Blinding Love

Capítulo 16: Dios es Mujer

Capítulo 16: Dios es mujer

Eramos la noche y el día, pero que noche la del aquel día. 

 

El festival estaba repleto de gente, y así mismo cada minuto que pasaba llegaban más personas como también algunos artistas que vinieron a presentarse. Aunque todos ellos estaban alejados de la realidad del porque hacíamos este evento. Observe como Jazmín conversaba con los que harían el trabajo, estaba hipnotizado por la habilidad que tiene aquella pelirroja, estaba totalmente seguro de que mi amor hacia ella era por los millones que me hacia generar. Cada vez que veía como los números de mi cuenta aumentaba, así mismo crecía mi amor por ella. Ella era como mi mina de oro, y aunque era consciente de los sentimientos que ella sentía por mí, aquello no me impedía de seguirle el juego.

 

Y tenia que admitir que la mujer era hermosa, demasiado, y aquel carácter, «joder ese carácter de ella me volvía loco, me encantaba» pero eso no hacía que sintiera otros sentimientos, solo la quería para dos cosas, para seguir haciéndome rico y para follarmela.

 

Para más nada me interesaba Jazmín.

Así que por ahora impediré que alguien se le acerque y trate de enamorarla. No puedo perderla, la necesito a mi lado. Cualquier hombre que quiera estar con ella, es hombre muerto.

 

Noté como todos se iban a trabajar mientras que ella, también estaba preparado sus cosas para hacer lo mismo, así que la detuve.

 

  • ¿Qué sucede? – pregunto ella con la mirada divertida.
  • No tu no trabajaras – dije – quiero que te quedes conmigo todo el evento.
  • ¿Todo el evento? – pregunto viéndome coqueta, cosa que me hizo sonreír.
  • Toda la noche.

~*~

 

Aquello parecía de ensueño, no podía creer que aquellas palabras habían salido de los labios de Alexander. Le estaba contando a Connor emocionada lo que había ocurrido mientras este me observaba atento como si se tratara de algún capítulo de una de sus series favoritas. Siempre me comparaba con Blair o Serena de Gossip Girl, el siempre bromeaba con que un día era una y al otro día era la otra.

 

  • Me siento muy feliz por ti, pero como quiera debes tener cuidado – dijo.
  • Lo sé, créeme que lo sé.

Iba a decirle algo más, pero note un grupo de bailarinas que habían salido de un espectáculo de un artista que estaba cantando, cambiándose en los camerinos, pero dos de ella las conocía perfectamente. Aunque bueno solo conocía el nombre de una de ellas, la chica rubia sumamente maquillada debido a los golpes que le habían dado, salió del camerino vestida para disfrutar del festival mientras que su otra amiga seguía sin salir, aquello no era el problema, sino que Alexander estaba hablando con ella y la miraba con ¿fascinación? ¿deslumbrado? ¿risueño? Con una mirada que jamás me ha dado, Alexander nunca me ha visto como la ve a ella. Connor noto mi palidez y se giro a ver que yo miraba hasta que entendió de que se trataba.

 

  • Joder, tranquila Jazz, quizás sean amigos – dijo tratando de tranquilizarme. Sin decir nada, salí de aquella tarima y comencé a mezclarme entre las personas, saqué mi celular de mi bolsillo y le escribí a Akihiro.

De: Jazmín

Para: Akihiro

 

            ¿Dónde estás? Quiero verte.

 

De: Akihiro

Para: Jazmín

 

Estoy de camino a un festival con unos amigos, ¿quieres unírtenos? O si quieres los dejo ahí y paso por ti y vamos a otro lugar.

 

Para: Jazmín

De: Akihiro

            De acuerdo, nos vemos en una hora en el hotel Palace.

 

~*~

 

Gracias a dios logre que una boutique, me vendiera algunas prendas para vestir, ni loca iba a estar en la recepción del hotel con dicho maquillaje y brasier llego de diamantina. Así que tan pronto llegue conseguí un hermoso top blanco, me quite el maquillaje y me hice otro mas sencillo y así que estaba esperándolo, cuando lo vi llegar tan feliz como siempre.

 

  • Hola hermosa – saludo dándome un beso en la mejilla.
  • Hola, lo siento por hacerte perder aquel festival – dije, pero el negó.
  • Tranquila Jazmín, para mi siempre es un gusto verte – respondió y añadió – Así que hoy es viernes es de noche, ¿Qué tal si nos vamos a bailar salsa? – asentí riéndome y ambos nos fuimos a un bar en la quinta.

 

Después de una larga conversación donde ambos nos estábamos riéndonos, los dos nos encontrábamos bailando como dos enamorados en aquella pista. Aunque ninguno de los dos sabíamos hacerlo, los dos estábamos disfrutando de la velada. Literalmente ni recordaba la razón por la que lo había llamado, Akihiro tenia esa habilidad de hacerme olvidarme de todo.




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