulce a nadie le gusta que le hablen mal en la mañana
-Buen día ¿Qué se te ofrece? - Wow esta anda mal –
- Soy de cambio y vine por mi horario.
-Claro que si ¿Cómo te llamas?
-Nathaly Tomson.
–Bien aquí esta, suerte y que disfrutes la estancia en este instituto.
-Gracias. -Salgo de la oficina de la secretaria y veo mi horario Economía, administración de empresas, repostería, lenguas, Ética, actividad física, calculo, vaya que estaré ocupada, me dirijo a mi primer clase administración de empresas, todo el salón esta casi lleno solo por 4 asientos, me decido por uno que esta en la ventana, al sentarme desvió mi mirada hacia afuera para distraerme en lo que comienza la clase, cuando notó que todo el salón se quede en total silencio pienso que tal vez el profesor ya habrá entrado y puesto actividad cuando volteo veo que todos las miradas están sobre mi, si tal vez por que eres nueva Nat, ese pensamiento se esfumo prácticamente al instante que llego, mi visto choco con un chico de bastante altura.
-Disculpa este es mi asiento. - me dice el chico alto, fuerte con unos tatuajes, tomando mi mochila ¡oh no! con Nathaly nadie se mete.
-Disculpa por haya hay otros 3 lugares - señaló con la barbilla y tomo mi mochila. – no creo que tengas algún problema en ir a sentarte ¿verdad?- me felicitó internamente.
–Tu...- es interrumpido por una voz.
–Wiliams, Tomson ¿Algún problema?
–No. –contesto.
–Si.– el me contradice.
-Wiliams vete a sentar. -me río por lo que acaba de pasar, me siento de nuevo en mi lugar volteo a ver al chico de tatuajes.
-Me las pagarás - sus labios se movieron pero no emitió ningún sonido, solo le dedico una sonrisa cínica oh no con migo no podrás.
En algunas ocasiones me gusta la nueva Nat que he creado, pero en ocasiones no, las inseguridades siempre se terminan apoderando de mi de una u otra forma. Aunque la nueva Nat se defiende cuando lo necesita, o más bien cuando mi escudo se siente atacado, pero en algunas cosas aún soy la Nat que se intimida cuando se trata sobre su cuerpo, sobre el como vestirse, para ser sincera este método de cambiarme de escuela para poder superar poco a poco lo que me paso hace unos años esta resultando bien, aquí nadie murmulla por lo bajo cuando me encuentran en los pasillos, nadie me da sus miradas cargadas de pena he interrogación, en pocas palabras nadie aquí me conoce, al menos eso es lo que yo creía.
La clase nunca se me había echo tan pesada hasta que el tatuado constantemente me distraía, molestando aventandome bolitas de papel, para ser sincera me había echo la clase menos aburrida los números nunca han sido mi fuerte, aunque para mi carrera se necesitan mucho los números ¿irónico no?, lo que menos nos gusta es lo que más necesitamos en nuestra vida. Al sonar la campana todos tomaron sus cosas para salir del salón al igual que yo, pero su voz me detuvo.
–¡Oye tu! – escuche detrás de mi.
–¿Qué quieres? -mantuve mi vista hacia el frente y no me moví.-
–Para la próxima no te sientes en mi lugar, ¿de acuerdo? – el tatuado choco su hombro con el mío al pasar para salir del salón.