Prólogo 1

Era un cruel y duro invierno en la ciudad de Seúl a principios de enero. A las afueras de esta grande y lujosa ciudad se encontraban los hermanos Min nacidos en Daegu, viajando por la carretera a bordo de una lujosa y costosa limusina tras asistir al funeral de su padre en la capital de Corea del sur.

Min Junsu acababa de cumplir 15 años, y su pequeño hermano Min Yoongi tan solo tenia 8 años. En todo el viaje no se habían dicho ni una palabra, ni siquiera se habían dirigido una mirada.

Al pequeño Yoongi le dolía la repentina indiferencia que su hermano Junsu tenia con él tras las muerte de su padre, ya no le hablaba, ya no le sonreía, ya ni siquiera lo miraba, lo trataba como si fuera un completo desconocido. Apenas hace unos días había perdido a su padre, y necesitaba el amor y el consuelo de su hermano mas que nunca, pero este no se lo daba.

- detente aquí -ordenó Junsu al chofer, deteniendose a la mitad de la carretera, en un desierto invernal por cualquier lado al que voltearan.

Yoongi lo miró por primera vez, completamente confundido con un ceño fruncido. No sabia porque su hermano había pedido detenerse en medio de la nada. Lo único que se le ocurrió es que quizás quería orinar.

- ¿por que nos detenemos hyung? -preguntó el pequeño, esperando la repuesta de su hermano mayor. Pero este ni siquiera lo miró, solo abrió la puerta del auto y salio.

- sal Yoongi...

El pequeño Yoongi, aun mas confundido que antes, obedeció a su hermano y salio del vehículo enseguida. El frío invernal le calo hasta los huesos, sintiendo un dolor punzante en su piel blanca como si le clavaran agujas en todo el cuerpo. Era el invierno mas frío de su vida, y ese viento helado lo hacia desear estar de nuevo dentro de la caliente limusina.

Junsu sin aun mirar a su hermano, dio media vuelta y volvió a entrar al auto, y al ver que Yoongi estaba por hacer lo mismo, lo detuvo, empujando su frágil y pequeño cuerpo haciendo que cayera al suelo en la blanca y congelada nieve.

El pequeño Yoongi gimió al sentir la helada nieve en su ropa y su cuerpo, y las lagrimas no tardaron en salirle al ver lo que su hermano de había echo.

- ¿que te pasa Junsu? -Le preguntó con una débil voz, con lagrimas en los ojos- ¿porque me tratas así?

- Me han sugerido contratar a un asesino para que te mate -contestó fríamente sin ningún tipo de expresión en su rostro, demostrando que esas palabras que parecían ser mentira eran verdad- o podría matarte yo con mis propias manos, pero, al verte así como un cachorro asustado, me doy cuenta que no vale la pena manchar mis manos de sangre por una basura como tú

- ¿de que hablas Junsu?... yo.. yo no te entiendo -titubeó el pequeño Yoongi completamente asustado, al escuchar las palabras de su hermano.

- pequeño Yoongi -río descaradamente- ahora que papá murió eres solamente un estorbo para mí. Y ni yo ni la familia estamos dispuestos a cuidarte ni mantenerte con la herencia de nuestro padre

- pe..pero... eres mi hermano

- pues ya no -por primera vez lo miró, demostrando odio y rechazo en sus ojos- olvida que alguna vez tuviste hermano, olvida que alguna ves tuviste familia, olvida que alguna vez tuviste un padre, y sobretodo olvida el apellido y el nombre Min Yoongi, porque desde hoy ya no existes.

- solo.. solo soy un niño -lloriqueó Yoongi aterrado- por favor no me abandones, yo no te estorbare

- no vale la pena matarte -Junsu sonrió con maldad y volvió a empujarlo- así que abandonarte es mucho mas fácil

- ¡eres mi hermano! -Le gritó Yoongi llorando fuertemente- mi único hermano... no puedo vivir sin ti

- pues entonces muere -respondió el mayor con frialdad- no hagas nada y deja que este maldito frío invierno te mate