Desconocido
Mi vida siempre ha sido un caos, desde pequeño tuve un sinfín de problemas, todo empezó desde la muerte de mi padre a mis 9 años de edad, siempre lo he visto por sueños que parecen demasiado real, aunque no lo sean.
Flashback
La oscuridad reinaba en el cielo, pero aun así los pequeños puntos de luz hacían que fuera una vista hermosa, lo había perseguido hasta aquí aun así creo que solo fue un acto de mi imaginación ya que él está muerto, lagrimas pasan por mis pequeñas mejillas, no entendía que pasaba, ¿Por qué me atormentaba? Tenía miedo, a pesar de que conozco donde vivo esto es completamente extraño las casas están alineadas de diferente forma, como si estas fueran otras y no las que yo conozco, escucho murmullos y sin más salgo corriendo con mucho miedo, cuando paro puedo ver que estoy más perdido que antes, enfrente de mi se encuentra una casa de dos pisos que nunca había visto, paso sin hacer la mayor bulla, y me escondo entre unas herramientas en el patio trasero, no aguanto más y lloro. Lagrimas pasan como si de un rio se tratará, pongo mi cara entre mis manos para que mis sollozos suenen menos, no sé qué hacer.
- ¿Te encuentras bien? -dice una niña de mi edad mientras se acerca con mucho cuidado, tiene un pequeño oso de peluche al cual lo rodea su brazo, me quedo perplejo ante ella no sé qué hacer las lágrimas aún siguen cayendo, la observo, gracias a la luz pública puedo apreciar sus ojos azules brillan como el cielo de la mañana.
- ¿Eres mudo? - habla otra vez mientras me mira con el ceño fruncido- aunque... si eres mudo no sé por qué te lo pregunto obviamente no me puedes escuchar ¿o sí?
La miro sin entender, ella aún espera que yo le haga una señal de vida.
-N-o..., no, no soy mudo –digo entre sollozos mientras limpio mis lágrimas.
- ¿Qué haces aquí? -dice mientras me mira fijamente- ¿estas perdido? -dice intentado acercarse, algo que hace que me esconda más.
-vete-le digo mientras me cubro la cara con las manos.
-no tengas miedo-dice de una forma dulce.
-ten –dice mientras me entrega su oso de peluche- créeme cuando lo abrazas se te van todos los miedos.
-no lo quiero, ni siquiera me conoces para querer ayudarme. - lo niego.
-no hay necesidad de conocer a alguien para saber si es bueno o malo eso se refleja en sus ojos. -dice mientras me mira a ellos- y en ti miro luz –mira hacia abajo y pega sus ojos en el dije de árbol que me dio mi padre- yo tengo uno igual –dice mientras saca un dije de árbol igual al mío la diferencia de ese es que es blanco y el mío es negro- aunque no es del mismo color- dice mientras hace una mueca.
- ¿Qué te parece si cambiamos de dije? -dice con una sonrisa sincera, wow esta niña de verdad es confianzuda, observo como se quita su dije y me lo entrega.
-Está bien si así vas a dejar de hablar conmigo –digo mientras me quito el mío, son exactamente iguales solo cambia su color, y se lo entrego, mi llanto ceso, por alguna extraña razón el miedo se ha ido.
-por cierto, soy Hannah-dice ella con una sonrisa, le iba a decir mi nombre cuando pasa.
- ¡No se acerquen! -grita una voz familiar, pero no logro reconocer de quien se trata ya que por un solo segundo nuestros dedos se rozan debido al susto, haciendo que un gran destello aparezca.
Despierto asustado, miro para todos lados y ahí me doy cuenta de que estoy en mi habitación.
Todo fue un sueño.
Por instinto pongo mi mano en el cuello, y agarro el dije que está en él, y allí me doy cuenta de algo, mi dije ya no es negro ahora es blanco.
Fin del flashback
Desde ese día la he buscado por cielo y tierra, pero todo ha sido en vano. Aún tengo la esperanza que se recuerde de mí.
Algún día te encontrare Hannah...
Editado: 22.02.2021