Capítulo 29.-

Olivia/Lesat

Al salir del palacio me separé de Max, quería estar sola y disfrutar el tiempo perdido mientras estuve en el limbo si así podría llamarlo, me senté en una roca simplemente a respirar y a sentir los rayos del sol chocando contra mi rostro, comencé a llorar sin razón alguna, extrañaba tanto estar viva...

—No seas tan dura con Liam — la voz de Olivia resonó en mi cabeza. — El también a sufrido mucho.

Me quedé en silencio analizando sus palabras ¿En verdad a sufrido?¿El es la víctima aquí? Comencé a reír

—El me traicionó Olivia, me hizo creer que me amaba y después...— recordé el momento donde le suplicaba ayuda y el simplemente me dió la espalda— simplemente se fue, igual lo hará contigo Olivia.— abrí mi grimorio y comencé a buscar entre la tantas páginas que alguna vez escribí, había un hechizo escondido entre estás viejas páginas para debilitar al cualquier vampiro sin importar su linaje. Hojee el pequeño libro hasta encontrar aquel viejo escrito. — ahora sí estoy lista para cualquier cosa.— me levanté y camine hasta la casa de los Coleman.

DICIEMBRE DE 1835
—¿Que haces?— se acercó Liam besando mi frente — llegas mucho tiempo escribiendo — tomo mis manos y las beso, sonreí mediatamente— debes de estar cansada.

— Claro que no, amo hacer esto— di un pequeño beso en sus labios y continúe escribiendo.

— Por lo menos debería de encender más velas o te quedarás ciega— acercó unos cuantos candiles más a la mesa donde escribía para después sentarse junto a mi.

—Luna, quae noctu lucet et dat vim nocturnis creaturis, mutasti potestatem tuam et relinques eorum vires — susurro las líneas que acababa de anotar—¿Que significa?

—Es... para que halla un buen temporal...— no pude decirle que era un hechizo para bloquear los poderes de cualquier clan de vampiros en caso de necesitarlo.

—Creo que comenzaré a estudiar latín, así no tendré que estar preguntándote. Los hechizos que escribes son solo buenos hechizos.

—No, en este libro escribo todos los hechizos utilizados por mi familia, por lo menos los más útiles y poderosos, así como escribo “buenos hechizos” también escribo los que pueden causar muerte y destrucción.— se recargo en mi hombro— Deberías aprender latín, yo misma te ayudaré. — me abrazo fuertemente.—Liam... ¿Me amas? — hable después de un largo silencio.

— Te amo Lesat, tanto que daría la vida por ti.— nos quedamos en silencio solo abrazados hasta que tocaron la puerta, me levante y Liam abrió.

—¡Magestad! — apareció agitado uno de los mensajeros del pueblo.

—¿Todo bien?...

— Los soldados encontraron a un pequeño pueblo destruido, a unos 7 kilómetros al norte. Al parecer fueron los Ventrue y la Inquisición.

—Pero...¿Por qué atacaron a humanos? Si en le tratado dice...

—El pueblo no era de humanos, habitaban hechiceros y hechiceras y como aún no consuma matrimonio con el joven Coleman, el tratado de hechiceros y vampiros aún no existe y como su difunto padre lo predijo... los hechiceros son una amenaza para los piel pálida — miró algo resentido a Liam.

—¡No vuelvas a llamarlos así! — lo regañe— mientras vivan en mi reino todos somos iguales.

—Lo siento majestad — se inclino.

—¿Algún sobreviviente?

—Solo una joven hechicera, la encontramos oculta en las cavernas, estaba herida así que la llevamos con el sanador.

— Cuando esté mejor hasta venir al palacio, por favor avisa a la milicia que estén atentos y que refuercen todas las entradas al reino, debemos prepararnos para cualquier ataque de los Ventrue.

—Entendido su majestad— hizo una reverencia ante mi y se marcho

—Lesat... ¿Deberíamos adelantar la boda? — comencé a buscar entre mis cosas la espada de mi padre, la saqué de un estuche y la envaine, al igual que una pequeña daga que guarde en mi vestido—te vaz a lastimar ¿Que haces?

—Un año de relación conmigo y aún no conoces muchas cosas de mi Liam — me reí mientras el me miraba algo asustado— es más practico y rápido cortar cabezas con esto, las armas de fuego son lentas, pero no te preocupes la milicia cuenta con ellas.

—Me preocupa que puedas lastimarte — se acercó a mi y me beso en los labios tan delicadamente como si le diera miedo romperme — ¿Adelantamos la boda? — susurro al despegarse de mis labios.

—No... Faltan dos meses para la fecha acordada con todos los clanes, solo esperemos un poco más.

—No puedo esperar más — apretó mi cuerpo contra el suyo.

—Tendrás que hacerlo, la paciencia es un don que solo pocos pueden presumir tenerlo, así que trabaja esa parte de ti — volví a besar sus labios rápidamente y me separé de el para continuar escribiendo.