Segunda Temporada
—El bus que pasa por aquí la llevará al norte, tiene una frecuencia seguida, solo debe esperar 5 minutos —me dijo Pascual sonriendo
—Gracias Pascual —le devolví la sonrisa cruzando la calle rápidamente.
Al subirme estaba algo lleno así que fui de pie casi todo el camino y mientras estaba parada sujetada del tubo mi mente empezaba a divagar de nuevo pensando en que aún me siento fuera de mi misma, es un sentimiento extraño como si me hubiera perdido durante mucho tiempo; la vida a mi alrededor ha cambiado e incluso la ciudad ya no es como la recuerdo, pero supongo que me acostumbraré poco a poco a esta cotidianidad. Mientras iba de pie en el bus observaba el paisaje, veía edificios, casas, tiendas y un parque enorme dónde había gente paseando sus mascotas; no me cansaba de ver todo, si no que lo estaba disfrutando mucho hasta que el cobrador del bus me saco de mis pensamientos para cobrar el pasaje.
—Pasaje señorita —me dijo extendiendo la mano
Yo revisé mi bolsillo, afortunadamente encontré entre los cajones de mi cuarto 5 dólares que al parecer había dejado allí mi tía, se lo di al cobrador y el rápidamente lo vio para verificar si era verdadero y procedió a darme mi cambio en monedas de a un dólar; al contar de nuevo el dinero me di cuenta de que el pasaje ya no estaba al mismo precio de como yo recordaba si no que había subido.
Guarde el cambio en mi bolsillo y mire la ventana para saber dónde estaba, cuando por fin logré ver un centro comercial enorme me baje en la parada que estaba cerca de allí; mire a mi alrededor con asombro, este nuevo centro comercial era enorme y estaba un poco más abajo de ese colegio John Locke, al menos ahora ya tiene un centro comercial, antes era botado por aquí y no había nada más que calles vacías y unas cuantas líneas de buses que pasaban, pero ahora incluso hay muchas tiendas nuevas.
Mientras estaba parada allí ensimismada en mis pensamientos, mi teléfono sonó de nuevo así que me apresure a sacarlo del bolsillo y conteste enseguida.
—¿Diga? —sin querer respondí algo enojada
—Cari, ¿en dónde estás? —era Gery de nuevo —Kaan y yo te estamos esperando desde hace mucho, ¿no te perdiste verdad? Porque si es así dime que ves a tu alrededor para irte a buscar en seguida.
—Estoy afuera —puse la voz más calmada —¿En qué parte están ustedes exactamente?
—Ahh ya llegaste —se asombro —estamos en el patio de comidas en el último piso, ven aquí, te esperamos —colgó luego de decirme eso.
Guarde el teléfono y camine hacia la entrada principal, entre y camine por los grandes pasillo llenos de tiendas, había una leve fragancia a perfume, ropa nueva, zapatos y a dulces; pase por alado de un cine que emanaba olor a canguil recién hecho y a mantequilla fuerte, con paso rápido y viendo todo me apuraba para llegar al patio de comidas sin saber muy bien por dónde ir pero guiándome por la gente que iba delante de mí cuando de pronto me fijé que las personas me veian mucho, incluso algunos se giraban para verme mejor.
—Mira esa chica ¡qué alta es! —decían unas chicas que pasaban por alado mío
—Mami mira —grito otro niño — ¡Una gigante! Parece un poste.
—Shh mi vida —la mamá le tapó la boca para evitar que gritará —puede oírte, no lo digas en voz alta
—¡Wao! Acabo de verá un ángel —dijo un chico que estaba junto con otro y tenían uniforme de colegio —ella si es mi tipo
Negué con la cabeza mientras caminaba, la gente no cambia, les gusta estar hablando de los demás a sus espaldas, pero bueno a su manera me dan cumplidos y eso de alguna forma u otra me hace sentir bien, me subí a unas escaleras eléctricas para llegar al 3 piso, cuando me baje de ellas empecé a buscar a las chicas; que a lo lejos me vieron y levantaron la mano.
—¡Amorcitoo! —grito Gery con la mano alzada para que la vea —aquí estamos
—Me dirigí hasta dónde estaban ellas sentándome en su mesa —¡Chicas! Hasta que por fin las veo.
—Aunque no fue mucho tiempo el que estuvimos separadas, nosotras también te extrañamos mucho chiquilla —me dijo Kaan tomando Coca cola
—Pero lo importante es que ya estamos de nuevo juntas — Gery comía un pedazo de pizza de un cartón grande que tenían en la mesa —come amor —señala la pizza para que coja un poco
—Gracias —agarre un pedazo grande —¿y bien? ¿Hay noticias nuevas?
—Justo de eso te queríamos hablar —me dice Kaan —te sorprenderás lo que encontré sobre nuestras joyitas jaja, incluso yo que he visto todo tipo de cosas me asombre al enterarme de sus vidas.
—¡Ja! —mastiqué rápido— viniendo de esos animales no me va a sorprender nada, suéltalo —le hice una señal con la mano para que siguiera hablando.
—¿Por quién quieres que empiece primero? —emoieza a buscar algo en un nuevo y moderno celular que sacó del bolsillo.
—Empecemos por los principales —dije —ya sabes de quienes hablo.
—Si lo sabemos —dice Gery —de los queridos A y J.
—Bien, te hablaré de A quien ha hecho crecer más su club de tortura —hace comillas con los dedos —ahora intimida a los chicos de primer de bachillerato y de décimo de básica, como está en último año se cree la jefa de todo el colegio.