Boys Around The Moon [bl]

Capítulo 3. Superestrella

«¿¡El Sr. Jeong está sonriendo?!», pensó Kim, quien tenía una expresión de confusión en su rostro, ahora podía entender el por qué su compañero le había dicho que debía verlo por sí mismo, ni siquiera podía creer lo que el mismo estaba viendo. Sentía un escalofrío recorrer su cuerpo haciéndolo temblar, su mente estaba llena de preguntas que no podía resolver sin generarse más. Sin embargo, no era hora de hacer preguntas sino de hacer su trabajo.

—Buenos días, señor Jeong —lo saludó inclinando la cabeza.

—Buenos días, Kim, otra vez —respondió—. ¿Cómo está todo hoy?, ¿el departamento de marketing ya se puso en contacto con nuestros clientes más potenciales?

—Sí, señor, parece que si las cosas van como hasta ahora tendremos compradores asegurados para los siguientes lanzamientos —respondió mostrándole algunas estadísticas en su tableta—. También se evaluaron las estadísticas de ventas de los últimos meses y han mostrado resultados favorables para nosotros.

—Me alegra escuchar eso —dijo Jiwon aún con aquella sonrisa que hacía que a Kim se le pusieran los pelos de punta—. Y hablando del área de publicidad.

—Fui a revisar recientemente esta mañana y parece que hemos tenido respuestas positivas hacia nuestros nuevos productos —respondió mostrando algunas fotografías de las redes sociales de la marca—. Parece que el público muestra gran aceptación hacia la nueva línea de esta temporada, si todo va como hasta ahora será un éxito en ventas.

—Suena estupendo, ¿quién está promocionando la línea de esta temporada?

—Déjeme ver... —verificó la información en su tableta y al ver de quien se trataba sus ojos se abrieron como platos—. Esto. ¡No es tan relevante!, ¡lo importante es que están yendo bien!, ¿no? —respondió nervioso con un nudo en la garganta, no pensaba mencionar a "esa" persona.

—Bueno, supongo que tienes razón, lo importante es que todo esté yendo como siempre —dijo revisando su celular al darse cuenta de que había recibido una notificación—. Bueno, debo ir a pulir la presentación para la reunión de hoy, supongo que te veré luego, nos vemos después —respondió yendo con prisa a su oficina sin quitar la vista del aparato en su mano.

—Hasta luego, señor Jeong —dijo intentando mantener la compostura, al ver que su jefe ya había cerrado la puerta exhalo hondo y se fue a su puesto—. ¿Quién es este tipo y que le hizo a mi jefe? —se preguntó.

Ahora se sumaba una nueva tarea y era evitar que esta extraña faceta del señor Jeong se esfumara, temía que esta pudiera desaparecer tan rápido como apareció. Qué lástima que fracasara a tan solo unos segundos de haberse lo propuesto.

Mientras tanto, Jiwon se encontraba sentado en el sillón con una sonrisa más notoria que la anterior, se encontraba respondiendo el mensaje que recientemente le había llegado. Minyong que lo miraba desde el estante no desaprovecho la oportunidad de sacarle un susto.

—¿Con quién hablas? —le preguntó apareciendo de repente en la pantalla del celular, ocasionando que casi se le cayera por el susto.

—¡Minyong por dios!, ¡pudiste haber avisado qué harías eso! —reclamó con las mejillas rojas mientras que Minyong se carcajeaba.

—Vamos, fue divertido, por cierto, ¿no tenías una presentación que pulir? —preguntó—. Porque no vas a hacerlo y yo le digo al muchachito que estas.

—¡No! —negó—. Digo... Tengo que encargarme de esto personalmente, así que si no te molesta —respondió y siguió con lo que estaba haciendo. En ese momento el teléfono fijo en su escritorio comenzó a sonar.

—Hola, Kim, ¿sucedió algo? —preguntó.

—Bueno, Byeon vino a hablar con usted sobre un... "Asunto" —respondió Kim tragando saliva.

—¿Byeon? Bien, déjalo pasar.

—Está bien señor. —Colgó el teléfono y se sentó en la silla de su escritorio, estaba intrigado. ¿Qué era tan importante para que su superior tuviera que enviar a su secretario? Bueno, pronto lo descubriría.

—Buenos días, señor Jeong —saludó el joven adulto haciendo una reverencia al igual que Jiwon.

—Buenos días, Byeon, Kim me dijo que tenías que hablar conmigo sobre un asunto —dijo invitándolo a tomar asiento.

—No se preocupe, será rápido —dijo extendiéndole una carpeta negra plastificada—. El señor Moon solicito su ayuda para entregar este archivo.

«¿Solo eso?, ¿su contenido será tan importante?», pensó algo confundido de que su mentor le diera una tarea tan simple.

—No será problema, ¿podrías darme un poco de información sobre su contenido? —solicitó.

—Es el portafolio de un modelo con el que se está revisando un contrato, según lo que dijo el señor Moon, el muchacho es un novato por lo que estará bajo la tutela de uno de nuestros modelos más experimentados. Sin embargo, digamos que nuestro prospecto no es alguien a quien le guste trabajar en conjunto, por lo que necesitamos su ayuda para convencerlo en caso de que se niegue —explicó.

—Entiendo, ¿a quién debo convencer?

—Al señor Monteiro —respondió Byeon con seriedad.

Al escucharlo suspiró con pesadez frotando su sien. Jiwon odiaba lo que provocaba en él la simple mención de aquel sujeto que detestaba, sin embargo, está vez sería diferente.

En un lugar de las instalaciones, más específicamente en el set fotográfico, se estaba llevando a cabo una sesión para la promoción de la nueva línea de sastrería que se lanzaría próximamente, la cual estaba siendo llevada por nadie más que Enzo Monteiro, una de las caras más conocidas en occidente. De cabello blanco con un distintivo mechón fucsia fosforescente, ojos chocolate, piel morena como la canela y figura alta de buena musculatura. Su presencia en el mundo del modelaje había tomado fuerza desde hacía un tiempo no solo por su atractivo físico y gran esfuerzo, sino también por aquel carisma que lo caracterizaba dentro y fuera de cámara.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.