Beutiful trauma

La entrada

-vistete ,debemos irnos -
 


 

Despierto exaltada al escuchar a alguien hablar en mi habitación y sentir que algo cae sobre los pies de la cama .
Veo a el maldito ruso , como era su nombre ....
A si boris . Se encuentra parado a un lado , chaqueta de cuero jeans ajustados y blusa blanca al cuerpo, igual que la noche anterior. intento parecer relajada ante el echo de que un desconocido entro en mi cuarto sin que me diese cuenta .-¿haremos algo hoy ?-
 


 

Dije aun despabilando mi cuerpo .
 


 

-vistete -
 


 

Cojo la ropa que ha puesto sobre mi cama .una blusa rosa unos jeans desgastados y unas texanas que compre con mi primer cobro. Me visto , sin pudor ya que he estado desnuda frente a infinidad de hombres antes en mi vida pero el sale de la habitación.
Also mi pelo en una coleta y me encuentro con el en mi cocina husmiando mis reservas en el refrigerador.
 


 

- no se en que problemas te hablas metido pero se lo que intentas hacer-Dice sin siquiera voltear.
 


 

-y que intento hacer ?- respondo desafiante .
 


 

Voltea y se dirige hacia mi como un toro en una estampida, acorrala mi cuerpo sobre la columna de detras, y coloca su brazo sobre el, a la altura de mi rostro , su respiracion se nota algo agitada pero su rostro no muestra absolutamente un solo rasgo .
 


 

-intentas agradarle a mi padre , pero en el momento que te vuelvas valiosa para el, en cuanto se interese por ti,sera mas difícil para ti salirte .asi que ten cuidado- Se aleja y va camino a la salida, pero antes de que logre estar fuera le respondo .
 


 

-¿y que se supone que haga?- esperando un sincero consejo .
 


 

-haz las cosas pequeñas cuando te las pide, no te esfuerces , se aburrira de ti facilmente-
 


 

Lo mire atentamente pero no se me ha pasado nada por la mente para responder , asi que solo camino hacia el estacionamiento junto al el, subimos a una camioneta de carga , mercedes benz blanca .
 


 

Nos diriginos hacia el otro lado de la cuidad , sin siquiera dirigir una palabra. 
frenamos frente a una floreria, vladimir baja sus gafas al ver a un hombre algo mayor, cabello blanco y ropa algo gastada regando unas hermosas orquideas , que al verlo deja las flores y se dirije dentro del comercio.
 


 

-quien es el hombre de la manguera?-
El me mira sin decir nada.
 


-le acabas de hacer una señal-
-es nuestros , si alguna vez lo ves regando sus plantas y no entra cuando llego , sigue andando -

Asiento mientras mira su reloj algo apresurado .

-ese es nuestro comprador -Dice apuntando con su dedo indice hacia un hombre en la calle contigua.

Arranca el motor y nos dirigimos hacia la parte trasera de la tienda .
Estamos a punto de bajar pero se frena en seco y pregunta.-que haces?-

-quiero conocerlo-

-No, no quieres conocerlo-
-si ve tu cara te conocera y sabra que tu lo conoces. ves como funciona?-

-si se demaciado soy indispensable , si se poco soy desechable-

-no has escuchado nada de lo que dije verdad-

Ambos quedamos viendonos unos segundos a los ojos y luego de bufar baja del carro y imito sus movimientos .

Nos dirigimos hacia el sujeto .

-Rodríguez- se acerca boris y tiende su mano.

El tal Rodríguez me mira con desconfianza .-¿quien es ella?- le reprocha .
-es nueva.trabaja conmigo-
-no me gusta lo nuevo,boris .me gustan las caras conocidas -

-si tienes algun problema con ella hablalo con mi padre, yo puedo ir a vender todo esto en otro sitio-

El sujeto clava sus ojos sobre mi y aunque tiene una mirada atemorizante clavo mi vista en la suya hasta que el habla.
-bien.¿te haces responsable por ella?-

Boris suspira y nos dirigimos hacia adentro.

-aqui manten tu boca cerrada- se lo veia algo serio.

Ya dentro nos esperaban otros tres sujetos .

Los contrabandistas españoles se diferenciaban por poco a los de juarez , había más tipos claros de pelo y piel, y mezclaban palabras inglesas con su acento andaluz. En lo demás salían cortados por el mismo patrón: cadenas de oro al cuello con 
crucifijos, medallas de la Virgen o la inevitable efigie de Camarón. Camisetas heavy metal, chándals caros, zapatos y pantalones de buenas marcas con fajos de billetes en un bolsillo trasero y el bulto de la navaja en el otro. Raza dura, tan peligrosa a ratos como la mia. Nada que perder y mucho por ganar.

Mientras boris bajaba la primer caja del camion , algo me sabia a raro, uno de sus hombres se notaba algo nervioso .
Acabo de abrir la caja y puso un saco de cocaina sobre la mesa para el tal Rodríguez.
El se sentó clavo su navaja sobre el paquete y dirigió el dedo menique hacia su nariz dando un largo pelicanazo.

Luego le hizo la prueva de sustancias para ver su pureza y al ver el azul ambar dentro del frasco nos miro fijamente .

En ese momento fue el pie para que boris hablara.
-90% pura , como lo prometi, alli hay cien kilos, dejanos controlar el dinero y nos iremos-
El muchacho nervioso pone el maletin sobre el escritorio, boris lo abre toma algunos fajos y separa unos cuantos billetes para ver a contraluz y los observa.
Quiza el se cosmentraba en los billetes y no notaba el comportamiento del muchacho, quiza yo estaba algo paranoica pero no podia dejar de inquietarme como tronaba su cuello de un lado hacia otro.

-bien cerremos el trato-
-descarguemos - ordena Rodriguez .
Todos salen de la habitación excepto boris y yo.
Justo antes de que termine de cerrar la valija mi inquietud me llevo a hacer una locura -espera-
-dejame ver el dinero-



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En el texto hay: narcotrafico, amor, violencia

Editado: 03.07.2019

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