Capítulo 18.-

Liam

Ella tomó mi mano era tiempo de contarle todo antes de que fuera demasiado tarde... antes de que los Ventrue vengan por ella sin darle ninguna explicación.

— ¿A dónde vamos? — Dijo sería mientras caminábamos.

— Por mi coche... Iremos a las afueras— Llegamos a mi casa y abrí la cochera para sacar mi auto pero ella instintivamente camino hacia la motocicleta.

—¿Y está hermosura?...— la acaricio

— Vamos sube, después podremos dar un paseo— sonrió, le abrí la puerta del coche me miró y dudo un momento en subir a él, pero al final lo hizo. Comencé a conducir fuera del pueblo, a unos 15 minutos por carretera se encontraban algunas ruinas de un pequeño pueblo que en el pasado fue el hogar de la reina Lesat.

Al llegar estacioné mi coche a un costado de la carretera, había que caminar por un pequeño sendero para poder llegar al lugar donde estaban las ruinas. — Y... llegamos— Ella miraba todo con curiosidad, había muchas flores por todo el campo, pequeñas casas derrumbadas por el tiempo que había pasado y a lo lejos se podía divisar el gran palacio abandonado.
—Yo... he estado aquí— susurro y corrió hacia el palacio sin pensarlo, yo solo trataba de seguir sus pasos mientras exploraba. Abrió la gran puerta de madera que rechino por la falta de uso, entramos hasta donde estaba el gran salón, el trono estaba un poco destruido, las ventanas rotas algunas partes del techo ya tenían agujeros y algunas aves que parecía habían puesto sus nidos en el lugar —Liam yo vi esto.— Me miró sorprendida cuando se acercó al trono y puso su mano sobre él — Yo estaba aquí, estaba angustiada, descubrí que la persona en quien más confiaba estaba traicionándome— Se sentó en él y lágrimas salieron de sus ojos — después... llegó ella y...

—Lo sé — Susurre —No pude protegerte como te lo prometí— mi voz se quebró al saber que yo también la traicioné, no pude contenerme más una vez que la primera lágrima se liberó, el resto siguió en una corriente ininterrumpida— Olvide cuanto te amaba por culpa de Cassandra y la magia que comenzó a utilizar en contra de nosotros — Me arrodille a sus pies — Yo ... Lo siento... — Se arrodilló junto a mí y sus manos tomaron mi rostro haciendo que la mirara fijamente para después limpiar mis lágrimas.

—Está bien... —salió de su boca como un susurro y comenzó a llorar, fue doloroso verla así. Todo lo que pude hacer en ese momento fue abrazarla y dejar que se desahogará . Podía sentirla apretar los puños, sin saber si estaba enojada o frustrada. Podía escucharla gritar silenciosamente, sofocándose con cada respiración que tomaba. Pasé mis dedos por su cabello, una y otra vez, en un intento de calmar la guerra silenciosa que había dentro de su mente.

—¡Valla! ¡Valla!...  Mira lo que el viento trajo por aquí, ¡Qué hermosa escena de telenovela estoy viendo— aplaudió y comenzó a reír, pude reconocer esa voz de inmediato! Olivia y yo nos pusimos de pie, buscando con la mirada de donde provenía — Liam... tantos años buscándome y esperándome para que al final me traiciones  y regreses con esta...— Salió de entre las sombras dejándome ver su rostro después de tantos años.

—¿No estabas muerta? — Puse a Olivia tras de mí.

—No cariño — Camino hacia nosotros — Yo... Quería volver a verte, Liam me lo prometiste tú... Volverías por mí— comenzó a actuar un llanto falso para después explotar en carcajadas— No podía morir sabiendo que esta estúpida volvería, no creí que fuese a tener descendientes en dónde reencarnar,— suspiro— pero no le durará mucho el gusto, Lesat no a vuelto del todo, así que si destruyó su recipiente ella no regresara...— apareció una daga de oro en su mano y sus colmillos aparecieron.

—¡No te atrevas a dar un paso más! — La amenacé, sentía como mis colmillos querían salir, las venas de mi cuello comenzaron a volverse oscuras y mis ojos ardían como fuego — Esta vez te mataré si es necesario.

—No cariño, yo no ensuciaré mis manos, el trabajo sucio lo hace otro por mí.

— ¡Querido Liam!, que gusto verte de nuevo, Olivia gracias por concederme la pieza de baile en la fiesta, Liam gracias por cuidar a mi chica todo este tiempo, ahora lárgate y deja que yo me encargue.

— ¿Tu chica? — reí ante su comentario. — Ven por ella — Lo reté.

Olivia

Me aferraba fuertemente al brazo de Liam escondiéndome con su cuerpo mientras los escuchaba discutir, claramente estábamos en desventaja, Liam será una criatura mágica como ellos... y yo... yo no sé quién diablos soy, así que lo dejaré que soy una simple mortal que puede morir en cualquier momento, mire por encima del hombro de Liam y me di cuenta de que ese sujeto además de ser con quien baile aquella noche también era quien me perseguía la noche del accidente, ellos sabían quién era yo desde aquel entonces y querían deshacerse de mí antes de que Liam volviera o que alguien más se diera cuenta de que la reina Lesat había vuelto en su descendiente.

—Liam si sabes lo que te conviene la entregaras.

— ¡Nunca!— Grito, sus ojos se tornaron obscuros unos filosos colmillos comenzaron a salir. Me dedico una mirada tratando de disculparse anticipadamente y se lanzó contra Damián en una pelea de poder.

—¡Olivia!— Cassandra me sacó de mis pensamientos, la miré sentada en una de las ventanas rotas — es hora de correr cariño, contaré hasta 10 — se cubrió los ojos — 1, 2, 3... La que pierda muere soltó una carcajada.

—No lo pensé más y comencé a correr, salí del palacio y corrí por el sendero en busca del coche, saque mi teléfono del bolsillo y llamé a Max fue la primera persona en quien pensé, si llamaba a la policía me tomarían por loca, sonó varias veces hasta que contesto — ¡Max! Tienes que ayudarme.
—Olivia que diablos quieres estoy en clase. ¿Dónde están ustedes? ¿Se fugaron? Liam tampoco vino a clases —Llegue al coche y subí en él poniendo todos los seguros de las puertas.

—Cassandra...