Valery manejaba por las calles de Seúl en su auto, o mas buen en el auto que ahora era de su profesor.
Luego de un rato de pensarlo y analizarlo decidió ir a la casa de Suga para iniciar el proyecto que tenían que realizar juntos, a pesar de que aun tenían tiempo para entregarlo.
En cuanto la rubia llegó al edificio, se dio cuenta que era un lugar de alta categoría, para gente adinerada. Él edificio tenia su propio estacionamiento, así que la chica entró en éste y estacionó su vehículo en uno de los espacios disponibles.
Al rededor suyo estaban estacionados autos de lujo, demasiado costosos, con pintura brillosa y perfectamente cuidados.
Valery volteó a ver su auto y enseguida notó lo mucho que desentonaba. La pintura en algunas pequeñas partes tenían raspaduras, en la parte de atrás tenia una aboyadura de un pequeño accidente que ella había tenido cuando apenas estaba aprendiendo a conducir, y aunque no estaba para nada en mal estado, en medio de esos autos parecía que si.
《Eres mas bonito para mí》pensó ella dando una caricia al metal del cofre, para después comenzar a caminar por el estacionamiento hasta llegar al interior del edificio. Su amigo Taehyung no sabia con exactitud en que piso vivía Suga, así que Valery se acercó a la recepción donde un hombre que al parecer era el portero se encontraba ahí.
- Buenas tardes señor -habló la rubia con amabilidad dando una reverencia. Él hombre al verla hizo lo mismo, y dejó a un lado el periódico que estaba leyendo.
- Buenas tardes jovencita -le respondió el hombre- ¿se le ofrece algo
- vine a ver un amigo -le indicó ella- su nombre es Suga Miller ¿podría decirme cual es su piso y el numero de su departamento?
- con gusto -el hombre tomó una pequeña agenda que tenia a la mano, y luego de revisarla contestó- en el Penthouse -Valery se sorprendió al escuchar tales palabras, pero disimulo para no verse mal frente al hombre.
- gracias señor -le dijo ella por ultimo y luego se dirigió al ascensor.
- ¡valla! -Musitó la joven subiendo hasta el ultimo piso. La familia de Suga debía tener mucho dinero para pagar un Penthouse en uno de los mejores vecindarios de Seúl. Suga Miller era demasiado afortunado.
El edificio no tenia muchos pisos, cuando el ascensor llegó al piso 7 el cual era el ultimo se detuvo. La rubia salió de éste y fue hasta el único departamento que se encontraba ahí.
De un momento a otro se puso nerviosa, sus manos comenzaron a sudar y el corazón le latía cada vez mas fuerte. Con sus nudillos tocó ligeramente la puerta y espero completamente llena de nervios a que su compañero atendiera.
Suga adentro de su casa estaba en su habitación dormido como si fuera de madrugada, y entre el sueño escuchó como alguien golpeaba la puerta de la entrada.
Él pelimenta se quejó, odiaba tanto que lo despetaran, así que con gran pereza se levantó de su cómoda cama y fue a abrir la puerta y atender a la persona lo mas rápido posibles, para él volver a dormir.
Con cierta agresión abrió la puerta dispuesto a hacerle mala cara a quien estuviera del otro lado, pero todo eso que tenia en mente se le borro al ver conocida chica rubia parada frente a él
- hola Suga -le dijo ella con una linda sonrisa en la cara. El peliverde estaba realmente sorprendido por verla, pero como cualquier típico chico frío lo disimulo perfectamente.
- mmh... -musitó el joven- ¿que quieres?
Ella tenia ganas de verlo, pero al notar su actitud grosera y arrogante su sonrisa y sus ganas de ser amable se desvanecieron.
- ¿eres tonto Miller? -Le señaló ella- Quedaste en llamarme para iniciar nuestro proyecto y no lo hiciste
- ¿y porque simplemente no me llamaste tú?
- será porque no contestas el maldito teléfono
- Ash... -se quejo el de piel pálida. Valery se quedo allí parada viendo la cara adormilada y enojada de Suga, algo que la enojo mucho mas.
- fue mala idea venir -le indicó ella al muchacho- mejor iré a buscar a Jungkook y aceptar su invitación
La chica dio media vuelta decidida a marcharse de ese lugar, pero la voz roca y masculina de su compañero la hizo detenerse.
- Valery... deja de actuar como niña y entra a la casa
En ese momento ella debería de haberse ido, ignorar a Suga y dejarlo ahí solo por como la había tratado, pero la rubia hizo todo lo contrario, volvió a girar su cuerpo y entró al departamento del peliverde pasando por su lado. Seguía molesta, pero ya había gastado gasolina es llegar ahí, así que decidió quedarse.
Suga al verla entrar la recorrió con la mirada. Ella estaba vestida con unos Jeans ajustados, una polera con una calavera en el centro, y su mochila en la espalda. Ademas llevaba su cabello suelto sujetado de los lados con un par de broches, haciéndola ver realmente bien.
El peliverde se sintió un poco intimidado al verla así, él estaba vestido con unos pantalones deportivos, una simple polera blanca y su cabello estaba despeinado.
- siéntate donde quieras -le señaló el Joven- ahora vuelvo
Suga sin decir mas subió las escaleras y se dirigió a su habitación. Lo que iba hacer era lavar sus dientes, ponerse unos pantalones mas decentes y cepillar su cabello un poco. Por alguna razón no quería verse desaliñado.
Mientras tanto la rubia hizo caso a lo que el pelimenta le indicó. Tomó asiento en un sofá de terciopelo color azul, y completamente embobada comenzó a analizar su entorno.
《Que departamento tan bonito》 pensó ella al ver lo lujoso que era. Cualquiera desearía vivir en un lugar así, de manera tan lujosa y elegante.
Frente a ella la chica notó un piano debajo de la escalera, y como si este fuera un imán y ella una vara de metal se le acerco. Con sus finos dedos acaricio las teclas de éste sin dejar salir la melodía que producían; el sonido de un piano era de sus favoritos.
- ¿sabes tocarlo? -Escuchó la chica de repente y dio un pequeño saltó en su lugar. Al levantar la cabeza vio a Suga a la mitad de las escaleras mirándola con atención. Ella un poco nerviosa y aun sobresaltada se alejó de ahí dando un par de pasos hacia atrás, para poder ver mejor a su compañero de clases.