Brujas, La Legión

Capítulo 45

—Soy Eva. Bueno… Evangeline Hark. —dice Eva a los minutos de haber vuelto.

Después de entrar al café, Eva corrió directo al baño de mujeres, ahí se encerró por unos minutos, estaba teniendo un ataque de pánico, sus manos temblaban sin cesar, de su frente bajaban miles de gotas de sudor, parecía que todo le estaba pasando en cámara lenta, el aire faltaba en sus pulmones, también se encontraba algo mareada, la joven creyó que se iba a desmayar. Eva se sostuvo de los lavabos, abrió el grifo y se echó la mayor cantidad de agua que pudo en su rostro, aquella la tranquilizaba un poco.

Después de que la joven Hark saliera de por aquella fosa, ni siquiera se interesó en sentir su magia, nunca lo hacía, sabía que siempre iba a estar ahí, pero en el momento que intentó usarla, no pudo, se concentró en su magia, pero no había nada, no tenía magia, ya no era bruja, ahora era una simple mujer, una humana.

Evangeline tardó alrededor de quince minutos en procesar lo que le estaba pasando, algunas lágrimas salieron de sus ojos, pero no podía quedarse ahí encerrada para siempre, debía encontrar a sus hermanas. La chica salió del baño, el joven Miller la esperaba sentado en una mesa, Eva dudó en decidir si ir donde él o simplemente irse, no tenía tiempo que perder, los cuerpos flotantes en el cielo no eran una buena señal de que todo había salido bien. Por lo que Eva se fue a sentar frente al joven, para despedirse de él.

—¿Ya te sientes mejor? —pregunta el chico.

—Algo, sí. Gracias. —contesta Eva.

En la mesa hubo un silencio incómodo por unos segundos.

—Creo que ya debo irme. —dice Eva.

El joven Kevin levantó el cuchillo para mantequilla que había en la mesa, Eva movió rápido su mano y sostuvo la del chico. Kevin se sorprendió por la reacción de la chica, incluso su cuerpo dio un salto con el agarre de Eva.

—Tranquila… no pasa nada, solo quiero un poco de pan. —dice el chico Miller.

Eva lo soltó, luego le dio una sonrisa tranquila. Al no tener su magia, la joven Hark se sentía vulnerable.

—Si quieres irte, puedes hacerlo. Pero creo que tienes que ir a un hospital. —dice Kevin.

—No, no, para nada, estoy bien. —contesta Eva.

Kevin Miller se quedó observando a la chica, como si estuviera esperando que cambiara de opinión, pero Eva solo trató de evitar su mirada, era como si el joven pudiera leerle el alma o algo así, tenía una mirada bastante profunda.

—Muchas gracias por todo, creo que ya me voy. —dice Eva.

—No es nada. —contesta el joven.

Evangeline se levanta de su silla, comienza a caminar a la puerta de salida, pero antes, se devuelve hacia donde Kevin, que devoraba un pedazo de pan lleno de mantequilla.

—¿Dónde estamos exactamente? —pregunta Eva.

Kevin analiza la pregunta de la chica con el ceño fruncido.

—Australia. —dice el chico extrañado.

Eva se petrifica unos minutos, todo a su alrededor comienza a dar vueltas otra vez. La vulnerabilidad en su cuerpo era aún más grande al no tener magia, tenía que acostumbrarse a los sentimientos humanos, ahora ella los sentía el doble de cuando tenía magia. La chica se tambaleó unos pasos para atrás, Kevin se levantó de su asiento para ayudarla, pero no llegó a tiempo, en segundos, Eva cayó desplomada contra el suelo, completamente inconsciente.

Kevin se inclinó junto a Eva, comenzó a pedir que llamaran a una ambulancia, algo que la mesera hizo instantáneamente, el joven Miller intentaba sentir sus signos vitales.

La historia cuenta que hace miles de años, incluso antes que el mismo mesías bajara a salvar a la Tierra, la pelea entre ángeles y demonios era casi interminable, cada ángel tenía su propio enemigo personal, todos aquellos guerreros del cielo tenían una sola misión, evitar que cualquier ser malvado entrara al reino de los cielos.

Había demonios escurridizos, algunos no querían esconder su fuerza, otros simplemente veían la lucha desde lejos, pero era una guerra que parecía no tener fin, cada día, cada segundo, había sangre angelical derramada, al igual que demoníaca, pero las tropas no bajaban la guardia, ninguno quería darse por vencido, nadie quería entregar su reino.

La lucha duró años, los ángeles y demonios eran seres no humanos, por lo que no tenían que tomar descansos, sus fuerzas eran ilimitadas. Ambas especies lucharon por mucho tiempo, pero finalmente, los ángeles salieron victoriosos, enviaron a todos los demonios a donde pertenecen, el infierno, y el mismo Lucifer se sometió ante la fuerza de Dios, no tenía otra opción, los ángeles habían acabado con más de la mitad de sus tropas.

Pero había demonios celosos del poder de Lucifer, cuestionaban su autoridad, incluso lo desafiaban, por esa razón, no quisieron rendirse en la guerra, y aunque todos los demonios fueron desterrados del reino humano al infierno, ellos se quedaron, para vencer el trono divino, muchos de éstos demonios se manifiestan de maneras diferentes en los humanos, pero todos son lo mismo, maldad, deseo de asesinar, robar, mentir, alardear. Todas estas acciones son inducidas por los demonios que no se rindieron ante Dios. Pero hay un demonio en especial, que siempre ha querido más poder, incluso desde que era ángel, Astaroth.



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En el texto hay: accion y amor, aventura., accion drama

Editado: 28.11.2020

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