buscando la libertad

capitulo 17

POV ISABELLA

Estoy en la sala de entrenamientos, es muy grande, y tiene muchas cosas que no conozco. Anoche no dormimos nada, nos entregamos uno al otro toda la noche, ahora estas son las consecuencias, mi mano se encuentra agarrada con la de mi esposo, me encanta decirle así.

Esto será difícil, no estoy acostumbrada a esto como Chris, habrán uno o dos entrenadores, estaremos aquí hasta el inicio del invierno, lo que hará las posibilidades de sobrevivir más difíciles.

Un hombre robusto se nos acerca, es de la misma altura que Chris, su barba es corta, su cabello desordenado. Está mirándonos, bueno está mirándome, a lo que Chris se tensa, me analiza, esto me está poniendo incómoda.

- mi nombre es Robert, seré su entrenador, también está Natan, mi ayudante, su alteza está acostumbrado a estos ejercicios, pero la señorita no, por lo que veo.- Se fija en mi, tiene razón, yo nunca he entrando. - por lo que los separaré, ella vendrá conmigo,
Y su alteza con Natan.

- No - dijo de inmediato, fulminándolo con la mirada, sabía que él no quería que me quedara sola, pero Robert tiene razón, yo no puedo seguir el ritmo de Chris, ni él, el mío.

- perdóneme su alteza, pero es la mejor opción qué hay, en unas semanas ella podrá alcanzar el nivel suyo, si pone de su empeño,- esto último me lo dijo mirándome fijamente, claro que pondría de mi empeño, aunque iba a ser difícil.

- está bien - dijo accediendo- pero con mis condiciones- oh no- primero, no la va a tocar, segundo, mantener una distancia al menos de tres metros, tercero, nos hablarle a menos que sea algo importante, cuarto... - Aquí vamos a durar toda una vida...

Cuando Chris terminó, ya habían pasado quince minutos, a veces están exagerado, pero también amo eso de él, se preocupa mucho por mi, eso es lindo.

Creo que dijo como unas veinte condiciones, o más, la verdad es que no lo sé, porque casi me quedo dormida en la décima condición.

Pero el entrenador si le puso atención, o tal vez solo estaba fingiendo. Alguien llego corriendo hacia nosotros, creo que era Natan el ayudante, era muy parecido a Robert, pero él no tenía barba, lo que lo hacía ver más joven, y me era un poco más bajo.

- perdón por llegar tarde, se me pasó la hora- dijo sonriendo amigablemente. - soy Natan, seré también su entrenador.- saludó a Chris con una pequeña reverencia, cuando se dirigió a mi, quedo sorprendido.

- guau eres muy hermosa, ¿tienes novio?- vaya, era muy directo. Antes de que pudiera responderle, Chris se me adelantó, agarrándome de la cintura, trayéndome hacia él.

- Es mi esposa - dijo Chris orgulloso y a la vez, sonreí, me encantaba cuando me decía así.

Natan de una vez bajo la cabeza avergonzado.
- Lo siento, no lo sabía, altezas- dijo con miedo.

- tranquiló, no hay problema- respondo antes que Chris lo mande a que lo ejecuten.

- Gracias alteza- nadie me había dicho así, legalmente lo era, pero aún no estaba acostumbra.

- bueno empecemos, señora venga conmigo- me sentí vieja, si era casada, pero eso no significaba que me dijeran "señora".

- puedes decirme Isa- El abrió los ojos sorprendido.

- Lo siento, pero no puedo, una de las condiciones de su alteza, es que tenía que llamarla señora, porque usted está casada. - si le puso atención a Chris. Tendré que hablar con el.

****

- Ya no puedo mas - estaba sudando a mares, ya no sentía mis piernas, me costaba respirar.

- vamos solo llevamos una hora. - unos tortuosos sesenta minutos, calentando, corriendo, trotando. Ya no podía mas. - y los entrenamientos son todo el día. - me había quitado la blusa delgada y me quede en los tops deportivos, aunque chris me había dicho que no era necesario quitarme la blusa, no aguante el calor ni quince minutos.

- estoy muerta - dije acostándome en el piso, estaba frió, pero se siente bien, ya debo parecer una lunática, chris esta en otra sala, le costo dejarme sola con Robert, lo extrañaba, y mucho.

- levántate, no has hecho casi nada, cuando estés allá, tendrás que pelear, por si hay animales salvajes, no correr, ni echarse al piso - lo odio, como puede ser tan insensible con mis pobres huesos.

Me levante despacio, mis piernas dolían, a decir verdad, todo mi cuerpo dolía.

- que sigue

- te dejare unos libros, espero que los leas por tu bien, están anotados todas la formes de sobrevivir a un ambiente con baja temperatura. Ahora te voy a enseñar a como hacer una fogata sin encendedor, si aprendes rápido, pesaremos a las armas, serán muy importantes, tanto para defenderse de los animales, como para cazar... - no le puse atención, creo que estaba dormida con los ojos abiertos, me imagine en la bañera descansando, con el agua tibia. - ¿que fue lo ultimo que dije?- mierda, no puse cuidado a lo que dijo, creo que no durare ni cinco minutos viva.

Robert suspiro frustrado, y me miro con cara de pocos amigos, yo solo le sonreí de forma inocente.

Aprender hacer una fogata no era tan difícil, pero si frustrante, esta cosa no quería prender, cerré los ojos y respire profundamente dándome paciencia. Esto es imposible, no hay ni señales de humo.



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En el texto hay: amor, realeza, monarquia

Editado: 09.04.2018

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