Broken: Un nuevo comienzo

Capítulo Doce

—Dayra—
 


 

—¿Estás lista?—asiento viendo Luke. 
 


 

Me quito la férula para dejarla recargada en una roca, pongo mis manos a cada lado de mi cuerpo tocando la roca, poniendo toda mi fuerza y peso en esta cuando me voy levantando poco a poco. 
 


 

—¿Te ayudamos? 
 


 

—Quiero intentarlo sola—me hacen caso y no vuelven a preguntarme. 
 


 

Ambos esperan pacientes que diera los pasos necesarios para mantenerme de pie, y estaba a punto de lograrlo, enserio estaba caminando y el dolor, aunque era como si me clavaran  millones de agujas, no importaba, estaba caminando y no dolía tampoco tanto. 
 


 

—¡Oh por dios, lo estoy haciendo!—digo feliz y ellos sonríen viéndome con ternura. 
 


 

—Eres lo máximo Jones—comenta Luke y sonrío victoriosa, esto sin duda merece ser celebrado. 
 


 

—¿Es muy pronto para intentar bailar?—pregunto con la clara esperanza en mi voz y rostro, ambos se dan una mirada rápida y luego me ven, asienten lentamente. 
 


 

—Es muy pronto, espera una semana después de ya no tener la férula—propone Emily y asiento de acuerdo con ella. 
 


 

—Bien... 
 


 

—Al menos pudiste caminar sin caer retorciendote de dolor, es un avance si lo piensas bien—Emily le da la razón, sé que me quieren hacer sentir bien. 
 


 

Falta mucho para que vuelva a ser la Dayra de antes. 
 


 

Voy de nuevo hacia la roca y me siento en ella, cierro los ojos y echo hacia atrás mi cabeza para respirar lentamente, sacar y meter aire en mis pulmones, ese aire fresco de la noche del bosque, el sonido de los árboles y sus hojas chocan unas con otras. 
 


 

—¿Quieres que pongamos música?, no hay necesidad de bailar, sólo escuchar—veo a Emily cuando dice eso y le doy una sonrisa de boca cerrada para luego asentir—Muy bien, Luke ayuda a que se recueste en el pasto y tú también hazlo—ordena mi amiga y ambos obedecemos. 
 


 

Nos recostamos en el pasto viendo las estrellas, se ve hermoso. 
 


 

—Esto es lindo, este tipo de cielos no se ve siempre—dice Luke y le doy la razón, la tiene. 
 


 

—Muy bien, empecemos con esta—se acuesta a lado de Luke. 
 


 

Él se encontraba en medio de las dos. 
 


 

La canción de Ophelia suena con las bocinas del celular de Emily lo suficiente alto para sentir la música en mi alma. 
 


 

Cierro los ojos y empiezo a susurrar la letra de la canción y movía mi cabeza al ritmo de esta. 
 


 

Me sentía simplemente genial, tal vez no estaba bailando pero sentía lo que transmitía la canción en cada parte de mi cuerpo, como si fuera un rayo que se impregnaba en mí, era algo tan maravilloso. 
 


 

—Soy gay. 
 


 

—¿Ah?—abro los ojos de golpe al escuchar la confesión de Luke. 
 


 

—¿Qué has dicho?—pregunta mi amiga con el ceño fruncido. 
 


 

—Yo... Soy gay—cierra los ojos con fuerza, podía ver desde como estoy recargado con un solo brazo para verlo. 
 


 

Se veía asustado, nervioso, inseguro... ¿Acaso creyó que nos molestaríamos? 
 


 

Sonrío al igual que Emily y me pongo encima de él para abrazarlo provocando un jadeo de sorpresa de su parte pero no tarda en poner sus manos en mi cintura apretandome más hacia él, Emily se pone encima de  mí y también lo abraza, escucho un quejido de parte del chico que está aguantando el peso de dos chicas. 
 


 

—¿Desde cuándo lo sabes?—pregunta Emily ya cuando nos levantamos de él.
 


 

—Hace unos meses...—acto seguido muerde su labio inferior. 
 


 

No lo voy a juzgar, ni enojarme con él, sé que tampoco lo hará Emily ya que es nuestro mejor amigo, nuestro hermano si se puede decir así, supongo que sentía miedo, pero no de nuestra reacción, si no de que nos enojaramos por que no nos dijo, pero eso es lo menos que necesita ahora. 
 


 

—Nos alegramos que nos hayas dicho y sabes que te apoyamos—le doy un beso en la mejilla—Siempre. 
 


 

—¡Por fin tendremos un mejor amigo gay!—Emily recibe malas miradas por parte de Luke y mía—Ay perdón, sé que ese estereotipo o nombre es ridículo. 
 


 

—Como sea, también me di cuenta porque los cuerpos de las mujeres no causan que mi querido amigo despierte y se ponga feliz. 
 


 

—¿Y los hombres sí? 
 


 

—Obviamente Emily, de eso estamos hablando tarada.
 


 

—Ay perdón. 
 


 

—Ahora hablemos de cómo es obvio que Dayra no se quiere ir del pueblo—ambos me ven expectantes y yo frunzo el ceño. 
 


 

—¿De qué hablas?—rasco mi brazo izquierdo y veo hacia otro lado evitando las miradas de mis amigos. 
 


 

—Dayra se nota que no quieres volver a New York, lo notamos hace tres días, cuando estábamos haciendo ejercicio y Emily lo comentó se vio tú incomodidad. 
 


—Yo...

—No tienes nada que decir, nos gusta estar aquí, cambio de aires, a parte hemos hecho amigos, Samantha y Kevin son geniales, hay que salir algún día sólo nosotros seis y convivir más.

Propone Luke con una sonrisa de oreja a oreja.

—Pero también debes estar consciente en que llevas 10 años en New York, en algún momento te vas a cansar de esto y querrás volver, tienes aún dos semanas para pensarlo bien—me da un beso en la cabeza y recojen las cosas para volver a la camioneta.

En el camino sólo ellos dos hablaban de cosas que les gustaría hacer en el pueblo y planeando la salida que haríamos mañana con los demás, yo estaba viendo el paisaje a través de la ventana, pensando en todo lo que me dijeron.




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