Bienvenido al mundo de los corazones rotos

Capítulo 8:

Capítulo 8:

<< La única chica >>

 Las semanas siguieron rápidamente cada una siendo mejor que la otra, habían sido únicas, perfectas, estaba comenzando a acostumbrarme cada vez un poco más a tener a Heather a mi lado, era una chica increíble y no dejaba de demostrármelo. Me sentía muy atraído a ella, demasiado para mi gusto pero no podía dejar de estar detrás de ella.

Mi estadía en Los Ángeles se estaba prolongando demasiado y aunque tenía intenciones desde un principio de quedarme aquí por algún tiempo no quería creer que fuese por ella. Me negaba a aceptar el hecho de que Heather estaba cambiando de algún modo mis planes, si me quedaba era por mí, porque me gustaba el lugar, y la gente y la casa, y el GYM al que me había inscrito, y había muchas chicas realmente calientes que merecían un poco de mí, claro que era todo eso y no ella.

No iba a negar que me atraía, mucho, pero estaba completamente seguro de que era simple atracción sexual, nada más que eso. De algún modo sabía que una vez que estuviera en mi cama la olvidaría como a todas las demás, y no quería ser cruel pero era así y no iba a cambiar por nadie, mucho menos por ella. No estaba listo para ser hombre de una sola mujer y no creí estarlo en mucho tiempo. No tenía muchas ganas de estarme involucrando con alguien sentimentalmente, era demasiado trabajo y definitivamente tenía muchas más cosas que hacer como para dedicar parte de su tiempo en esas cosas.

Salí de mis pensamientos cuando sentí mi estómago gruñir por falta de alimentos, me dirigí a la cocina con la intención de preparar algo saludable por una vez en todo este tiempo para comer, cuando el timbre sonó haciendo cambiar mi dirección hacia la puerta.

-¿Dan? – miré a mi mejor amigo que parecía había rejuvenecido unos 5 años - ¿Cuándo llegaste? ¿Dónde está Dayanna? – me mostró una caja de pizza y una bolsa con cervezas.

-Demasiadas preguntas para alguien que necesita dejar esto sobre algún lugar porque estoy empezando a dejar de sentir mis brazos – lo deje pasar.

Caminamos hacia la sala de estar y comenzó a acomodar todo en la mesa de centro, prendí el televisor y coloque un poco de música para no estar en completo silencio.

-Acabamos de llegar y Day quería pasar algún tiempo con sus amigas, así que pensé que yo también debería pasar un poco con mi mejor amigo, además de que tienes muchas cosas que contarme, picarón – me miró burlesco.

Rodé los ojos.

-No sé de qué demonios hablas – me dirigí a la cocina por unos platos y servilletas.

-No me mientas, Nick. Dayanna me ha contado todo, que se lo contó Sam que obviamente se lo dijo Heather, así que mis fuentes son más que confiables, ya escuché su versión, ahora quiero la tuya.

-Diablos, te escuchas como esas señoras que se la viven de chismes de barrio, definitivamente casarte te hizo daño.

Nos sentamos mientras me tendía una rebanada de pizza y yo destapaba una cerveza, resignándome al hecho de que mi intento de comer saludable se había ido al infierno.

-Vamos, soy tu mejor amigo, ¿acaso no me piensas contar como fue que la bella e inocente Heather te ha atrapado entre sus hechizantes encantos?

Dejé lo que estaba haciendo y lo miré con el ceño fruncido.

-A mí nadie me ha atrapado, idiota, no sé de donde sacas esas ideas tan estúpidas.  

-Di lo que quieras pero sabes que es verdad lo que digo y no te culpo, es una chica hermosa, y realmente sería genial que ya sentarás cabeza con alguien y que mejor que con ella. Es perfecta para ti.

-¿Tú cómo sabes eso? Quizá ella y yo no tenemos nada en común o a la larga nos comenzamos a llevar mal o descubrimos que no es lo que buscamos ni necesitamos en nuestra vida – mencioné comenzando a pensar en ella y si en realidad había algo de ella que no me gustara.

Escuché una carcajada proveniente de mi amigo.

-Te engañas tú mismo, bro, acabas de considerar una vida con ella, por eso hablaste en futuro como si la quisieras en tu vida por mucho tiempo, eres tú el único que no se ha dado cuenta de que sin quererlo has involucrado tus sentimientos con ella.

-Estupideces, Dan, yo no me he involucrado de ninguna manera con ella, y es en serio cuando te digo que de ninguna manera, ni siquiera hemos follado una puta vez, ¿cómo puedo estar involucrado con ella entonces?

-Tiene tu atención más que cualquier chica que has conocido, eso dice mucho, hubiera sido otra apuesto que desde la primera vez que no pudiste follar con ella te hubieras largado sin más, pero no lo has hecho, de hecho has estado sorprendente en abstinencia todo este tiempo y eso ya es mucho para ti.




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