01; memory lost

-Gracias por salvarme la primera vez. Y por todo lo de después. Te amo, Marcel.

-Te amo- murmura él.

Me mira y su mirada se endulza, abre su boca para hablar cuando Elijah aparece, tomándonos a Marcel y a mí por el cuello, presionando nuestros cuerpos contra una de las columnas del patio.

-Perdóname, Marcel.

Comienzo a forcejear para que me suelte cuándo veo a Freya llegar mientras recita un hechizo.

<<Kya, cariño>>

-¡No! ¡Elijah suéltame ahora!

Ignorándome completamente, acerca su mano a mi cuello y me arranca mi amuleto antes de que pueda darme cuenta, dejándome sin las fuerzas necesarias para vencerlo, antes de apartar su mano, lanzarme al suelo y presionar su pie en mi garganta.

-Lo siento mucho, Kya. No quiero lastimarte, pero no tenemos otra opción.

Freya toma el brazo de Davina, elevando la voz a medida que prosigue con el hechizo.

-No, por favor. ¡Romperás el circulo! ¡Por favor, por favor para esto! - ruega desesperada e intento con todas mis fuerzas disponibles, liberarme- ¡No me hagas esto a mí! No me hagas volver, ¡por favor! ¡Marcel!

<<Estas preocupándome...>>

Comienza a llorar y soltar chillidos, mis ojos llenándose de lágrimas al instante cuando pide por mí.

-¡Kya! ¡Kya! ¡No, por favor, no me dejes ir! ¡Marcel! ¡No! ¡No me dejes ir!

Elijah le rompe el cuello a Marcel, que no dejo de intentar liberarse, al igual que yo. Aprovecho su distracción para partirle la pierna e intentar correr a buscar mi amuleto, pero me toma de los pies logrando que me golpee contra el suelo.

-¡No lo hagas, Freya! ¡Freya, por favor, tiene que haber otra manera! ¡No puedes hacerle esto a mi hermano!- chillo queriendo zafarme, sin éxito, de las manos de mi hermano mayor- ¡Por favor, van a acabarla! ¡Davina!

<<Kya...>>

Su mano pasa de su color natural a verse brevemente iluminada por una luz azul y terminar siendo negra. Sale despedida hacia atrás y desaparece de mi vista, dejando un grito en el aire. Incluso cuando ya no puedo verla, la oigo soltar un grito desgarrador, rompiéndome el alma en mil pedazos. Me zafo de los brazos del honorable cuando afloja su agarre, corriendo al círculo donde mi brujita debería estar.

-¡No! No, no, no. ¡No! ¡¿Qué hiciste?!- exclamo llorando- ¡¿Qué demonios has hecho, maldita sea?!

<<¡Kya! Joder, Kya>>

De repente todo se vuelve borroso para mí durante unos interminables segundos y luego me encuentro de pie en el patio de nuestro hogar, justo detrás de Kol y con Elijah a mis espaldas, ambos protegiéndome, con una horda de vampiros estúpidos a mi alrededor. Marcel y Kol discuten.

-Sé que estas herido- habla mi hermano, acercándose a Marcel-. Yo amaba a Davina también. Y le rompería el corazón verte así.

-No. No digas su nombre. Si no fuera por ti ella seguiría viva.

Kol golpea la mano de Marcel, que se había acercado mientras lo señalaba con su dedo, acusándolo.

-Pero ella no lo está. Esto es un insulto a su memoria.

Todo pasa tan rápido que cuando quiero darme cuenta, Marcel golpea a mi hermano y este cae al suelo, recomponiéndose rápidamente para atacar, pero...

-¡No!

<<Kya, por favor>>

Kol había intentado clavarle la daga de Papa Tunde a Marcel, pero él lo detuvo y mordió a mi hermano, que soltó un grito de dolor a mi par. Caigo de rodillas al suelo al sentir la mordida entre mi cuello y hombro como si realmente me hubieran mordido a mí y no a Kol. La conexión que hay entre nosotros es demasiado fuerte, por lo tanto, lo que sea que le pase al otro va a afectarnos de alguna manera. Como ahora, que al intentar arrastrarme hacia donde mi hermano se encuentra, siento como las alucinaciones quieren apoderarse de mí, a menos que muera primero.

<<¡Kya, maldita sea, despierta!>>

-¡Kol! ¡Ah, demonios!- suelto una especie de lamento, un grito de agonía, de tristeza.

Lo único que puedo llegar a hacer es caer sobre Kol, abrazándome a su cuerpo y cerrando los ojos, con la tranquilidad de que al menos voy a estar a su lado cuando muera.

-Lo siento, hermanito- susurró, con la esperanza de que pueda oírme-. No pude salvarla, no pude salvarte... no pude salvarnos, Kol. Lo siento tanto.

Siento sus brazos rodearme débilmente justo antes de caer desmayada en la calidez que solo él puede darme. 



 

Completamente sobresaltada y sudada de pies a cabeza, Kya despertó casi sin respiración, con las mejillas empapadas en lágrimas y los ojos cristalizados, que le impidieron ver lo cerca del rostro preocupado de Hayley que se encontraba.

-Joder, Kya. Me asustaste- susurro la loba en su oído al abrazarla-. ¿Estás bien?

La vampira solo pudo aferrarse a Hayley como si le fuera la vida en ello, queriendo quedarse en sus brazos todo lo que fuese posible.

-No estoy bien. Quiero, pero no lo estoy- comenzó a llorar-. Yo solo... a veces lo único que quiero es morir, Hayley. No puedo vivir sin Kol, no puedo, no puedo. Quiero a mi hermano. Quisiera poder volver en el tiempo y borrar todo lo que pasó. Desearía que Esther nunca nos hubiera convertido en lo que somos, desearía que Henrik no hubiera muerto- la voz se le rompió al nombrar a su hermano menor-. Desearía que Mikael nunca hubiera sido tan cruel con Niklaus, desearía que le hubiese dado ese amor de padre que siempre se mereció. Todo esto... es todo culpa de ellos, nuestros propios padres nos arruinaron a tal punto que ya no hay vuelta atrás, ya no podemos ser arreglados Hay, no hay nada que hacer ahora más que vivir con los daños que nos causaron. Desearía que Esther nunca se hubiera casado con él.