Las miradas pueden decir tantas cosas... cosas que las palabras no comprenden.
Pero ese día él lo comprendió al ver aquellos ojos. Sus ojos hablaban de deseo y amor, de cariño y diversión, de una caricia largamente ansiada.
Los ojos de aquél chico causaban tanto en él. Mil sensanciones se arremolinaban en su cuerpo, haciéndole estremecerse. Había partes de su cuerpo que tiraban, otras cosquilleaban agradablemente, tenía náuseas, todo le daba vueltas. ¿Qué era aquello? Tal vez el mal llamado amor a primera vista. Más bien parecía una mezcla de química y entendimiento. Una mezcla de cosas que no se pueden explicar con palabras, porque en aquella mirada aus ojos habían hablado con mayor claridad de lo que jamás podrían hablar sus cuerdas vocales, su boca y su garganta.