¿Sin herederos la guerra se adelanta?

Todo fue repentino, Yunmeng Jiang estaba siendo atacado de nuevo y no solo fue Yunmeng Jiang, sino que también Gusu Lan y Qinghe Nie, incluso Langlin Jin que era aliado de Qishan Wen era atacada por discípulos del Sol todos a la misma vez.

En medio de toda esta guerra, en uno de los refugios de Yunmeng Jiang una mujer Wen daba a luz a un niño. Wen Qing atendía el parto, era el hijo de su primo que había muerto hace solo unos meses atrás en una cacería nocturna.

En medio de los gritos de la mujer se escuchó el llanto de un niño y como este rápidamente fue envuelto en unas telas para protegerlo del frío, lo peor vino después cuando por más esfuerzos de los pocos médicos que estaban presentes la mujer Wen muriera sin poder conocer a su pequeño sol, dejándolo a cargo de Wen Qing y Wen Ning que eran los únicos familiares de su total confianza para criar a su hijo.

Las peleas en cada secta habían sido más duras, sobre todo en Gusu ya que sus herederos y un gran grupo de discípulos había ido a Yunmeng en su ayuda. Cuando cada secta termino con los soldados Wen, todos emprendieron su camino a ciudad sin noche.

Les tomo días llegar, cuando estuvieron al frente del gran palacio del sol, entraron sin tener miedo de ser descubierto. Debian acabar con Wen Ruohan de una vez por todas, además para estas alturas él sin duda ya sabía de su llegada.

Wei Ying, Lan Zhan, Lan Sizhui, Lan Jingyi, Jin Ling junto a Jiang Cheng, se infiltraron en el palacio encontrándose con el líder Wen.

—¿pero que tenemos aquí? — dijo mirándolos con arrogancia — dos herederos y unos simples discípulos, solo eso tienen para detenerme — dijo burlonamente a los recién llegados

—cómo te atreves a llamarme un simple discípulo — grito molesto — soy el heredero de Lang Lin Jin

—¿heredero? — dijo con sarcasmo — eres un hijo bastardo del líder Jin — dijo riéndose

—¡cómo te atreves a hablarle así! — grito Jiang Cheng molesto, aunque tampoco es que pudieran culpar al líder Wen, pero eso no es lo importante

Wen Ruohan hizo que unos cadáveres se levantarán y los atacará, veía divertido como estos chicos peleaban, pero no podía negar el gran nivel de cultivo que tenían todos. Casi ni tenían algún daño o raspón, el que más cautivo su atención fue uno de los discípulos Lan, tenía mucha elegancia al moverse y sin duda se vería muy bien con las túnicas de su secta, pero le encontraba cierto parecido a alguien de su familia, no estaba seguro de quién eran y no le tomo tanta importancia tampoco igual acabaría con ellos.

No podía dejar de verlo, aunque se veía bien estaba acabando muy rápido con sus creaciones y no podía desviarse de ser objetó, lanzó una daga que sin duda mataría al muchacho, pero alguien se interpuesto en el camino de la daga.

—¡A-yuan! — grito viendo como una daga iba hacia su hijo, sin importarle el riesgo se interpuso entre la daga y su hijo recibiendo él, el impacto de esta

—A-niang — grito mientras sostenía a su madre, su padre se acercó rápido a ambos mientras que los demás se deshacían de los últimos cadáveres, protegiéndolos.

El grito del joven Lan había dejado impactado al Wen, haciendo que no se diera cuenta de las personas que entraban y como Baxia y un delgado abanico se dirigían hacia su cabeza decapitándolo al instante.

Lo primero que Lan Qiren, Lan Xichen, Yu Ziyuan, Jiang Fengmian, Nie Mingjue y Nie Huaisang vieron fue a Wei Ying caer en los brazos de Lan Sizhui y su grito. Ambos Nie lanzaron sus armas hacia la cabeza de Wen Ruohan matándolo al instante.

Corrieron hacia donde están los demás y vieron como el Lan lloraba mientras Lan Zhan revisaba el pulso del de negro.

—a-die — dijo llorando — A-niang, despierta — desesperado

—debemos llevarlo con un médico — dijo Lan Zhan mirando al menor y cargo a Wei Ying hacia un médico que lo atendió y dijo que solo necesitaba sanar y que no era nada grave

Lan Zhan entro a ver a Wei Ying, pero se encontró a su hijo llorando.

—A-yuan — dijo acercándose a su hijo

—a-die — dijo mirándolo — A-niang está así por mi culpa — abrazo a su padre sin dejar de llorar

—A-Yuan no debes preocuparte — acaricio la cabeza de su hijo — A-Yuan es buen niño — dijo dándole besos en su cabeza

—hubiera sido mejor que yo recibiera esa daga y no A-niang

—Wei Ying hubiera estado muy preocupado por eso — dijo mirando a su pequeño Lan

Esa noche Lan Zhan y Lan Sizhui durmieron juntos ya que el mayor no quería que el menor duerma solo en su estado de tristeza.