Capítulo 23: Abismo

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Una joven de orbes azul metálico se encontraba caminando entre las gélidas calles de Moscú, su andar era  lento y pesado.Tenia varias horas deambulando por la ciudad, podía sentir la helada brisa impactar con fuerza sobre su rostro. Sin embargo, esto no parecía importarle.

Necesitaba estar lejos de la abadía.

Durante el largo trayecto, la peliblanca permaneció absorta en sus pensamientos. Aún recordaba lo ocurrido con Valkov.

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••••|Flash Back|••••

— Qué es esto? — preguntó observabando con desconfianza el sobre que aquel lúgubre hombre de hebras púrpura había colocado sobre el escritorio.  

— Abrelo, Kel.

Una malévola sonrisa se formó en el rostro del mayor al percatarse de expresión de la joven, quien sostenía entre sus  manos la fotografía de 5 cuerpos ensangrentados.

— Eh cumplido con mi parte del trato, Knightley. 
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Valkov había sacado del camino a aquellos hombres que tanto la perturbaban. Mentiría si dijera que no sintió placer al ver la confirmación de su deceso plasmada en aquellas fotografías. Sin embargo, estaba lejos de sentir tranquilidad. Conocía a Valkov, sabía que aquellas fotografías más que una prueba eran un recordatorio para ella: "Tal como me deshice de ellos puedo hacer lo mismo contigo".

— Maldito Boris. — masculla con odio.

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ABADÍA VALKOV

Dentro de una lúgubre habitación monitoreada por los hombres de Valkov, un pelirrojo de orbes ártico se encontraba entrenando con su bestia bit, había logrado invocar a una gran cantidad para destrozar los obstáculos a su paso.

«— Nivel 5: Unificación — sentencia Valkov»

El ruso asiente, era el momento de unir aquel poder en un solo ataque.

— Maremoto! — dijo invocando a una imponente Sirena para destruir los blades que se acercaban a él. Sin embargo, durante la batalla no pudo mantener el control de aquel devastador maremoto, provocando una explosión de energía que terminó por expulsarlo bruscamente sobre el pavimento.

«— Esto no a terminado, Ivanov — dijo con enfado Valkov — Biovolt no acepta errores»

— Sí, señor — masculló incorporándose con dificultad.

Aún no podía usar a Serenity  para unificar el poder de las bestias bit dentro de su blade.

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Aquella bestia bit se resistía.

Pequeñas escenas venían a su mente sobre lo ocurrido con la ojiazul. Ignoraba por qué la había besado, pero aquello le dio una agradable sensación. Sin embargo, su reacción al apartado lo hizo reaccionar.

«—No significa nada— dijo el ruso antes de marcharse»

Aquella chica lo revolucionaba.

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Aria Tornatore

Lo inquietaba.

Despertaba en él una extraña ambivalencia. Por esa razón últimamente había rechazado  vigilarla delegando aquella función a Spencer.

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HOTEL LEPRANGE

En una pequeña sala de estar los europeos se encontraban  aconsejando a los Bladebreakers sobre el orden del equipo. Lo extraño era que no estaban completos, aquella mañana el bicolor no se encontraba en la habitación.

— Dónde está Kai? — pregunta Oliver

— Aún no ha vuelto. — responde el de lentes señalando una nota en la mesa, en ella el bicolor aducía que necesitaba entrenar por su cuenta.

— Se supone que somos un equipo — regaña el de gorra

— Debe tener sus motivos,Tyson — defiende Max — Espero que regrese pronto.

— De cualquier forma es mejor que se ajusten a esta estrategia — sentencia el alemán señalando una hoja donde iban formando el posible orden de Valkov — Kai es su mejor opción para una victoria temprana.

— Conoce el estilo de juego de los Demolition Boys, eso les dará tiempo de estudiar sus movimientos — secunda el escocés.

Por otra parte, Enrique se mantenía asutente de la conversación, parecía absorto en sus pensamientos. Se suponía que era la futura cabeza de la familia Tornatore. Su deber era proteger a su Clan. Sin embargo, había fallado al permitir que los Demolition Boys capturaran a su hermana, reconocerlo era un duro golpe a su ego. Por ahora únicamente le restaba confiar en los Bladebreakers.

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ABADÍA VALKOV