Yoongi no es de trabajar mucho en equipo, la única vez que lo hizo fue con Kim Seokjin y no duraron mucho, pero ahora tiene a un chico alto con unos grandes ojos y pequeños aires de grandeza, a un chico torpe que destruye todo lo que toca y a una pequeña y sumamente tierna bolita azul que no se despega de su lado, y se pregunta cómo es que llegó a eso.
Oh claro, la causa se llama Jung Hoseok. Agh... Yoongi le cobraría el doble por soportar a estos chicos.
—¡Entonces sé feliz!—gritaron o... ¿Cantaron? Tres escandalosos chicos. Yoongi bufó molesto mientras los veía desde atrás.
—¡Namjoon hyung es muy divertido!— gritó Jimin emocionado. Lo abrazó por el torso a la vez que caminaban—. Es como el hermano mayor que siempre quise.
Yoongi al escuchar a Jimin, lo arremedó de forma infantil en voz baja, viró los ojos y pudo ver que Jungkook lo observaba con diversión. Afiló su mirada haciendo que Jungkook tragara duro y apartara la vista.
—Yoonnie hyung...—la dulce voz de Jimin llegó a sus oídos provocando que se despabilara de sus pensamientos. Le prestó atención al chico mirándolo a los ojos; rayos no, mala idea, mejor miró su... frente. Sí, su frente—. ¿Podemos parar un momento? Ya me cansé.
Antes de que Yoongi pudiera abrir la boca para negar el pedido del chico, Namjoon se había girado hacia ellos y ya se había acercado.
— ¿Ah? ¿Jimin, estás cansado? Puedo llevarte en mi espalda si quieres—ofreció el chico de forma inocente, sin dobles intenciones. La dulce sonrisa con hoyuelos de Namjoon se hizo presente e hizo a Jimin sonrojar.
—Descansemos—interrumpió Yoongi antes de que Jimin pudiera emitir sonido alguno. Tomó al chico de cabello azul suavemente por el brazo y lo sentó en un tronco que estaba cerca de ellos—. Diez minutos.
— ¡Gracias hyung!—Jimin se aferró al brazo derecho de Yoongi y frotó su mejilla contra el mismo—. ¿Ya le dije cuánto lo aprecio? ¡Mucho!
Yoongi fingió no haber escuchado las dulces palabras de Jimin y en su lugar solo revolvió el azulado cabello del chico con su mano libre.
El menor guio su mano hacia la grande de Yoongi y comenzó a jugar con ésta, provocando que el pulso del chico se disparara. Evitó mirar a toda costa al rostro de Jimin y el de los otros dos presentes, porque estaba seguro que su rostro se encontraba rojo. Lo pudo sentir, sintió el calor en las puntas de sus orejas y mejillas y eso solo aumentó su nerviosismo.
Sintió un cosquilleo en la punta de los dedos, un cosquilleo que le pedía a gritos algo, algo que Yoongi no estaba dispuesto a hacer, pues sabía muy bien que significaba aquel vuelco en el estómago, aquel vergonzoso sonrojo y se negaba rotundamente a sentirlo.
A pesar de sus peleas mentales con sí mismo de lanzar la mano de Jimin lejos de la suya, la mantuvo ahí. Sin hacer el más mínimo gesto de disgusto.
—¡No puedes hacer eso, Namjoon hyung!—reprendió Jungkook por lo bajo, con cuidado de no ser escuchado—. Mira que ligarte al novio de uno de los mercenarios más peligrosos qué hay en los cinco reinos ¡No está bien! Nos podría matar en un parpadeo y todo por su calentura.
—No estoy ligándomelo—se defendió mientras se cruzaba de brazos. Negó con la cabeza ante la acusadora mirada de su amigo—. Solo estoy siendo amable. ¿Y tú cómo sabes que son novios?
—Míralos—Jungkook apuntó con su barbilla en dirección a Yoongi y Jimin. El mercenario viéndose nervioso y el otro viéndose como siempre, una ternurita—. Yoongi hyung se ve nervioso por la cercanía y mimos provenientes de su novio, porque bueno, él es Min asesino-badass-lomo plateado-Alfa-Yoongi y no suele demostrar sus sentimientos, así que cuando su pequeño y tierno chico lo mima, le da nervios.
—¿Crees que me mate mientras duerma?—preguntó angustiado. Los ojos de Namjoon viajaron hacia el mercenario y se percató de la pequeña sonrisa que trataba de ocultar con su mano—. Sí... seguramente lo haga.
—No sea tan pesimista, hyung—colocó una mano en su hombro y le dio un apretón en un vago intento de reconfortarlo—. Sólo no trate de ligarse a su novio.
—Que no estaba... está bien.—alborotó sus cabellos y volvieron a acercarse a los supuestos novios— ¿Retomamos camino?
—Un rato más...—pidió Jimin, mirándolo con sus ojos de cachorro regañado. Namjoon sonrió por la ternura que le causaba el chico y estaba a punto de abrir la boca, pero Jungkook le dio un golpe en la espalda y tuvo que negarle la petición a Jimin— ¡Por favor, hyung! ¡Le prometo que le cantaré la canción que tanto le gusta!
—Jimin...—murmuró Namjoon nervioso cuando vio que Yoongi fruncía su entrecejo y se soltaba disimuladamente de la mano de Jimin.—En serio, yo... no es... no es necesario, peque... Jimin.
—¡Hyung!—reprochó Jungkook por lo bajo. Rodeó la torso del moreno con su mano y lo alejó un poco—. ¿Qué le dije?¡Decirle pequeño no es adecuado!
—No le dije así, casi lo hago, pero no fue así—se defendió cruzándose de brazos. Miró hacia su espalda, donde se encontraba Yoongi observándolos fría y fijamente, a Namjoon lo golpeó brutalmente un escalofrío y se giró hacia Jungkook asustado—. Me está viendo feo, Kook.
—Fue su culpa, hyung—Jungkook le dio una palmadas en la espalda y regresó donde se encontraba el mercenario.
[...]
—¡Yoongi Hyung!— se escuchó la jovial voz de Hoseok cuando el mencionado atendió la llamada que había estado ignorando en la última hora—. ¿Dónde se encuentra ahora? ¿Ya casi llega?
—Sí, Hoseok. Ya estoy en el mercado del quinto reino, solo falta que me digas que estatus tiene la persona con la que se casó para saber dónde buscar.
—Es un maldito príncipe—masculló con rabia mientras que Yoongi maldijo mentalmente. No podía creer en todos los problemas en los que esa misión lo estaba metiendo—. Bueno, es el hijo bastardo del Rey. Pero cuando el príncipe huyó hace años, él se convirtió en...