Estaba acostada en mi cama mirando el techo y me di cuenta de que tenía que pintarlo porque ese color marrón viejo era horrible.
Miré a una esquina de mi cama pude ver a mi lindo felino mirándome atentamente, me levante y salí de la habitación mientras bajaba las escaleras recordé algo importante, me fui a la parte de atrás de las escaleras levante la manilla de plata abajo había unas escaleras las cuales no parecían muy seguras que digamos, y tampoco era que había mucha luz así que hice un círculo con mi mano derecha sobre la palma izquierda logrando así una esfera de luz había aprendido a hacer eso
"cuando tenía 7 años aquella vez en el orfanato cuando me encerraron en aquel espantoso lugar, recuerdo que tenía tanto miedo, y de pronto se me vino aquella imagen de unas manos haciendo lo de la esfera lo intente y resulto" los maullidos de Cotton interrumpieron mis pensamientos asentí y baje.
Se podía notar que nadie había revisado aquel lugar en años todo estaba cubierto de polvo, telarañas, los muebles viejos estaban cubiertos con sábanas blancas que ahora eran chocolates, pude observar un cuadro de una familia de tres la madre y el padre cada uno de un lado y una bebe como de tres años en el centro no se podía apreciar las caras de las personas, ya que el agua se había encargado de borrárselas segui inspeccionando aquel curioso lugarca, también habían muebles viejos y rotos, aquel lugar no tenía nada de interesante todo era viejo y raro, pero algo llamo mi atención me gire hacia un cuadro que había pegado a la pared le quite la sabana que lo cubría, tosí por el polvo que había absorbido.
-Puaj, que asco- hable mientras ponía la sabana sobre una silla rota.
Me quede fascinada al ver aquel cuadro no podía describir lo que veía era simplemente hermoso, pero no era una pintura sino un tapiz parecía recién hecho, como si lo acabaran de terminar los hilos verdes esmeraldas, el dorado que adornaba me concentre más en lo que tenía el tapiz parecía un pueblo tranquilo los árboles y sus hojas de color naranja como si fuera otoño los niños jugando entre ellos todo era hermoso creo que me fascino tanto que creí ver como las hojas de los árboles se movían por la brisa me acerque al tapiz y justo ahí una fuerza extraordinaria me absorbió.
...
Sentía como si me hubieran partido una piedra en la cabeza, abrí mis ojos poco a poco al principio todo era borroso y me sentía mareada aclaré más la vista y me di cuenta de que ya no estaba en el sótano de mi casa, me levante de golpe y creo que no fue una buena idea me volví a marear busque agarrarme de algo, pero de lo único que conseguí agarrarme fue de la pared tome aire y de nuevo todo se aclaró me encontraba en una habitación antigua tenía una cama vieja al lado derecho estaba una mesita de noche y pegada a la pared había un armario que no parecía tener resistencia me gire hasta donde estaba el tapiz, me aleje a una distancia considerable lo observe, pero nada ocurría me acerque un poco más y nada cerré los ojos y lo toque y nada, lo toque con más confianza y nada no pasaba absolutamente nada me senté en la cama pase los dedos entre mi cabello -piensa Aysel, piensa- me repetía una y otra vez me fui hasta la puerta y salí de la habitación.
-WOW- eran las únicas palabras que podían describir cómo era el lugar donde me encontraba era una hermosa casa, no era una casa era una mansión muy lujosa bueno tuvo que haber sido muy lujosa ya que ahora estaba todo lleno de polvo telarañas me recordaba al sótano de mi casa, bueno en realidad este lugar me recordaba a mi casa, la arquitectura la manera en cómo estaba todo los pasillos claro esta tenía más habitaciones y un gran salón en la entrada donde seguramente hacían fiestas y demás, claro todo era mucho más grande y amplio, pero estoy muy segura de que tenía la misma arquitectura que mi casa nueva habían cuadros esculturas por todas partes toque mi collar y de pronto vi una serie de imágenes personas bailando, riendo quite mi mano del collar y todo volvió a la normalidad aquella casa se me hacía muy familiar era la misma sensación que había sentido al llegar a la casa de Midtown, tenía que salir de ese lugar y averiguar dónde estaba.
...
Decidí salir por la puerta trasera, porque así evitaría ser vista, si alguien me ve saliendo de esta casa abandonada, preferí no pensar en las numerosas consecuencias que tendría. Así que salí por la puerta de atrás y note que no había nadie no tenían vecinos y solo se podía apreciar la entrada del bosque parecía como si se estuviera haciendo de tarde el atardecer era hermoso como el color naranja, con el rojo y el morado se mezclaban entre ellos era algo bellísimo no se podía comparar con ningún otro atardecer que yo hubiera visto o imaginado y eso que cuando dibujo toda clase de color viene a mi alguien choco contra mí y eso me hizo salir de mis pensamientos baje la vista y vi que era una niña como de 9 años la mire y su cara era de espanto ella no hablaba giraba la cabeza y apuntaba hacia atrás como si algo la persiguiera.
-Oye, cálmate ¿Qué te pasa? – la niña parecía como si quisiera hablar, pero no podía tomo aire y hablo.
-Un salvaje me persigue- estaba confundida con lo que ella decía - ¡hay que correr!- no sabía que decía la niña me tomo de la mano y me jalo, me di cuenta de que tenía mucha fuerza para ser una niña de 9 años o bueno supongo que esa edad era la que tenía.
Corríamos en medio del bosque no sabía en donde estábamos, tenía la esperanza de que la chica supiera a donde iba, de un momento a otro nos deslizamos detrás de una especie de cueva.
La niña se puso el dedo en la boca en señal de que no hiciera ruido, tratamos de meternos lo más adentro de la mini cueva que pudimos logre visualizar una sombra era una persona alta no se distinguía nada más, pude oír un gruñido, la niña parecía estar diciendo una oración solo que en vez de hacerlo con las manos juntas lo hacía cruzando los brazos y las palmas de las manos abiertas pude verla con más claridad su cabello castaño le caía sobre los hombros en una trenza que tenía hilos entrelazados, sus ojos eran de azul zafiro intenso era como ver la piedra misma en sus ojos, cerro sus ojos y parecía estar concentrándose en algo, por fin abrió los ojos me sonrió la niña caminaba despacio fuera de la cueva y yo hice lo mismo salimos de la cueva con más confianza mire a todos lados y note que era un bosque común y corriente voltee a ver a la niña quien ahora parecía más tranquila.
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Editado: 23.09.2021