Buscando Respuestas

Capítulo 1

Una semana después

Una semana, una maldita semana y esto es amargo y doloroso. Todo es real. Sigo sin poder llorar, por alguna razón todo esto me causa una furia interna que no me permite llorar o no me permito hacerlo.

En toda esta semana no he salido de mi habitación y tampoco he comido, solo tomo agua y ya. Duro unas dos horas en la ducha, pensé en tomarme todas esas pastillas para dormir que mi padre tiene en su habitación, pero no puedo irme yo también, siento que debo buscar respuestas.

Mi madre no ha parado de llorar durante toda esta semana, a pesar de eso ha tratado de que yo salga de la habitación; cosa que no consiguió. Por otra parte mi padre sigue sin aparecer, al menos no por la casa. Escuche a mamá hablar con el por teléfono. Pero no sé si volverá o quizá todo esto lo asustó como a todos. Lo de él fue huir, lo mío esconderme y lo de mi madre aceptar que no está y tener su tiempo de luto. Quisiera poder llorar como ella, porque duele, maldición, duele demasiado y más porque yo le vi morir, pero las lagrimas simplemente no salen. Ni una sola.

—Vic. —Toca la puerta mi madre.

—No tengo hambre. —Le digo. Sé que viene para eso.

—No puedes seguir así. —Entra en mi habitación sin preguntar. —Victoria, pareces un esqueleto, mi pequeña, no puedo perderte a ti también...—Empieza a llorar. — ¿Podrías hacer el esfuerzo de comer? —Me pide con la bandeja de comida en su mano.

—Quien debió morir fui yo, no él. —Le respondo dándole la espalda. Me duele verla así.

—No digas eso...—Dice entre lágrimas. —Tu hermano no querría verte así.

—Y yo no quería verlo muerto. Por favor, sal de mi habitación. —Le pido y eso hace entre lágrimas. Llevando consigo la bandeja de comida, sabe que esto es inútil.

Siento furia e impotencia. Siento un nudo en mi garganta, pero simplemente estas malditas lagrimas no salen. He olvidado episodios del accidente, no recuerdo mucho sobre esa noche. Los doctores dicen que es un gran trauma y posiblemente he decidido olvidar eso y requiere de mucho tiempo para que los recuerdos vuelvan, cosa que muchas veces suceden dependiendo del tipo de trauma; en el mío, hay pocas probabilidades de que esos recuerdos vuelvan.

Decido levantarme y darme una ducha, lo hago con cuidado por mi pierna, vaya suerte. Necesito saber lo que paso esa noche y aquí encerrada no haré mucho, debo volver al lugar del accidente y quizá así empiece a recordar algo.

Los policías siguen diciendo que fue porque mi hermano conducía ebrio, se desvió de la carretera y por eso hemos chocado contra el árbol... Pero no les creo, se que algo mas sucedió esa noche. Siento muy dentro de mí que algo más sucedió esa noche y debo averiguarlo yo misma.

Me meto en la regadera y mojo todo mi cuerpo, lavo mi cabello dándole leves masajes a mi cuero cabelludo, cierro los ojos mientras voy sacando el jabón de mi cuerpo, mantengo la pierna fracturada un poco alejada del agua, y a mi mente vienen imágenes de esa noche.

Las gotas de la lluvia caían muy fuertes que apenas se podía visualizar el camino, mi hermano manejaba con mucho cuidado. Encendimos la radio para escuchar las noticias. Estaban informando sobre una tormenta que se acercaba, estábamos a inicios de noviembre, eran muy frecuentes las tormentas de lluvias en estos meses. Mas en un lugar como este, un pueblo con bastante bosque. Nos aburrimos de escuchar las noticias y pusimos algo de música en esta emisora sonaba The Power de Snap. Una canción muy entretenida la cual empezamos a cantar, en ese momento mi hermano decidió acelerar un poco el auto puesto que ya era muy tarde y aún nos quedaba mucho camino que recorrer para llegar a casa. Algo cae en el parabrisas del auto y mi hermano se asusta al igual que yo y mueve el volante frenéticamente...

Agarro una toalla y la pongo alrededor de mi cuerpo y luego agarro otra y la pongo en mi húmedo cabello. Me dirijo hacía la habitación y me pongo la ropa interior, seguido de un jean, me queda un poco ancho, lo suficiente para que no moleste con ese terrible yeso en mi pierna y lo cubra. Me pongo unos zapatos deportivos, por suerte, pude ponerlos sin problemas, el yeso no cubre la parte del tobillo y una sudadera gris. Peino mi cabello y lo dejo suelto. Me observo al espejo y entiendo lo que mi madre ha dicho. Realmente parezco un maldito esqueleto. Despejo esos pensamientos y vuelvo a la culpa, sigo sin poder recordar que sucedió luego.

Antes de salir ordeno un poco la habitación, ordeno mi cama y acomodo un poco el desastre que tenía. Dejo el suéter de mi hermano sobre la cama, es lo que uso para dormir.

— ¿Mamá?—La busco mientras bajo las escaleras, pero no hay respuesta. — ¡Mamá voy a salir!—Grito con la esperanza de que me haya escuchado.

Salgo de casa y al estar afuera noto que hay ramos de rosas y globos junto algunos carteles que dicen "Te extrañaremos, Lucas" ¿Qué demonios es esto? Me dirijo furiosa, cojeando un poco hacía todas esas malditas flores y las tiro al bote de basura que estaba cerca. Pincho los globos y rompo los carteles. Grito de frustración mientras hago todo esto. Mis vecinos salen a ver que está sucediendo, se me quedan mirando y eso me enfurece más.

— ¿Qué mierdas ven? ¡No hay nada que ver!—Les grito y me miran sorprendidos volviendo a sus casas.

Empiezo a caminar, —o lo intento— hacía la carretera donde ha sido el accidente. El cielo esta gris y amenaza con llover, los relámpagos lo advierten. Si sigo caminando tardaré más de una hora en llegar, pero realmente no me importa. Solo quiero llegar y eso haré.

Pasan varios carros a mi lado y yo simplemente bajo la cabeza. Este pueblo es muy chico y todos conocen a todos y no me sorprendería que ya alguien le haya avisado a mi madre que ando por aquí. Me pongo la capucha de la sudadera para evitar ser identificada y sigo mi camino. Y sigo tratando de recordar lo sucedido.




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