Capítulo 30

—¿Qué hay con Transilvania? —respondo de inmediato.

Transilvania es una región histórica de Rumania, muy conocida por ser el lugar en el cual se supone que habitaron los vampiros, o al menos eso creen los humanos. También muchos saben de ella ya que se cree que allí vivieron los vampiros más poderosos de todos los tiempos. Mis padres siempre me prohibieron hablar de Transilvania, decían que es un lugar muy peligroso y por nada del mundo debo ir. Los vampiros que habitan en esas tierras no son como yo ni como era mi familia. Ellos cazan personas para extraerles la sangre y demás órganos.

—Como muchos de ustedes deben de saber, Transilvania es conocida por ser el lugar donde habitaron los vampiros —continúa diciendo el profesor mientras camina de un lado a otro.

—¿Es en serio profesor? —Keren se echa a reír.

—¿Qué pasa señorita? —le responde confundido.

—¿Usted cree en los vampiros? —habla Keren incrédula.

—¿Qué tienen que ver los vampiros con el cáncer? —se pronuncia Lily algo enojada mientras se pone de pie.

—A eso voy, no se alteren. Miren muchachos, tal vez muchos de ustedes me tachen de loco o no me crean lo que les voy a decir, pero igual les diré. Yo he estado investigando desde hace muchos años todo este asunto de curas para enfermedades, he leído muchos libros y he indagado por muchísimas páginas en internet. Gracias a ello, he llegado al descubrimiento de que las enfermedades que aún no tienen cura, pueden tenerla con una sustancia que se encuentra en el gen de los vampiros. Por eso entra aquí el tema de Transilvania.

—¿Entonces se supone que debemos ir a Transilvania a cazar un vampiro para que muerda a un enfermo y así le cure el cáncer? —le dice Sarah sarcástica mientras se acomoda sus rizos dorados—. Es ilógico.

—No, claro que no. En realidad aún no se ha confirmado que los vampiros realmente hayan existido, pero está claro que actualmente no existen, ya que es muy difícil que se oculten con lo avanzado que está el mundo. Si en un pasado existieron, Transilvania fue el hogar de la mayoría de ellos, por eso ahí deben de quedar algunos rastros de los vampiros, incluso podemos encontrar sus esqueletos. Nada perdemos con intentarlo.

—¿A qué quiere llegar con todo esto profesor? —pregunto para ponerle fin a la conversación.

—Les quiero proponer que planeemos un viaje a Transilvania. Servirá como proyecto de química, además podremos descubrir de una vez por todas la cura para estas enfermedades mortales. Evitaríamos muchas muertes en el mundo, y además se librarían de los exámenes en mi materia.

—Profesor, ¿por qué mejor no planeamos un viaje a otro lugar? Digo, yo prefiero estar de compras en Roma o París que ir a Transilvania a buscar a unos chupa sangre —propone Sarah, algunos se ríen al escuchar su referencia de "chupa sangre" hacia los vampiros.

Aprieto mi mano con fuerza para alivianar mi enojo. Es difícil escuchar como ofenden a tu especie sin poder defenderte, además de que ignoren tu existencia, aunque en realidad es lo mejor. Prefiero que crean que soy un ser humano como ellos.

—Señorita, las compras y la moda no tienen nada que ver con la cura para enfermedades —le dice el profesor a Sarah.

—Profesor, es que a mí no me importa descubrir curas para enfermedades —comenta sin mostrar interés alguno.

—Vaya, y así quiere ser doctora. No le van importan para nada sus pacientes —me susurra Dressler, y tiene mucha razón.

—¿Y qué tal si su padre o su madre tuviera una de estas enfermedades? —continúa preguntándole Mark—. Me imagino que usted haría todo lo posible por buscarles una cura.

—Eso jamás sucederá profesor, mi padre es un empresario muy millonario, él jamás se enfermaría, y si lo hiciera, podría pagar un buen doctor.

—Lo que es la ignorancia —susurra Keren, aunque todos pueden escuchar perfectamente su comentario.

—¡Buenos días! —saluda la bibliotecaria Grace tocando la puerta del laboratorio repentinamente, la cual se encuentra abierta.

—Buenos días señora Grace, ¿qué la trae por acá? —responde el profesor sorprendido y tratando de ocultar los vidrios con el pie.

—Sólo hago el trabajo de la señorita Judith, ella aún se encuentra desaparecida. 

Inmediatamente dirijo mi mirada hacia la bibliotecaria al oír su comentario. Es muy extraño que Judith lleve tanto tiempo desaparecida, algo extraño hay detrás de todo esto. No es común que sucedan estas cosas, y menos en una universidad.

—Pobre de Judy, espero que esté bien —expresa el profesor triste.

—Veo que hubo un pequeño accidente —dice Grace tras mirar los vidrios en el suelo—. Bueno, lo que vengo a informar es que ya pueden pasar al bosque de la universidad para la fotografía de la generación de este año. El grupo uno es el encargado de ir primero.