19. No estoy alterada...

He soñado con este lugar, de hecho, he estado muchas veces aquí de las que puedo contar, en mis sueños. Como un sitio cercano y relajante con una pizca de peligrosidad.

La sensaciones son más fuertes ahora, reales... Me doy cuenta de lo dañado que está el mundo humano hoy en día. Dean tiene razón, puede que los Pounders sean más dados a peleas, guerras o enfrentamientos, pero al menos son capaces de cuidar su mundo.

No hay basura, el ambiente es puro y limpio. Esto último me resulta contradictorio teniendo en cuenta la estructura de las casas de Heshville aquí. Son variadas, desde estilo gótico a moderno y ambiguo.

Ver a Pounders pasando con su flashlighter por cada esquina es fascinante. Me siento como una niña pequeña en un parque de diversiones. Es decir, es Heshville, pero aquí abajo la energía es mayor.

—A diferencia del mundo humano Heshville es bastante reconocido a nivel mundial por los Pounders —explica a mi lado Gwen, al tiempo que balancea un arma en su mano como si se tratará de una sombrilla—. Les sorprendería la cantidad de guerras que se han presentado. Además, se producen muchos festivales, el más importante del año será dentro de unos meses.

—Son festivales asombrosos —interviene Dean apareciendo a mi izquierda—, no importa si eres humano o Pounder, puedes venir.

—No si no sabes que esto existe —indaga Liam, que camina junto con Rowan y Logan a su lado, los demás se encuentran detrás de nosotros.

—Son grandes conmemoraciones, nunca tienes idea de lo que te puedes encontrar —prosigue Gwen—; razón por la cual también es muy peligroso. Puedes drogarte o ponerte ebrio en una noche y al amanecer despertar con tu peor enemigo buscando venganza —frunce el ceño con disgusto evidente—, supongo que eso es lo que sucede cuando se tiene una tendencia impulsiva. Todo se ha vuelto más peligroso gracias a los Fixtponds.

—¿Fixtsponds?

—Los Pounders con la maldad. Peleamos con ellos la primera vez que nos vimos —en realidad, no me fije demasiado en eso. Estaba preocupada de que no les pasará nada a los demás, sólo atine a hacer despertar mi sentido de pelea.

—¿Por qué son así? —cuestiono con gran intriga en mi voz—. ¿Por qué los Fitxponds actúan de esa manera? ¿Qué les sucedió?

—Algunos son reclutados —explica Dean—, otros se entregan. Los Fitxponds nacieron cuando yo todavía no existía, y si existía debía ser un bebé —se encoge de hombros—. Sé lo que todo el mundo sabe.

—¿Y qué es lo que todo el mundo sabe?

—¿Alguien te ha dicho que eres muy demandante? —ruedo los ojos. Sólo quiero que deje de ponerle misterio al asunto—. Dicen que los Fitxponds tienen un jefe. Realizó una serie de pociones para obtener mayor poder, desafortunadamente, no sólo fue mayor poder, también maldad extrema. No importa si no les has hecho nada o jamás te han visto, el punto es que atacarán quieras o no, sin importar el lugar que sea. Se dice que lo que buscan es territorio, después de todo, una vez atacado el lugar son pocos los que deciden volver a integrarse allí.

—El lugar en el que estábamos...

—Ahí sucedió la primera guerra entre Fitxponds y Pounders —confirma mis sospechas—, en 1999. Después de ella se pensó que los Fitxponds se habían desintegrado por completo, incluido su líder. Pasaron alrededor de diez años antes de que volvieran a aparecer; tu mamá y tu papá participaron en ella.

Trato de hacer a un lado lo último.

Un paso a la vez.

—¿Cómo es posible?

—Nadie lo sabe —me dirige una mirada corta mientras pasamos la calle—. Nosotros estábamos ahí porque pensábamos infiltrarnos al lugar, correr el riesgo. No creíamos encontrarnos con seis humanos y Pounder en medio de la nada, ni siquiera bien entrenados.

—¿Los humanos también entrenan? —cuestiona Tyler.

—Lo hacen —afirma Logan—, pero su entrenamiento es más fuerte debido a que luchan contra humanos y Pounders.

—Suena interesante —comenta Rowan.

—¿No hay oficios normales para Pounders y humanos? —escucho a Sara.

—Puedes escoger un trabajo normal como contador, arquitecto, gerente de empresa, algo que tenga que ver con pociones, se gana mucho dinero en ese trabajo. Puedes entrenar a los que necesitan ser entrenados, hacerte parte de una organización —dice Tiffany con tranquilidad—. Por su puesto, al igual que los del mundo humano no faltan los ricos que sin mover un dedo tienen su vida hecha.