Black

CAPÍTULO 47: Operación Guillotina. Parte 1

 

 

Giselle

El helicóptero entró en el hangar, todos bajaron cuando las puertas se abrieron y allí ya se encontraban las camionetas negras que nos llevarían a nuestro lugar de hospedaje. Al principio de debatió en sí acampar cerca del laboratorio —Zona cero— en un sitio aproximado de las carpas instaladas por las autoridades de la Isla Terranova y Cornwall, pero la mayoría protesto por lo que en este momento las camionetas tomaron un rumbo un hotel a una distancia aproximada del laboratorio.

Laboraremos aquí un par de días debido al enorme lugar.

Antes de que llegue al lugar envío un mensaje rápido y cuando obtengo una rápida respuesta borro ambos mensajes como me indico Erick. Cuando estemos en la zona la policía que se encarga del espionaje de teléfonos móviles tendrá acceso a los teléfonos móviles dentro del radar, podrán interceder y grabar nuestras llamadas y mensajes de texto o de cualquier dispositivo que encuentren sospechoso.

Llegamos al hotel, es un lugar pequeño y parece más una casa, nos instalamos cada uno en una habitación de la planta baja, las habitaciones no son muy grandes y apena si caben una cama, mesa de noche, un baño diminuto y un refrigerador pequeño. Aunque parezca más cómodo, hubiera preferido las habitaciones compartidas porque así tienen más oportunidades de matarnos por individual y ya me he dado cuenta que los responsables detrás de todo esto no son personas cariñosas.

Me duché y me puse unos vaqueros, camiseta blanca holgada y tenis. Hoy no íbamos a ir al laboratorio ya que nos dedicaremos a estudiar cada rincón del lugar y cómo vamos a proceder para hacerlo de forma eficiente, inteligente y ágil, queremos extraer lo que más nos sea necesario para finalmente culminar y concluir esta investigación que ya nos tiene agotados a todos.

Al medio día la comida llegó a la habitación con una información de Elián Keynes para que a las dos de la tarde nos encontráramos en la habitación cuatro del hotel. No comí mucho, no tenía apetito y apenas probé los fideos ya que no soy muy tolerante al picante.

A las dos la habitación 4 fue habitada por todo el equipo, esta era más grande que las otras, había una mesa redonda de madera y sobre esta unos papeles, carpetas, planos y mapas del laboratorio.

Antes de que el mayor de los Keynes hiciera su acto de presencia, entró una llamada a mi celular, era un número raro. Salgo de la habitación y contestó.

—Hola —una voz femenina habló desde la otra línea. Reconozco la voz de inmediato.

—Hola.

—¿Cómo estás?

—Perfectamente, ¿Y tú?

—Un poco afectada con todo esto que está pasando —suelta un suspiro— mañana iré a urgencias a las 1 p.m. para ver a Connor, está muy enfermo.

Empecé a tomar nota de las indicaciones que está transmitiendo en mensajes entre líneas.

—Es una pena, lo siento mucho.

—No… Tra…. No… A…. —escucho entrecortado.

—No se escucha bien, ¿En dónde te encuentras?

—Estoy llamando desde un teléfono público, la señal es mala, estoy cerca de los jardines, hay árboles y obstruyen las ondas de señal. ¡Ay! A veces veo fantasmas.

Ok. Estoy algo ocupada, dile a Connor que pronto iré a verlo.

La llamada finaliza y vuelvo a la habitación cuando Elián ya está hablando.

—La estructura del laboratorio fue enclavado al pie de un acantilado. El edificio se compone de dos volúmenes en L. Uno forma una base de zonas comunes y en otra albergan habitaciones —señala en el mapa y enseña las imágenes del laboratorio—. Tiene solo tres puertas por lo que esto hace complejo el acceso, pero esta que es una rampa es la que conduce a los laboratorios, el estacionamiento, las salas comunes que dan al patio y la segunda planta siendo esta dos.

—Y esto qué es —pregunto sobre dos cuadritos que están al frente de la estructura del laboratorio al otro lado de la pequeña zona que dice patio, son dos cuadritos pequeños por lo que parece ser una estructura muy pequeña.

—Habitaciones —responde él.

—¿Laboratorios ocultos o algo así? —preguntó Richard.

—Este sí —señala el cuadrito de la derecha, luego desliza el dedo al de la izquierda— Este son cuartos habitados por humanos.

—Tienen personas ahí —preguntó.

—Sí.

—¿Esas habitaciones fueron evacuadas?

—Aún no del todo. Al parecer no todos los humanos pueden abandonar las habitaciones debido a que son considerados un peligro hasta que los estudios digan lo contrario.

Elián Keynes explica a detalle el procedimiento que tenemos que hacer los días siguientes acoplándonos con la policía científica para trabajar de la mano con ellos.

—Emily Buffet, Harper Lee y Giselle Wester trabajan en la inspección ocular de los laboratorios, Theo Martin y Erick Fromm se encargará de los archivos y todo el registro de las computadoras, Erick se encarga de la parte tecnológica y Martin de leer los expedientes, recuerden que tienen que trabajar en compañía de la policía científica. Richard y yo estaremos en las oficinas de delitos de Cornwall en el interrogatorio al personal.

Después de dos horas la reunión se dio por terminada.

***

Al otro día a las siete de la mañana todo el equipo estaba listo para abordar las camionetas que nos desplazaron al lugar.  Y tal como lo habíamos visto en las imágenes enseñadas por Elián Keynes el día anterior, el lugar no era para nada pequeño ni modesto, era casi imposible que pudiera ocultarse algo así y por esa razón Cornwall estaba siendo investigada.

La detective Gutiérrez nos recibió y nos guió a la carpa que nos asignaron. Todo estaba hecho un caos, había demasiadas personas uniformadas caminando de un lado a otro, había policías armados con perros, periodistas, cámaras y lo más raro, algunos hombres vestidos con uniformes militares.



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En el texto hay: cienciaficcion, drama, muerte

Editado: 16.01.2024

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