El video comienza con una niña corriendo fuera de su casa. Los acordes del piano producen sensaciones extrañas en quien los escucha, una mezcla de alegría y tristeza. Las imágenes se suceden, mostrando recortes de una película, Hotarubi no mori e. Para quienes han visto la película, es imposible no llorar con esta canción, debido al modo tan perfecto en que la canción se ajusta a las imágenes. La cantante tiene una voz dulce, casi parece una niña cantando. Las palabras, la letra, la melodía, las imágenes... Todo los atraviesa. Es una de esas cosas que te hacen mal pero no puedes dejar, y por eso la reproducen una y otra vez.
Es una de esas cosas que te llena por dentro, y a la vez te vacía.
Es una de esas cosas que atesora toda tu vida, pero que sin importar cuanto quieras, cada vez que lo recuerdes te hacen soltar lágrimas. Lágrimas confusas. Lágrimas de felicidad, tal vez. Lágrimas de pena, quizás.
Y por mucho que lo intenten, volverán a llorar cada vez que la escuchen.