01.31

Penúltimo capítulo

《Nunca sabes a dónde te va llevar la vida》 se dijo a si mismo Yoongi mientas miraba por la ventana del auto. Habían pasado al rededor de dos meses luego del incidente con su familia, y finalmente las cosas estaban más relajadas. 

Su tío había sido juzgado un par de días atrás, donde Suga había estado presente mostrando todas sus pruebas y evidencias contra él. 
No fue muy difícil para el juez y el jurado determinar que efectivamente el millonario era culpable por todo lo que se le acusaba, recibiendo una sentencia bastante alta, sumando cada uno de sus delitos. Asesinato, robo de identidad, intento de homicidio, entre otras cosas más. 

Gracias a esto, ahora Suga estaba a punto de convertirse en el heredero de absolutamente todo el imperio Min, y por esa razón, llevaba todo ese tiempo viviendo en Daegu, mientras que sus amigos y Valery habían regresado a Seúl. 

El padre de Jin, de igual manera estaba viviendo en Daegu para seguir de serca el caso y ayudar a Suga hasta que todo el proceso terminara, y para eso solo faltaba leer con el notario el genuino testamento que el padre de Suga había dejado antes de morir, donde se explicaba que todo era para él. 

Yoongi con un elegante traje color gris, una corbata azul noche, y una camiseta blanca, iba en un lujoso auto junto al padre de Jin con rumbo a la notaria. 
El pálido se sentía libre de por fin haber recuperado su vida y su nombre, pero al mismo tiempo se sentía frustrado, pues ahora la mayoría del tiempo estaba rodeado por medios que hablan del caso y le preguntaban lo mismo una y otra vez. 

En todo el camino se dedicó a observar por la ventana, pensando en el futuro que ahora le esperaba y el cual no tenía ni idea de dónde dar inicio. 
Las ganas de vivir se le había ido desde hacía ya mucho tiempo. Si no fuera por Valery y sus amigos, probablemente se hubiera declarado culpable de todo para permanecer unos cuantos años en prisión y quizás después quitarse la vida al no soportar la total soledad y el encierro de ser preso. 

Claro que ahora no pensaba así, pero se sentía completamente perdido sin saber que camino tomar o por donde comenzar. Solo una cosa tenía segura, quería a Valery en su vida como su todo, no como solo su amiga o compañera de la preparatoria, él la quería completa, entregándose más allá de lo que ambos podían siquiera comprender, pero esos eran sentimientos que aún le costaban entender y mostrar. 

— mañana ya podremos regresar a Seúl... ¿tienes todo listo muchacho? —Habló de repente en padre de Jin. Él ya estaba ansiosos por regresar y continuar con sus negocios en el bufete que compartía con el padre de Namjoon. 

Suga por su parte tenía otro pensamiento. Y desviando la mirada hacia la ventana respondió. 

— tal vez decida quedarme aquí —dijo con seriedad— tengo pensado arreglar la casa de mi padre y vivir allí 

— ¿estás seguro? —Indagó el padre de Jin. Él sabía lo importantes que eran sus amigos, y Daegu no era una ciudad que quedara precisamente cerca como para visitarlo todos los días. 

— lo e estado pensando, y sí... aunque no tenga idea de que vaya hacer con vida desde ahora 

— puedes tomar el mando que llevaba tu tío —sugirió su acompañante— en un par de hora todo será tuyo de todas maneras 

— jamás quiero ser como ese bastardo... jamás quiero que me vean como él 

— si haces las cosas bien, no te verán como él 

Y mientras más lo pensaba, mas lo perdía. Toda su vida la había vivido por su venganza, por su odio, pero ahora que había conseguido todo por el buen camino no sabía que era lo que seguía. 

La universidad y los estudios no le parecían importantes, 《el sistema educativo es una mierda》 se repetía a si mismo cada vez que tenía que asistir a la preparatoria, por lo que seguir estudiando le parecía una completa pérdida de tiempo. 
Y sí, en un par de horas todo sería suyo. Con toda la fortuna de los Min podría vivir sin trabajar y como un vago por el reto de su vida, pero a él no le gustaba ser esa clase de persona, seria demaciado aburrido vivir de esa manera. 

