Observó como Yoongi restregaba la punta de su nariz contra la mejilla de Jimin y sonrió, con una pizca de tristeza acompañándola, quería estar así con alguien. Su madre siempre le recordaba que él era una gran persona y que cualquiera quisiera estar con él, pero la única persona con la que quería estar, lo alejaba y aunque aparentaba que no le dolía, lo hacía.
—¿En qué piensa, hyungie?—preguntó Jungkook sentándose a su lado.
—Nada en realidad—mintió regalándole una sonrisa, esta vez no era muy sincera.
—Uhm, esa es su cara de "Quiero llenar de mimos a alguien y quiero que me llenen de mimos también"—mencionó un poco divertido dándole un pequeño empujón a Namjoon.
—Voy a morir solo—se lamentó dejando caer su cabeza en el hombro de Jungkook. El azabache comenzó a acariciar los mechones rosas de su hyung.
—Mientras yo viva, nunca estará solo, Joonie hyung—Jungkook tomó entre sus manos el rostro de Namjoon para que lo mirara a los ojos.
El mayor sonrió con ternura y asintió, Jungkook tenía razón. Siempre se tendrían el uno al otro.
—Y yo puedo llenarlo de mimos, como de que no—Jungkook sonrió y segundos después besó la pequeña nariz de Namjoon, haciéndolo reír ligeramente.
—Sí, no fueras mi hermano ya me habría casado contigo—comentó divertido con los ojos cerrados, sintiendo los suaves labios de Jungkook por su rostro. Lo sintió detenerse y abrió los ojos—. ¿Qué pasa?
—Nada, Joonie hyung... solo, uhm... me puse a pensar que cuando se case, lloraré mucho—comentó divertido para quitarle un poco de tristeza a su voz.
—¿Por qué, pequeño?
—Bueno, usted se irá de la casa y tendrá hijos y yo...—las tristes palabras de Jungkook fueron interrumpidas por los brazos de Namjoon que rodearon con fuerza al azabache.
—No te dejaré, ¿Sí? Si es posible te llevo conmigo—susurró contra su cabello. Sintió a Jungkook asentir y en segundos sintió su hombro mojado, por lo que separó al menor de su persona para mirarlo de frente.— ¿Por qué lloras, Jungkookie?
—Lo amo tanto, Joonie hyung—los labios de Jungkook temblaron y una lágrima escapó de su ojo, la cual fue limpiada por Namjoon.
—Yo también, kook, yo también—Namjoon volvió a abrazar a Jungkook y éste escondió su rostro en el pecho de su hyung.
[...]
—¿Estás enojado, Binnie?
—Hum...—fue lo único que emitió sin apartar la vista del frente. Y solo con eso, Eunwoo supo que lo estaba.
—No fue me culpa que él me besara, ¡Solo se abalanzó sobre mí! La gente está cada día más loca—se excusó mientras hacía ademanes para explicar su punto. Moonbin solo asintió sin prestarle atención.
—Casi arruinas la misión—reprochó una vez más, Eunwoo bufó comenzando a molestarse, llevaba echándole eso en cara desde hace minutos.
—No. Tú no estás enojado por lo de la misión, es otra cosa y me vas a decir qué—demandó tomándolo del brazo, haciendo que parara su caminar.
—¡Agh! Ya dile que estás enamorado de él y acaben con esa tensión que se cargan—interrumpió MinGyu estresado. Llevaban varios minutos en esa discusión y ya no los soportaba.
Moonbin suspiró nervioso pero frunció el ceño y siguió caminando, sin hacer caso a Eunwoo.
—¡Hey, Moonbin! ¿Es cierto?
—Sí bueno, tal vez me gustas un poco—aceptó sin vergüenza alguna a la vez que se cruzaba de brazos.
Eunwoo entreabrió la boca sorprendido por la sinceridad de Moonbin —aunque todo el tiempo el chico era bastante honesto, quiso creer que con respecto a los sentimientos era un poco más reservado— y soltó una risa, pero no era una burlona, sino una nerviosa.
—No tienes que reírte, sólo dime que no sientes lo mismo y que prefieres a los chicos totalmente contrarios a mí.—Moonbin comenzó a jugar con sus manos y aunque quisiera aparentar que no le afectaba, lo hacía.— Respeto tu decisión, pero no podríamos seguir siendo compañeros. Recuerda, "protocolo para proteger los sentimientos de tu compañero" lo creamos cuando teníamos diez años.
—¿Desde cuando?
—Desde los diez años, esa es la razón por la que creé el protocolo—admitió sintiendo su corazón acelerarse y sus manos sudar.—No quiero seguir teniendo esta conversación.
—Binnie...
—En serio, Eunwoo, deja el tema atrás...—insistió el chico.
—¡También me gustas!—lo interrumpió antes de que huyera y no pudiera decirle la verdad— Me besaba y buscaba chicos para ponerte celoso pero nunca veía reacción tuya y me desanimé.
—¡Chicos estamos cerca!—gritó MinGyu varios metros adelante, ignorando con totalidad lo que pasaba entre los amigos.
—Tendremos esta conversación más tarde—prometió Moonbin comenzando a caminar—. Ahora tendremos que poner a salvo a Yoongi.
—Está bien.
—En ocasiones en estas tierras suele haber bandidos acampando, esperemos que este no sea un día de estos—les hizo saber MinGyu, extrañándose por la repentina incomodidad que había entre los jóvenes—. No dejen que las emociones nublen su juicio.