CAPÍTULO 0: Black

Sabes a dónde van las almas cuando abandonan su cuerpo. Alguna vez has escuchado hablar de los seres que te acompañarán al morir o de... Black.

Él parece humano, pero no lo es. Aparenta ser bueno, pero no lo es. Se hace llamar Black, Lord y superior, pero es...

La muerte.

La muerte llamándome hacia ella.

Escuché al caballero de traje negro pronunciar mi nombre, aunque él se encuentra a mi costado su voz la escucho muy lejana. Gire para verlo, su tez blanca y facciones perfectas me hacen dudar de dónde estoy ahora.

El hombre de traje y túnica negra mantiene una postura firme, la mirada al frente y el mentón en alto, sus ojos están posados en mi cuerpo que esta boca abajo atravesando el parabrisas, mi cara y mi pecho esta contra capó del coche, hay unas cuantas personas a su alrededor y la escandalosa sirena de la ambulancia llama la atención de los vehículos que transitan por el lugar.

Los restos del cristal del parabrisas están esparcidos por todas partes, hay un charco de sangre en el capo del coche que goterea al piso, mientras los paramédicos recogen mi cuerpo sin vida.

—Giselle, usted está muerto —dijo el hombre a mi costado mientras sus palabras hacían eco en mi cabeza—. Jane Giselle Wester de Baldor, nacimiento 2 de noviembre de 1994, fallecimiento 14 de enero de 2029. Usted debe acompañarme, alguien la está esperando.

Sonreí con la ilusión de quien me estuviera esperando fuera él.

Los ojos dorados intenso como la llama del fuego los ocultó con unos lentes oscuros, se dio la vuelta y caminó alejándose.

Yo me quedé unos segundos ahí, exhale lo que me quedaba de aire y mis labios se formaron una sonrisa nostálgica y a la vez, de alegría, lo que he hecho a lo largo de mi corta vida me reconforta, pero me lastima el tener que dejarla sola a ella en este mundo, pero sé que será fuerte, siempre lo ha sido.

Apreté los labios, sentí el ardor en mis ojos y en mi nariz, las lágrimas se avecinaban y cerré los ojos con fuerza impidiéndolo. Me di la vuelta para seguir los pasos del hombre.

Nunca será un buen día para morir. Hubo momentos de mi vida en el que lo deseé, pero luego me consideré una persona cobarde, el tema de la muerte me aterraba porque morir... morir significaba perderlo todo. No sabes cuan valiosa es la vida sino hasta que llega la hora de marcharse.

Y esta vez me tocó a mí, mi recorrido por este mundo había llegado a su fin.

BLACK
Urd, Verdandi, Skuld.