Claro, tenía lo opción de tomar el lugar de su tío y convertirse en el líder de todo el imperio, pero temía que lo comparasen con él, que lo conocieran únicamente por ser el sobrino de ese despiadado hombre. Aunque en estos momentos estaba en la boca de todos de igual manera, juzgandolo, algunos en su contra al no creer su historia, y otros más de su lado llamándolo el verdadero Min Yoongi, siendo comparado de igual manera con su hermano fallecido. 

A los pocos minutos llegaron a la notaria para darle lectura al testamento, el cual ya había sido leído años atrás entregándole todo a Junsu como su tío lo tenía planeado. Al bajar del auto Suga sintio la ola de personas a su alrededor con cámaras y micrófonos, preguntándole una gran cantidad de cosas que ni siquiera lograba escuchar con claridad.
Él odiaba a la gente, odiaba estar rodeado de tantas personas, y más si toda la atención estaba dirigida hacia él. 

Con una expresión bastante notoria, mostró su descontento, y con ayuda del padre de Jin esquibaron a todos para entrar enseguida al lugar. 
En ese sitio no se permitía a nadie más que a ellos, así que lograron deshacerse de toda esa avalancha al momento de entrar. 

— el señor Lee los esta esperando en la oficina principal —señaló una mujer que parecía ser la secretaria. 

Yoongi y el padre de Jin solamente asintieron y se adentraron más al lugar hasta la oficina ya señalada. Ahí un hombre de edad mayor se encontraba sentado detrás de un escritorio de madera, con el testamento listo para ser leído. 

— por favor tomen asiento, daremos inicio de inmediato 

Ambos obedecieron, y enseguida, sin tardar ni un segundo, el notario comenzó con la lectura del testamento. El padre de Jin escuchaba atentamente cada detalle con cuidado, miestras Suga estaba perdido en sus pensamientos. 
No es como que tuviera que poner mucha atención, ese pedazo de papel solamente decía que el ahora tenía el poder en todo. 

Al terminar, Yoongi firmó la ojalá sobre la ya impregnada y algo vieja firma de su hermano Junsu, y de esa manera todo, absolutamente todo pasó a ser suyo. 

《Él es el joven con más poder en todo corea del sur》 decían todos los medios, contado a detalle toda la historia que había ocurrido en esa familia luego de la muerte del padre de Yoongi. Principalmente el abandono de él, el robo de identidad por su medio hermano y su asesinato, los malos negocios de su tío para conseguir más poder, y su ahora arresto en una de las prisiones con más seguridad del país. 

Sea como fuera de lo que hablaban, Suga estaba en la boca de todos, siendo de las personas más populares en el país. 

— lo conseguimos muchacho... todo el imperio de tu padre y tu familia te pertenece ahora... además, ten por seguro que tu tío no saldrá de la cárcel por el resto de su vida 

Yoongi estaba una vez más en el auto, con su mirada perdida y algo pensativa al mismo tiempo. Con un respiro profundo, giró su rostro para observar al padre de su amigo luego de haberlo escuchado. Y con una voz tenue respondió. 

— no me siento completo a pesar de tener todo lo que siempre quise... 

— ¿porque no vas a Seúl y averiguas que te falta?... —sugirió con sabiduría el padre de Jin. 

Esas palabras se profundizaron en el pecho del pálido y se repitieron en su cabeza una y otra vez. 
Tenia decidido vivir en Daegu en la gran casa de su padre, pero quizás podía esperar a que la graduación de la preparatoria llegara para poder cumplirlo.




Al día siguiente, junto con el padre de Jin, se preparó para  regresar a Seúl. No tardó mucho, no tenía casi nada en Daegu más que aquellas pocas cosas que llevaba en su mochila el día que se había marchado de Seúl. Así que temprano por la mañana tomaron un tren. 

