Un pequeño laxo de tiempo había transcurrido desde su salida a "Casa Vega" aún después del pequeño juego entre ambos y que los mantuvo ocupados unos minutos en los baños de dicho local ,su velada pasó muy serena y romántica, recuerda muy bien que le llegaron DM's, al segundo de subir la foto a sus historias, "las fans siempre se enteran de lo pasa", pensaba ahora el menor entre el silencio de su habitación ;le encantaba que se dieran cuenta que Tom era solamente suyo , aunque siempre dando indirectas , tampoco era que quisiera admitir que tenía una relación con su gemelo, eso los destrozaría públicamente y hasta los podrían meter presos en los Estados Unidos ,para su buena suerte aún ninguna fan sabía que estaban en una especie de "cita" ese día, o eso era lo que Bill se quería hacer creer .Después de aquella maravillosa cena Tom le hizo una pequeña petición: "renovación de votos ", su cerebro asoció dicha frase con los recuerdos de su ya pasada noche.
Recuerda claramente la respuesta afirmativa que le brindó a su gemelo mayor, y también que este estaba muy confiado con su respuesta y aunque le confesó que aún la fecha estaba en planes, al menor no le importó mucho cuando el contrario le puso el brazalete de oro en su pálida y delgada muñeca para luego entregarle uno idéntico y este hiciera lo mismo con la suya.
Estaba emocionado ya que él y su hermano la estaban pasando de maravilla de nuevo y hasta mejor que antes , su amor de alguna manera había agarrado la madurez que les dejó el tiempo o al menos que le dejó a su hermano porque que tenía que admitir que él siempre era el "mimado" , "la diva" y toda la culpa justamente recaía en el mayor de ambos, ya que lo consentía demasiado y aunteniendo más de 20 Tom siempre obedecía y engreía a Bill en todo, simplemente no se imaginaría una vida sin el mayor , si tan solo con un día agonizaba de atención y preocupación, Bill al solo imaginarse una semana sin su hermano se desesperaba ¿Un mes? El menor podía asegurar que en un mes sin su amado simplemente moriría.
Esta noche irían a ver a Adele, una de sus ídolos, y moría por un asiento en primera fila, pero Tom lo hizo entrar en razón diciendo que si estaban muy adelante se podría formar un alboroto y no podrían tener un poco de privacidad así que era mucho mejor un asiento atrás. Bill pensó el primer problema, la verdad no le importó mucho, de todas maneras, en Los Ángeles no los conocían demasiado, pero fue la segunda la que lo animó a declinar por los asientos de atrás, ya que ahí podrían tener privacidad. Todos atentos al concierto, sin conocerlos, dejándolos que pudieran abrazarse o agarrarse de las manos y quién sabe, tal vez besarse sin que los mirasen mal.
Ese pequeño argumento metido en la cabeza del menor fue el motivo por el cual estaban a unas horas de sus preciados asientos traseros.
Ya casi era hora de irse y el aún seguía sin estar listo con el celular en las manos, pensando entre las blancas sábanas de su habitación.
—¡Tom!—gritó con voz cantarina—¡Tom!—Intentó de nuevo al no recibir respuesta por parte del mayor—¡Toooooomi!—dijo, alargando la "o" al llamarlo y todavía sin respuesta, así que gritó más fuerte—¡¿Toooooomi?!—intentó una vez más, ahora un tanto confuso por el silencio, que era el único que respondía sus gritos.
—¿Qué estará haciendo?—se preguntó el menor de los Kaulitz todavía con confusión, las horas avanzaban y tenían que estar antes de que comenzara, ya que eso hacían los fans ¿No?. Con sigilo se dirigió a la sala, un mal presentimiento lo embargaba lentamente con cada paso que daba. Todo cobró sentido cuando se detuvo de golpe en medio del pasillo al escuchar la voz de su amado.
—Ya te lo he dicho—escuchó el menor ¿Tom hablaba con alguien? estuvo a muy poco de salir de la oscuridad del pasillo y hacer notar su presencia en la estancia hasta que escuchó la voz de su hermano, pero esta vez respondiéndole a la persona que según sus preciados oídos le decían, estaba detrás de la otra línea.
—No, no y no, madre sabes que no puedo hacer eso—escuchó el menor a su hermano levantar el tono de voz, "madre" pensó, divagando un poco decidió que era mejor no interrumpir, él lo sabía mejor que nadie. Amaba a su hermano y a su madre, pero separados; el tener una relación incestuosa, siempre separó a los dos amores de su vida, nunca salía nada bueno al estar los tres juntos. Por eso trataba de actuar como un hermano normal frente a su madre,aunque bien supiera que Simone ya estaba enterada sobre lo que tenían, al igual que sabía que esta no lo aceptaba, y aunque no se lo haya dicho expresamente en la cara, si lo hizo con Tom, que venía a ser casi lo mismo. Cuando su hermano hablaba con su madre no era bueno interrumpir, lo aprendió a las malas, pero al menos ya estaba enterado de eso.
—Madre, por favor tengo casi 27 no me puedes decir que tengo que hacer, además aún si pudieras soy mayor de edad, no puedes imponerme a cumplir nada y menos cuando no vivimos juntos— escuchó el menor de los Kaulitz aún en el pasillo oscuro mirando de reojo hacia la sala principal.
— ¡Tom Kaulitz! ¡Esto está mal, es enfermo!—escuchó la voz clara de su madre resonando en la oscuridad en la que se encontraba ahora mismo, estaba histérica, lo podía asegurar por el grito que había pegado, el mismo que le hizo saltar ligeramente al mismo tiempo que su hermano alejó el auricular de su oído.
