Blackesley.

Capítulo 3.

Las manecillas del reloj de la pared del pasillo parecían hacer un ruido espantoso. Por unos segundos dejo de escuchar a todos a su alrededor. Sintió su cuerpo temblar al oír aquella voz. No se podía negar que era fuerte, pero hasta las más fuertes tienen debilidades y Nessa no había podido superar las suyas. Debilidades que conoció durante y después de su gratificante estancia en Nowearland.

—Sigue estás indicaciones y no habrá más perdidas.

Colgó.

Preocupada, Yoi la tomo del brazo.

—¿Nessa? –Le pregunto al verla bajar el teléfono dando por terminada la llamada-. ¿Estás bien? Estas pálida.

Parecía estar en shock. Había entendido a la perfección lo que había escuchado y en su mente solo pasaban imágenes de aquella pesadilla que en algún momento fue una realidad. Los ojos se le humedecieron y la nariz comenzó a picarle. Al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer, tomo aire y parpadeo con rapidez para evitar que las lágrimas salieran.

— Tenemos que salir de aquí –contesto.

—¿De qué hablas?

—Yoi, confía en mi –busco con la mirada a Cala-. Tenemos que alejarnos de este lugar cuanto antes. ¿Y Cala?

—Se fue con Vaden al salón –Yoi noto como Nessa temblaba-. Explícame que está pasando, Nessa.

Nessa no estaba segura de querer contarle a Yoi lo que había oído pero mientras intentaba pensar en algo más no podía sacarse de la cabeza su voz a través del teléfono, la advertencia, las instrucciones y las consecuencias si no se obedecían.

—Ven –contesto mientras comenzaba a caminar.

Yoi caminó tras de ella girando a su espalda por si Cala las veía.
Por su parte, Nessa camino con rapidez y chocando con todos aquellos que se encontraban a su paso y no lograban esquivarla. Estaba nerviosa, asustada y temerosa. Y entre toda esa maraña de sentimientos, el enojo estaba creciendo. No era posible que después de tanto tiempo la historia quisiera volver a repetirse, justo ahora que parecía al fin volver a tener una vida normal con amigas normales y un chico de su misma especie con el que parecía tener algo más que una amistad.

—Nessa –la llamo Yoi-. El ascensor esta por acá.

La guio hasta el la observo por un momento. Nunca la había visto tan nerviosa, ni caminar tan rápido hasta el edificio de los dormitorios pero sabía que estaba buscando el lugar y momento necesarios para contarle lo que estaba pasando. La mente de Nessa volvió a divagar, esta vez acompañada del silencio. Muchas veces se había imaginado una vida sin Arion, sin haber estado en Nowearland y sin haber quedado marcada de por vida. Tal vez pudo haber conocido a Vaden antes que a él y ahora su vida seguiría normal para alguien de su edad. Pero el tal vez no existe.

—Yo pongo la llave –Yoi la hizo un lado al ver la mano de Nessa temblar hasta el punto de no poder abrir la puerta-. Por favor, dime que escuchaste en esa llamada.

—Yoi, empaca tus cosas y las de Cala, nos vamos –ignoro a su amiga mientras desbloqueaba el celular de la directora.

Se sabía el número de memoria y solo basto con presionar el patrón y acercarlo a su oído.

¿Hola?

—¡Roman! Soy Nessa –habló con rapidez.

Nessa ¿estás bien? ¿Dónde estás? –pregunto Román al otro lado de la línea.

—Algo raro está pasando en Roselt –caminaba de un lado a otro-. Benjamín le ha marcado a Donora y…

El sonido de la llamada terminada le erizo la piel. Desesperada, marco una y otra y otra vez el número esperando que contestara, pero eso no paso. Aquel teléfono estaba muerto, no había señal y ahora sí, no había otra manera de comunicarse con el exterior.
Faltaban 12 horas para que el encuentro entre Donora y Benjamín tuviera lugar y el problema más grande: Donora no lo sabe.
—Nessa, estas asustándome –Yoi se alejó de ella colocando su mano como barrera en su dirección-. ¿Quién es Benjamín? ¿Qué le dijo a Donora?

—Yoi… —sollozo Nessa-. Los hombres lobo están aquí.

—¿Qué? –Contesto-. No es posible, las autoridades los destruyeron en Valle Verde.

—Lo de Valle Verde fue mentira.

—¿Cómo sabes?

—El tipo que le hablo a Donora es uno de ellos –esta vez no pudo contener las lágrimas-. La amenazo y cito en una de las orillas del campus, quiere negociar con ella.

—¿Negociar?

Yoi aceptaba no saber mucho sobre los hombres lobo, aquellas noticias aún afectaban a mucha de la población mundial y aunque para muchos seguían siendo un mito o una leyenda, muchos otros que los tuvieron cerca prefirieron ignorar. Al contrario de ella, Nessa los conocía más de lo que hubiera deseado.

—La cita es en doce horas –contesto Nessa-. Tenemos que salir de aquí antes de que anochezca.

—Es poco tiempo para sacar a todos los estudiantes –Yoi parpadeaba con rapidez intentando pensar en algo eficaz-. ¿Qué vamos a decirles?

—No lo sé –Nessa volvió a observar el celular esperando que la señal regresara y poder hablar con Román, seguramente él sabría que hacer pero ahora ni siquiera estaba segura de que él supiera lo que estaba pasando en Roselt.

Abrumada, Nessa se sentó en la orilla de su cama observando un punto fijo mientras su compañera de habitación observaba el lugar como esperando ver algo que pudiera ayudarles.

—Nessa –la llamó-. ¿Cómo sabes quién es Benjamín y que fue él quien le habló a Donora?

—Yo… —No estaba lista para hablar de eso-. Román me ha mandado bastantes notas sobre el ataqué en Valle Verde –mintió-. Existen algunos videos donde se logra escuchar su voz, es inconfundible.

—¿Y si no es él? –Cuestiono Yoi-. Y si son terroristas o narcotraficantes y solo estamos creando una teoría conspirativa que está alejada de la realidad –dijo mientras caminaba hacia ella-. Piénsalo, aquí no hay nada que ellos pudieran querer.

Nessa no podía creer que Yoi estuviera dudando de lo que le acababa de decir, aunque, en el fondo, sabía que tenía razón en hacerlo. Si ella hubiera contado que es una de las sobrevivientes de Nowearland ahora todo el mundo podría creerle. Si les hubiera hablado de Benjamín, de Cyrone, incluso de Arion no estaría escuchando como su amiga duda de ella.




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