Yoongi no estaba muy contento a decir verdad, se había levantado demaciado temprano, lo cual odiaba. También detestaba estar serca de muchas personas, y para su mala suerte, había muchas personas en el tren con el mismo destino que el suyo. 

Eran al rededor de dos horas de viaje, por lo que el pálido decidió dormir en todo el camino para no tener que soportar al niño sentado delante de él que lo miraba con gestos extraños y molestos.
De esa forma ni siquiera se percató de cuando habían llegado, hasta que el padre de Jin lo sacudió para despertarlo. 

Fuera de la estación, un auto moderno de color gris los estaba esperando. Suga supuso que era uno de los trabajadores de la familia de Jin, ya que no era sorpresa que su fortuna también era bastante grande, no como la de los Min, pero si muy grande. 

Aún era temprano. Así que Suga decidió ir a su departamento, tomar un baño, ponerse ropa limpia y decente. Éste ya se encontraba perfectamente limpio a pesar de los destrozos que el mismo había hecho antes de irse, y de igual manera el dueño del edificio ya sabía quién era él, por eso no había tenido ningún problema con eso. 

Cuando estuvo listo, salió del departamento, y yendo a pie, se dirigió hacia la preparatoria para ir a buscar a Valery. La verdad era que se encontraba desesperado por verla. Y todos los demás asuntos que tenía que resolver se le habían olvido por completo. 

No hizo mucho tiempo cuando llegó. La hora de salida aún no llegaba y lo primero que decidió hacer fue entrar para resolver los asuntos que tenía pendientes con la directora. Como su inscripción, y otra cosas de ese estilo. 

Tuvo que pasar por algunas aulas al estar de camino a la oficina de la dirección, y le resultó bastante incómodo sentir las miradas y los murmullos de los alumnos, incluso de algunos maestros también. Y es que ya todos sabían que el era Min Yoongi, el heredero de la fortuna de los Min, además todo el escándalo de su arresto, la muerte se su medio hermano, y los grandes delitos de su tío, también eran algo que se conocían a detalle. 

Unos cuantos pasos más y al fin llegó a la oficina. Enseguida entró al lugar viendo a la secretaria principal y algunos maestro y alumnos asiendo sus cosas. Sin llamar mucho la atención se paró frente al escritorio de la secretaría e hizo una reverencia a modo de saludo. 

— solicito hablar con la directora por favor —soltó el muchacho con firmeza. La mujer estaba demaciado concentrada en la computadora que no se percató de quien hablaba, hasta que levemente levantó la mirada y vio al muchacho de melena verde menta frente a ella. 

— ¡claro! ¡claro!... dame un momento jovencito —respondió enseguida con algo de alteración y nerviosismo al darse cuenta de quien se trataba. Ignorando ahora la pantalla de su computadora, tomó el teléfono que tenía a un lado y presionó una numeración para después hablar por el aparato— Directora Park... solicitan verla en este momento... 

No tardó casi en nada en indicarle a Suga con una seña que entrara a la oficina. El muchacho de cabellos mentolados al instante hizo caso y entró. 

— pase por favor joven Min... y tome asiento —le señaló la directora con una sonrisa inmensa en el rostro. Suga con una reverencia le mostró respeto, y luego hizo lo que ella le había indicado. 

— directora Park... después de lo que pasó... —comenzó hablar el muchacho. Pero repentinamente fue interrumpido por la mujer. 

— no tiene porque dar explicaciones joven Min, se lo que paso con detalles y déjeme decirle que es irrelevante 

— ¿eso que significa? —Indagó el muchacho. No comprendía a que se refería con eso. 

La directora se incorporó más en su silla para estar mas cómoda, colocó sus codos en el escritorio y sonrió levemente mientras miraba fijamente al pálido. 

— quiero decir que si desea continuar con sus estudios aquí, puede hacerlo sin problema, así decida usar el nombre de Suga Miller o el de Min Yoongi, cualquiera de sus dos nombres en válido... para mí sería un gran honor que continuara con sus estudios en nuestra institución 

— ¿y que hay de los meses que falte? —Preguntó. Era demaciado consciente de todo el tiempo que había faltado, además de haberse ido sin avisar cuando tenía el partido del campeonato meses atrás, donde debido a la controversia, la preparatoria contraria había ganado las naciones llevándose el primer lugar en baloncesto, pero dejando eso atrás. El año ya iba a la mitad y seguramente, con tanta falta, iba a reprobar. 

