Entramos en el auditorio, el cual estaba repleta de personas, solamente estaba libre la primera fila, acaso no es eso algo hermoso (por favor, nótese el sarcasmo), por lo cual me vi obligada a sentarme allí ¿Saben lo estresante que es el sentarse al frente? Todos, absolutamente todos te ven, no puedes ni acomodarte el cabello sin que alguien lo note ¡¡fantástico!!
- Gracias a todos por venir, sé que normalmente esto, no se acostumbra - habla un hombre de mediana edad, altura como de 1,85 metros, se encuentra en forma y bien conservado para su edad, la cual no pasa de unos 30 a 35 años - La razón de reunir aquí hoy, es por el nuevo ingreso de 3 grandes estudiantes, que se unen al grupo 5 de nuestra preparatoria...
Al terminar de pronunciar esas palabras, se empiezan a escuchar murmullos de asombros y desconcierto entre la audiencia, haciendo que todo se salga de control y que no pueda el hombre continuar hablando.
- ¿Por qué tanto alboroto? Ni que fuera fin del mundo - murmura por lo bajo Sof.
Es cierto, no es el fin de la humanidad, pero, tal parece, para ellos es como si lo fuera; apenas y escucho lo que dice el ¿Director? ¿Profesor? Ya perdí la pista, ni siquiera recuerdo si dijo su nombre o no, tendré que preguntarle a Sebastian, tengo el presentimiento de que lo necesitare después.
- ¡¡Silencio!! - exclama el hombre (del cual aún no se su nombre), mientras lo llamaremos Stith - Como venía diciendo, tenemos 3 nuevos estudiantes, Damian Ferrer - menciona, mientras señala donde se encuentra y le hace una seña de que se levante - Sofía Baker - Stith le hace la misma seña e inmediatamente que mi melliza obedece, se escuchan piropos de todo tipo... ¡puaj! Adolescentes hormonales - y Elizabeth Baker.
No es necesario mirarlo, para saber que quiere que me levante, pero a diferencia de mi melliza, lo que recibo es silencio, el cual se expande por toda la sala, un poco terrorífico, lo único que hago es observar a mis admiradores con frialdad, ni siquiera me molesto en forzar una sonrisa (ya estoy acostumbrada, así era en nuestro antiguo colegio); barro con la mirada todo el lugar, hasta que algo llama mi atención, no es un chico si eso pensáis, lo que atrajo mi atención fueron dos asientos vacíos al final de las gradas, que se encuentran justo al frente de mí. ¡¡Se están burlando de mí, acaso esos miserables puestos estuvieron todo este tiempo ahí!!
Y antes de que siga despotricando en contra de lo injusto que es, escucho el sonido de las puertas abrirse, aunque aún no puedo dejar de mirar los malditos asientos.
- Disculpe Director Campbell, es que se nos hizo tarde - puedo escuchar la voz masculina con la peor excusa, que he escuchado en mi vida, es más aceptable no sé, que se murió su gato o que el auto se descompuso ¡yo que sé, cualquier cosa menos esa!
- ¿En serio, Black? Esperaba una excusa mejor de usted - responde Stith, que ahora sé que se apellida Campbell y es el director... gracias Black - Y usted que me dice Müller ¿alguna excusa, que valga la pena oír?
Se escuchan risa de fondo, intentando ser discretas, digo intentando porque sus risas se escuchan hasta en Júpiter. Por fin, puedo despegar la vista de aquellos asientos y fijarla en esos hijos de Snow, que interrumpieron mi hermoso discurso de insultos dirigidos a esos asientos de porquería. Observo con determinación, al que supongo que es Müller, con una sonrisa burlona dirigida a Black negando con la cabeza, sin borrar esa hermo... ridícula sonrisa; no puedo detallar bien su rostro ya que tiene una capucha que me tapa casi completa la visibilidad, aunque al parecer nota mi mirada sobre él, porque levanta la vista clavando sus ojos azul grisáceos en mí. Podía sentir, como cada parte de mi cuerpo era examinada sin ningún disimulo por él, haciéndome sentir vulnerable como si estuviera desnuda, como si con una mirada suya pudiera saber mi pasado y futuro, lo cual me desconcertaba e incomodaba en sobremanera.
Al parecer Damian noto mi incomodidad, ya que se acercó a mí y paso uno de sus brazos por mis hombros de manera protectora, devolviéndome esa seguridad inquebrantable, a pesar que mi incomodidad no se iba del todo.
Nota mental: no dejar que ojos lindos me vuelva a descolocar.
Con disimulo aparto la mirada de aquel chico y la poso en mi mejor amigo, el cual me regala una sonrisa cálida y juguetona la cual devuelvo sin dudarlo. Dejo de sentir esos ojos penetrantes en mí, me volteo a verlo y me lo encuentro esta vez examinando a Damian, más concretamente el agarre de mi amigo, de manera despectiva le echa una mirada rápida, deteniéndose en el agarre unos segundos demás. Gracias al director "Stith" Campbell, el cual los regaño y los mando a sentar en los malditos asientos que estaban al frente de mí. ¿Qué? Pensaron que ahora que se su apellido, lo dejaría de llamar Stith... Ja, como se nota que no me conocen.
Después de que retomara su discurso y que nos recordara las estúpidas reglas, que estoy un 80% segura que la mayoría no obedece, les ordena a todos salir, excepto a los estudiantes pertenecientes al grupo 5.
- Bueno chicos, sé que ustedes no van a respetar la mayoría, por no decir todas las reglas - dice Stith a lo que la mayoría ríe y asiente de acuerdo con sus palabras - Solo no hagan cosas que haga peligrar la integridad psicología del personal, sobre todo la mía.