Me quede pensativa por un rato, estaba confundida pero aun así no preguntaría o lo admitirá, ¿el deleite de cupido? No se si ponerme nerviosa o asustarme. No me gusta conocer gente nueva, bueno, si, pero me pongo nerviosa con los desconocidos, mas aun si nunca en mi vida había visto a esa persona, no sé qué debería hacer, o que decir ¡que debería pensar! Estoy a punto de matar a Thiago.
Desvió mi mirada hacia Thiago. Sonríe como si no hubiera mañana, una sonrisa que solo refleja diversión, incluso me atrevería a decir odio, era una de esas sonrisas sarcásticas que parecen normales, pero puedes darte cuenta de que esa sonrisa es de todo, pero no normal. A pesar de eso podría decir con toda certeza que es una de las sonrisas mas -por no decir la más- hermosa que he visto.
Sus ojos están pegados al frente, solo conduce y toda su atención está en la carretera, pero a pesar de eso no deja sonreír, lo que me lleva a creer que no toda su atención está puesta en el camino.
¿En quien piensas Thiago? Pienso.
De pronto su mirada se desvía enfocándose en mí, esta vez su sonrisa es mas grande, solo ahora tiene una sonrisa burlona en la cara y me mira como si estuviera a punto de estallar en una estruendosa carcajada.
—no creo que lo quieras saber Caperucita —dice dejándome desconcertada.
¿Acaso pensé en voz alta? ¡por dios Polly! ¿podrías ser más estúpida? Puedo sentir como mi rostro cae de la vergüenza. Mis mejillas se tornan de un rojo intenso y solo me limito a poner mi vista en la ventana mientras maldigo mi estupidez.
¡esperen! ¿Caperucita? Me quedo mirando por la ventana ignorando ese tonto apodo. No me gusta que me pongan apodos.
☯
Al rededor de una hora después entramos a una colonia muy elegante, grande y repleta de mansiones de todos colores, con jardines enormes divididas por unas rejas aun mas enormes. Se adentro mucho mas en la enorme colonia hasta llegar a lo que parecía ser la casa mas grande.
Yo por mi lado veía anonada todo, no sabia si mirar la hermosa decoración del jardín delantera de la casa de al lado, o si mirar la enorme mansión delante de mí e imaginarme lo hermosa que debe por dentro.
Me quedo observando a Thiago por unos minutos sin que él se percate de ello, nunca imagine que ese chico viviera en un lugar, el chico debe de tener millones en una cuenta bancaria, las chicas deben de seguirlo como un mal sequito, ¿Por qué me querría a mí? Él podría encontrar a cualquier otra chica común y corriente.
Mis ojos caen en su auto, es un Ferrari, debe ser del 2015 mas o menos pues recuerdo haber visto ese año en algún lado de este, no podría decir mas pues no se mucho de autos, pero se ve que es caro ¿Cómo es que nunca le puse atención a su auto? Digo, no es como si su ropa me hubiera dicho algo, viste como un chico normal, a todos lo hombres les gusta vestir bien y el se ve muy guapo con la ropa que siempre usa, además no se ve tan cara.
—no te muestras tan amable, trata de no ponerte nerviosa, si lo haces solo siente coda vez que yo diga algo o te pregunte. Si el te pregunta algo no respondas e ignóralo ¿entiendes? —me explica. Pone sus manos en mis hombros y yo asiento dándole a saber que entendí.
El me lleva de la mano hasta la puerta principal, saca una llave la cual entra en el agujero de la puerta haciendo que esta se habrá.
Thiago me da un pequeño recorrido y cuando íbamos a subir las escaleras una voz gruesa y rasposa nos detiene.
—¿Quién es ella? —un señor alto, con el pelo castaño, de tez blanca y con ojos de color azul intenso muy parecidos a los de Thiago aparece de repente mirándonos con… ¿odio? Oh, esperen solo me mira a mí.
Supongo que es el padre de Thiago pues el parecido entra ambos es abrumador. No se por que me mira con odio, pero sus ojos me apuntan como cuchillos, cuando se posan en Thiago su mirada pasa de odio a decepción.
—creo que deberías de tener mas respeto con tu nuera —manifiesta sarcástico. No puedo evitar sonrojarme ante ese comentario.
—¿de donde la sacaste? Me ofendes al referirme a mi siendo algo de… esta persona —dice asiendo una mueca.
¿esta persona? ¡ja! Esta persona tiene más educación que usted señor. Estaba a punto de abrir la boca cuando Thiago me apretó la mano haciéndome saber que me callara.
—Aaron —pronuncia con odio. No puedo creer que odie a su padre—. Esta persona… es mi novia, te guste, o, no.
Thiago comienza a caminar y yo le sigo detrás, miro hacia atrás y Aaron, su padre parece estar enojado.
—eres una desgracia para el apellido Morgen… al igual que tu madre —Thiago se detiene, y Aaron sonríe victorioso al ver que logro su objetivo: enojar a Thiago.
El pelinegro delante de mi tiene sus manos cerradas en un puño y su rostro esta enrojecido de la rabia.
—¡no tienes derecho de hablar de mamá! No después de lo que hiciste —gruñe enojado.
—¿aun la visitas? Dale un beso de mi parte cuando la vuelvas a ver —dice ignorando el comentario de Thiago.