Capítulo 7:
<< Labios rojos >>
El mal humor se apoderaba de mí a cada segundo que pasaba, no era que odiara mi trabajo o viajar o Londres, pero justo en este momento lo último que quería era viajar aquí y por trabajo, más después de todo el progreso que estábamos teniendo Heather y yo.
Habíamos salido varias veces y en cada una de ellas lo pasamos muy bien, tanto que en varias ocasiones casi podía sentir que me pedía a gritos con sus ojos que la besara. Pero la había dejado sufrir un poco así como ella lo había hecho conmigo, además este había sido su plan y yo sólo estaba haciendo lo que ella quería.
No sabía cuánto tiempo tendría que estar aquí pero deseaba que no fuera demasiado, temía que todo mi esfuerzo con Heather se fuera al infierno si demoraba demasiado.
Jhon me miraba con cara de burla desde su asiento y yo sólo me dedicaba a ignorarlo desde que despegó el jet, pero después de cierto tiempo su cara me estaba provocando unas inmensas ganas de golpearlo tan fuerte que quedara inconsciente el resto del viaje.
-Quieres dejar de verme de esa manera, pareces retrasado - escupí con enfado, ya me estaba hartando.
-Relájate Romeo, volveremos pronto para que puedas ver a tu Julieta - dijo mientras bebía de su vaso de whisky.
-Idiota - conecte los auriculares a mi móvil y comencé a escuchar música.
No sabía en qué momento me había quedado dormido, pero agradecía al cielo que el viaje hubiera llegado a su fin, baje del jet estirando las piernas y brazos, por primera vez me había cansado en sobremanera este viaje.
Eran cerca de las 6:00 de la tarde y tenía muchas ganas de llegar a mi departamento, tomar un baño, comer algo de comida chatarra y dormir hasta la siguiente semana, pero mis planes se fueron al carajo cuando note que el automóvil en el que íbamos cambio la ruta y se dirigió hacia la compañía.
-¿Puedo saber a dónde nos dirigimos? - le pregunte a Jhon que iba completamente metido en su móvil.
-Tenemos una junta importante en una hora, es un nuevo inversionista y antes de que digas algo no podemos cambiarla, esta sólo por hoy en la ciudad, y es un buen inversionista, nos traerá muchos beneficios a la compañía - dijo rápidamente, sin apartar la vista de su celular.
-Dios, no podía ser cualquier otro día - bufe molesto, realmente me sentía cansado.
-Para eso viajamos hoy hasta aquí, deja de quejarte por favor, parece que no llevas años en este negocio.
Iba mandarlo a la mierda cuando el sonido de mi celular me interrumpió, conteste sin prestarle atención, no tenía ganas de hablar con nadie.
-Diga – conteste de mala manera.
-¿Interrumpo? creo no es un buen momento, llamaré después.
-Heather, no, no, disculpa, no sabía que eras tú, ¿qué sucede? - sonreí al escucharla, y mágicamente el cansancio desapareció de mi cuerpo.
-Nada, sólo quería saber si ya habías llegado y como estabas.
Eso me hizo soltar una risa, era adorable.
-Sí, ya estamos aquí, gracias por preocuparte. ¿tú cómo estás?
-Estoy bien - rio - gracias, bueno, sólo quería preguntar eso, y pues espero vuelvas pronto.
-¿Ya me extrañas? - sonreí.
-Tranquila, Julieta, te llevaré a tu Romeo sano y salvo pronto- gritó Jhon cerca del celular.
-Aléjate, idiota, lo lamento, ignóralo -dije mientras golpeaba a Jhon.
-¿Ese es Jhon? - soltó una risa - Dile hola de mi parte.
-Sí, gracias, entonces, ¿me extrañas? - retomé el tema anterior.
-Aja, nos vemos Romeo, cuídate.
-Hasta luego, Julieta, ya no me extrañes.
Al finalizar la llamada me sentí mucho mejor, ella cambiaba radicalmente mi estado de ánimo.
-Vaya, recuérdame llamar a Heather cada vez que estés en tus días, eso me evitará dolores de cabeza.
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Editado: 15.02.2020