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Abadía Valkov
Una explosión se había producido en el interior de aquel lúgubre recinto, el cual ahora se encontraba sepultado en la más profunda oscuridad. La peliblanca había logrado destrozar el generador de energía.
— Debemos restablecer el sistema.
— Pagarás tu traición, Knightley! — exclama iracundo Valkov
— Qué hacemos señor? — pregunta un encapuchado refiriendo a la joven
— Cierrenle el paso! — ordena con enfado — que no llegue a los calabozos.
— A la orden señor —responde haciendo un saludo firme
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Abadia — Zona Este
El bicolor y el escocés habían logrado infiltrarse sin problema dentro de aquel oscuro túnel, sólo el escaso fuego de las antorchas lograba iluminar tenuemente el camino de ambos chicos. Por momentos el semblante del europeo denotaba inquietud. Cada rincón, cada camino de aquel lúgubre edificio le resultaba sumamente perturbador.

A medida que se adentraban en aquella siniestra abadía, la inquietud del europeo se acentuaba.
La ojiazul estaría bien?
Debía saberlo...
— Por aquí. — dijo Kai
Aún recordaba como horas atrás el bicolor había bloqueado abruptamente su camino cuando se dirigía a su habitación, por lo que en ese momento no pudo evitar observarlo de manera retadora.
Qué pretendía el proletario?
Antes que pudiera proferir algún comentario despectivo, fue detenido por el bicolor quien lo corta aduciendo que debía ir con él a la abadía.
"Iremos por ella"
Hiwatari tenía un plan.
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Un descabellado plan.
••••• | Flash Back |•••••
El escocés parecía alterado, sin duda el bicolor no podía estar hablando en serio.
— Estas demente!— espeta — No puedes confiar en la espía de Valkov.
— Quieres sacarla de ese lugar o no? — preguntó con enfado. No lo atraía la idea de ir con el escocés. Sin embargo, al tener ambos elemento fuego eran más fuertes.
— Bien... — aceptó al percatarse del semblante decidido del bicolor, era obvio que iría con o sin él.
— Andando.
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— Alerta intrusos!
Aquello llamó la atención de ambos chicos.
— Maldición...— susurra Kai
— Esto estaba dentro de tus planes? — cuestiona con burla el escocés recibiendo una sonrisa arrogante por parte del bicolor quien se limita a sacar su blade.
Tendrían que luchar.
— Vamos Dranzer! — exclamó
— Salamalyon! — secundó el escocés al ver como eran rodeados por aquellos chicos de gélidas miradas.
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En el extremo de una oscura celda, la ojiazul permanecía con la mirada pérdida sobre un pequeño blade turquesa, el cual había recibido bastante daño.
— Serenity... — susurró con tristeza
Era doloroso ver el centro vacío de su bestia bit.
«— Ahora su sirena pertenece a Biovolt — se jactó Valkov»
Perder a Serenity había sido un duro golpe para la ojiazul quién desde entonces no se había permitido quebrarse. Sin embargo, ignoraba cuanto tiempo podría continuar, estaba preocupada por su bestia bit. Había escuchado por aquel corpulento rubio de orbes celeste que estaban experimentando con su bestia bit, pensar en aquello la afectaba.
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Serenity se resistía.
— Espero que no estés cómoda.
Aquella voz llamó la atención de la ojiazul, quien no pudo evitar dirigir sus profundas orbes cielo hacia la entrada de su celda.
— Kel...— susurra con sorpresa
Ignoraba lo que sucedía pero a juzgar por la capa de custodio que portaba debía tratarse de un asunto serio. Algo grande estaba sucediendo en la abadía.
— Qué ocurre? — preguntó la ojiazul
— Te sacaré de aquí. — dijo abriendo la celda donde yacía cautiva.
La europea no pudo evitar observarla interrogante, después de todo fue la peliblanca quien en un inicio la había confinado en aquella prisión.
Por qué el abrupto cambio?
— Andando — dijo al abrir la celda. Sin embargo, la rubia no se movió, parecía analizar con cautela las intenciones de la peliblanca.
— Si dudas de mí, confía en el engreído de Hiwatari. — añadió esbozando una sonrisa arrogante — Es su idea.
"Es diferente al resto de los Demolition Boys"
Las palabras del bicolor venían a su mente, en verdad parecía confiar en la joven de orbes azul metálico.
— Ya veo — dijo saliendo de aquella oscura celda, quizás ignoraba lo ocurrido pero estaba dispuesta a confiar en el juicio del bicolor.
— Ponte esto. — Le extiende una capa — Debemos apresurarnos, los guardias no tardaran en percatarse del cambio — dijo tomando una de las antorchas para digirise al subterráneo.
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Hotel Leprange
En la habitación de los Bladebreaker, estos se encontraban preguntando a los europeos sobre el paradero de sus compañeros pero al parecer estos no habían visto al bicolor o al escocés desde el medio día.