Hay sorpresas que son realmente agradables, pero la de llegar a tu casa y encontrarte con la persona que tu creias no volver a ver y que esos recuerdos tan desagradebles regresen es como un balde de agua fria.
-¡¿Que diablos haces aqui?!-chillo al entrar a mi casa y encontrarme a Sebastian tendido en mi sofá.
-¡Hola querida prima! ¿Asi recibes a tus invitados?- se levanta del sofa y se dirige a paso lento hacia la puerta, mi corazón empieza a acelerarse por su cercania y mientras viene hacia mi, usa sus tipicas sonrisas, mis piernas amenazan con flaquear.
-No piensas seguir, no vine aqui para nada- no se de donde salió mi fuerza pero levante mi pierna derecha y le di en su entrepierna y con mis manos lo empuje para salir corriendo al segundo piso y encerrarme en mi cuarto.
-¡Maldita, cuando salgas te estare esperando!- me dezliso por la puerta y me hago un ovillo e inmediatamente las lagrimas bañan mis mejillas, es un bastardo no puedo creer que se allá tomado el atrevimiento de venir hasta mi casa, me costo mucho volver a sonreir, a ser yo misma y que el venga me hace volver a esos tiempos.
Flasback
-¡Sueltame por favor!- pidó aunque se que mis suplicas no seran escuchadas.
-Claro que no estupida tu me rechazaste y a mi nadie me hace eso, me tienes que pagar tu desprecio- jala de mi pelo y me tira en la cama mientras siento como sus manos recorren mi cuerpo y me quita la ropa, mientras que yo grito y pataleo para librarme de su agarre pero es imposible lo único que consigo es lastimarme a mi misma, esto no podia estar pasando, no a mi, cuando lo único que yo he querido e anhelado a sido una familia donde papá y mamá estuvieran para mi ayudandome, pero esas ilusiones se desvanecen cada dia cuando no recibo su cariño si no su desprecio y ahora que han aceptado ayudar a mi primo dejandolo vivir en nuestra casa un año, esto se convirtió en un verdadero infierno.
Siempre que llegó de la escuela es lo mismo, golpes y violaciones por parte de Sebastian, y todo por el simple echo de haberlo rechazado. Mis padres ni cuenta se han dado, cuando llegan cada quien esta en su mundo, ni siquiera se han dado cuenta que su unica hija ha cambiado, ya no es la misma niña alegre. Ahora solo es un fantasma que deambula por la casa buscando un consuelo.
-Esto es para que aprendas y cuidado con decir algo- mi primo sale de mi habitación mientras yo me cubro con las sabanas y dejó que las lagrimas bañen mis mejillas.
Fin de flashback
Esa fue una de las tantas veces que el abuso de mi, esos recuerdos quedaron marcados en mi memoria para siempre, ya no era la misma jovencita de quince años alegre y entusiasta, de ella no quedo nada y cuando por fin creyó que su calvario habia acabado, que suceda esto solo la hace que esa joven triste y deprimida regrese. Sino hubiera encontrada a Daya seguramente me hubiera hundido, incluso hasta acabado con mi vida porque la verda ya nada de lo que hubiese pasado conmigo me hubiera importado, pero ella llego y me saco de ese abismo, es la unica que sabe de las violaciones y los golpes que recibi por ese mal nacido. Paso toda la tarde encerrada en mi habitación y cuando son las ocho de la noche escucho que tocan la puerta.
-¿Quien?- mi voz es apenas audible por haber estado llorando.
-Tu madre, necesito que bajes tu papá y yo necesitamos hablar- sin mas que decir se va, resignada me limpio las lagrimas y me echo agua en la cara aunque mis ojos delatan que he estado llorando no me importa y bajo. Cuando llego a la sala veo que tambien esta reunido mi primo junto con mis padres y se que esto es realmente importante.
-Melanie te mandamos a llamar por que hay algo que tenemos que informarte. Como bien te diste cuenta, Sebastian esta acá y nos ha pedido el favor de dejarlo hospedarse aqui y hemos aceptado. Él estara aqui por un año y espero que se lleven bien- informa mi padre mientras que analizo sus palabras siento que todo me da vueltas, esto no puede estar pasando. Me levanto realmente indignada.
-¡Pero que les pasa! ¿Almenos hubieran podido consultarme? Soy su unica hija estoy harta que nunca cuenten conmigo, soy un cero a la izquiera pero ya estoy cansada y no lo quiero a el aqui dentro de esta casa- mis padres me miran con los rostros rojos y se por ese gesto que les ha molestado mi actitud pero es la primera vez que yo les hablo de esta manera.
-Melanie esta es mi casa, y aqui se hace lo que yo diga, tú te callas, no hay nada que puedas hacer Sebastian se queda-me dirijo hacia mi habitacion y me encierro, son tantas las emociones que tengo que estrello mi puño contra la pared sin importarme el daño, sigo hasta que siento que mi ira se ha calmado y cuando miro mis nudillos estan rojos, suelto un suspiro de cansancio y me voy a la cama sintiendo que realmente estoy sola. Con estos pensamientos me quedo dormida.