Bittersweet Love

Capítulo 2.

Dejame en paz

 

Entro a mi casa dando un porrazo a la puerta 

-Hey, Erin- me regaña mamá

-Lo siento má- digo suspirando con pesadez

-¿Tan mal te fue?- se acerca mamá para abrazarme

-Algo, es que ese chico debe...- me callo al mencionar a Dario

-Un chico- canturrea mamá- así que... estás así por un chico- alza sus cejas

-No es un chico- espeto con molestia

-Entonces- se separa mamá yendo a la cocina

-Es un fastidio- digo sentandome en la silla- ¿y papá?- cambio de tema

-Aun no llega, debemos esperar para comer- dice mamá sacando la comida

-Bien, iré a mi cuarto.

Camino, por el pasillo hasta llegar a mi cuarto, bien, mi casa es de dos pisos pero prefiero estar en el primer piso. Entro, dejo mi bulto en el escritorio, abro mi ventana, observo afuera, veo el costado de la casa vecina, estan saliendo unas pequeñas flores de color rojas. 

-Hermosas- susurro

Camino a mi cama y me dejo caer con cansancio. Suspiro, cierro los ojos, la sensación del beso regresa, me levanto bruscamente.

-Erin ¿qué estás pensando?- me doy una pequeña bofetada- ¿Abre sido muy mala?

Flashback

Siento sus labios encima de los míos, lo empujo, pero me presiona mucho más, insiste en que le siga el beso, trato de safarme pero es inutil, entonces entre abro mi boca, por un milisegundo cruza por mi mente seguirle el beso pero es más mi enojo, así que al primer intento engancho mis dientes a su labio inferior y muerdo. Siento como la fuerza de sus manos desvanece y se aleja bruscamente.

-¿Estás loca?- me grita pero me hago a la loca- ¿ESTÁS LOCA?- me grita con más fuerza

-Exageras, es solo una mordida- digo cruzando por su lado

Todos se burlan de él, me limito a ver a todos en la cara. 

Fin del flashback

-No, se lo merce- digo sintiendo el enojo nuevamente

-Erin, ya llegó papá- entra mi madre parece nerviosa- pero ponte algo, trajo a su amigo con su esposa-  dice para luego salir

Frunzo mi ceño, busco en mi ropero un pantalón  de mezclilla y una blusa blanca, es sencillo pero es algo ¿no? salgo, escucho risas, me asomo en el comedor y se hace presente un silencio, algo incómodo para mi. Mis padres están de frente por lo que pueden verme

-Ven cariño, sientate- invita mi papá

-Buenas tardes- digo acercandome a la mesa, me siento aun sin ver el rostro de la pareja a mi lado

-Erin, has cambiado mucho desde la útima vez que te vimos-habla la señora, volteo a verla y un brillo en sus ojos hace que sienta un ambiente cálido- ¿cuantos años tienes?

-18- digo con una media sonrisa

-Que grande ya estás- expresa con una sonrisa

Me detengo un momento a observarla, tiene ojos color avellanas, cabello pelirojo, de tez blanca, pecas sobre la nariz y mejillas. A parenta unos 35 años. 

-Hablanos de ti Erin- habla ahora el señor-digo, sino es mucho pedir- sonrie

volteo a ver a mis padres que me sonrien

-Bueno- sonrio algo incómoda- soy Erin como ya saben, tengo 18 años, me gusta pintar, cantar, tocar la guitarra, soy una chica promedio en la escuela, y me gusta el futbol.

-Vaya, creo que tus padres te han criado bastante bien, ¿no?- habla feliz

-Sí así es- le doy la razón, el señor aparenta 40 años, pelo castaño dejando ver una que otra cana, ojos color miel, tez blanca- disculpen, no quiero sonar grosera, ¿quienes son ustedes?

-Oh, si, lo sentimos, es la emoción de verte- habla la señora

-¿Emoción por verme?- pregunto confundida

-Somos amigos de tus padres desde la secundaria, habiamos perdido contacto hasta que hoy nos reencontramos, soy ...- se detiene pensativa- la señora Rebecca Ortega- sonríe

-Yo soy el señor Santiago Ortega-suspira- pero puedes adoptarnos como tus tios- dice el señor en una carcajada

-Esta bien- digo algo convencida

-Bien, es un gusto tenerlos aquí- habla mamá- sientanse libre de venir cuando quiera- dice sonriente

-Gracias- dice el señor Santiago- oye viejo, no me habias dicho que Erin juega

-Oh, sí, se me olvidó decirte- habla papá riendo

-¿Que les parece una competencia un día?- habla desafiando

-¿quieres apostar?- habla papá de la misma forma

-Claro, Erin contra Adrian, el que pierda debe pagarle un viaje en familia al ganador- dice satisfecho

-Trato hecho- dice. 

 

Después de la cena con los amigos de mis padres, los escucho murmurar. Me apoyo en la puerta de mi habitación para escuchar. 

-Sabemos que tarde o temprano sucedería - habla papá calmado

-Tienes razón, al menos sabrán que está bien-habla mamá nerviosa

-Así es cariño, bien, vayamos a dormir. 

Se escuchan los pasos por la escalera. Frunzo mi ceño cada palabra resuena en mi mente, y regresan las imágenes de la forma en como me miraba la señora Becca. 

 

 

Continuamos con la semana de escuela, a pesar que es primera semana esta siendo algo pesada, han pasado dos días de que no veo a Darío, y estoy tranquila así. La ventaja de hoy es que sólo tuvimos clase de las materias voluntarias y tendremos inglés dentro de una hora.  Veo a Vale acercarse a mí 

-¿Has visto a Dario- pregunta con una sonrisa

-no, y ni me interesa-digo rodando los ojos

-vamos, quieres verlo-insiste

-¿Por qué quisiera verlo? ¿Es acaso una celebridad? 

-Erin, eres una aguafiestas - rueda los ojos

Seguimos caminando, cruzamos las canchas cuando siento un balonazo en mi espalda sacándome el aire de golpe. 

-Si pasas para verme tienes que avisarme- habla esa irritante voz

Vale solo me sonríe picarona, la miro mal, me volteo, se escuentra con dos amigos, uno pelirrojo y el otro rubio

-Dejame en paz Dario-hablo firme 

-Vamos, sé que vienes por otro beso- dice haciendo una trompa con los labios




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