—¿Enfermo? Madre, ya hablamos de esto y no lo voy a repetir, lo amo ¿me entiendes? ya no me interesa si nos aceptas o no, no me importa que no nos respetes tampoco, ya hablé con Billy, no te tienes que preocupar cuando estemos contigo ya que actuaremos como hermanos "normales" según tu criterio; madre, en serio te estimo mucho porque sin ti nada de esto hubiera podido ser real pero no te voy a permitir que vengas a imponerme algo, mucho menos si ese "algo" es a quién tengo que amar—el menor estaba al borde de lágrimas cuando vio a su hermano lanzar el celular lejos de él y suspirar hondamente. Amaba a su Tomi y nunca se arrepentiría de hacerlo. Corrió aun con los ojos mojados saltando encima de su hombre y dándole un gran beso en los labios, nariz y pecho.
— ¡Te amo!—gritó—no me preguntes el porqué, solo hay que subir a cambiarnos si queremos llegar a ese concierto.
Después de unas horas vio la cabeza del mayor resaltar en el sofá," siempre se viste más rápido" pensó tranquilamente mientras se dirigía a este y al llegar abrazarle por el cuello doblando la cabeza y encontrar sus deliciosos labios que felices y enérgicos lo recibieron separados y junto a su acompañante rosada, la cual ingresó a su cavidad haciendo que gima agudamente, dio por terminado el beso cuando sintió que este no era el momento indicado para divertirse con el premio que tenía entre las piernas su amado.
—¿Ya estás? ¿Nos vamos?—preguntó mientras el menor continuaba mirándolo aún con los labios rojos por el reciente suceso.
—Sí, vamos amor, que se nos hace tarde—respondió el mayor levantándose del sofá y tomándolo de la mano lo guio fuera de la casa junto a él—¿Tomy?—replicó el menor.
—¿Porque te demoraste tanto?—recibió como respuesta el peli-rosa.
—Pues ya sabes que no es fácil escoger mis atuendos Tomi y más si es que nos vamos a ver a Adele—chilló emocionado el menor.
—Bibi ¿escuchaste la conversación con mamá?—preguntó el mayor en un susurro, antes de soltar sus manos para dirigirse al asiento del conductor.
—Yo... no quiero hablar de eso ahora ¿sí?, no estoy molesto ni incómodo, al contrario, escucharla me hizo saber que no me equivoqué al preferirte por encima del mundo entero—le respondió el menor mirándolo con amor, estando ya ambos dentro del vehículo.
—Ok, vamos amor—dijo, resaltando la palabra amor, y con seguridad dejó de pensar en eso y se dirigieron a su destino.
Y así se subieron al Audi del mayor de los gemelos, con mucho pesar por parte del mismo, recordaba muy bien cuando Tom, para evitar rayones en su preciosa máquina, le ofreció llevarlo en una de sus maravillosas motos argumentando que ocuparían menos espacio; pero él tenía mucho miedo en que les pasara algo en esas motos, nunca fue fanático de montarlas , Bill las comparaba con las chicas ya que eran muy lindas y se veían delicadas, a su hermano le gustaban pero él prefería no meterse con ninguna de ellas por más bonita que fuesen. Bill prefería las camionetas y algo que no le hiciera sentir el aire tan cerca sin necesidad de bajar una ventana, así que se enterco con que el espacio no importaba además que las motos eran peligrosas y engañosas si es que no sabías manejarlas bien, " igual que las chicas" pensó riendo ligeramente el menor al comparar a una chica con una máquina con rueda. Manifestó que le encantaría ir en su Cadillac , ese al que Tom no hacía ver la luz desde hace mucho; se dio cuenta que era mala idea cuanto el su contrario puso una mueca en su rostro y ofreciendo mejor el Audi para su recorrido.
"Bill, ese es un tesoro nacional, MI tesoro nacional".
Bill solo rodó los ojos al recordar las palabras del mayor, ahora estaban dentro del Audi en la puerta del lugar donde se daría el tan ansiado concierto, recalcando que era demasiado tarde, pero listos para entrar.
Compraron una pizza, algunas bebidas y pronto estuvieron dentro, disfrutando de la buena música y con la maravillosa de Adele. Sintió las manos de su hermano buscarlo, solo una de ellas fue detrás de sus hombros y la otra capturó su mano libre, el menor se sintió con la libertad de abrazar a su hermano y acercándose a su oreja le susurró sin cohibirse ya que las luces y la música ayudaban a que estos hechos pasaran desapercibidos.
—Te amo—dijo sin pensarlo.
—Yo te amo más Bibi—le complació su hermano con su respuesta y con los labios pegados a su oído, en ese momento simplemente toda duda y mal recuerdo se esfumó. Tom era su vida, su amor, su razón y su todo, estaba seguro que pese a todo lo adverso estarían juntos hasta ancianitos y nada ni nadie podría separarlos.
Después de un corto beso, las luces le dieron luminosidad a sus lugares, sin pensarlo dos veces decidió sacar su celular y...
CLICK
La foto estaba ya en Instagram, miles de personas enteradas de dónde y con quién estaba, y lo pudieron corroborar ya que siguió publicando más y más fotos e historias disfrutando de la compañía y buena música. Todo era perfecto, Bill decidió olvidarse del incidente de la tarde e intentar ser feliz, lográndolo al instante.
Lástima que no pudieran ver que les depararía el futuro...