— estoy consciente de esas faltas —confesó la directora— pero hablaré con sus profesores para que puedan asignarle algún proyecto... se que para el profesor JaeJoong no habrá ningun problema, estos meses a estado muy preocupado por usted 

JaeJoong. Suga ni siquiera se acordaba de él hasta que lo había menciona la mujer frente a él. Este tiempo no solo había sido para recuperar su vida, si no también para reflexionar y entender lo que había hecho mal. 
Obviamente le debía una disculapa a su joven profesor, el cual le había brindado su ayuda de manera honesta desde el principio, y todas esas cosas malas que le había dicho antes de irse a Daegu, no se las merecía. 

Tras hablar por un buen rato, Yoongi decidió seguir en la preparatoria hasta la graduación, siguiendo su camino del alumno ejemplar que ya tenía planeado, aunque esta vez lo sería por que realmente lo quería y no por querer ser mejor que su difunto hermano. 
Al final con una reverencia se despidió de la directora y fue directo a salida de la escuela antes de que la manada de jóvenes preadultos salieran con desespero de sus salones. 

La sombra de un frondoso árbol lo cubrió del sol, mientras esperaba recargado en la corteza de éste. 
Claramente esperaba a que sus amigos salieran, más específicamente a la muchacha de cabellos dorados. 

Mientras los alumnos salían de apoco. Las miradas comenzaron acecharlo, ya que todos estaban concientes de que ahora era el joven más rico de corea, y el verdadero Min Yoongi, pero eso al pálido le daba igual, comenzaba a acostumbrarse a que lo miraran, así que el se mantuvo en su objetivo de ver hacia la entrada esperando a la muchacha salir por ahí. 

Sus ojos se mantuvieron atentos, esperando con tantas ansias hasta que logró verla a lo lejos.
El pálido sientio que el corazón se le salía del pecho, se relamio los labios y espero a que ella lo viera, y como si su esencia estuviera conectada, Valery lo vio y sonrió. 

No estaba sola, y no era una sorpresa para Yoongi que ella estuviera acompañada de Taehyung, quien posaba su brazo al rededor de los hombros de ella con demaciada comodidad y confianza. Sin duda ahora que había aceptado sus sentimientos por ella, los cariños y acercamientos del castaño iban hacer un problema. 

— ¡¡EY HERMANO!! —Gritó con emoción el castaño al darse cuenta de la presencia del pálido. Ambas manos las levantó por el aire y comenzó a moverlas de un lado para otro energéticamente. Su objetivo era lograr que Suga lo viera entre la multitud. 

El pálido un poco fastidiado hizo un gesto con sus labios y saludo a Taehyung de manera bastante sutil. A diferencia del castaño, la muchacha estaba algo paralizada, sus piernas no le respondían y su corazón latía al mismo tiempo que el de Suga, como si estos estuvieran coordinados. 

Ese tiempo transcurrió como si se tratara de la escena de la película de Tim Burton "el gran pez" en la parte donde Bloom se enamora de Sandra en el circo, y el tiempo se detiene por unos segundos. Pero tal cual como en esa escena, después el tiempo transcurrió el doble de rápido, y la joven ni siquiera se percató en que momento estaba ya parada frente al peli verde. 

Al estar así pudo verlo mejor después de tanto tiempo, no dejaba de sorprenderle lo hermoso que era Yoongi, verdaderamente precioso. Su piel tan blanca del tono de la azúcar parecía brillar como la porcelana, sus ojos gatunos profundos y penetrantes la miraban con un resplandor que le erizaba la piel de pies a cabeza, sus delgados labios de un tono rojizo natural, que al verlo relamerselos, no pudo evitar sentir un cosquilleo en su interior, sintiendo un deseo desesperado por besarlo. 

《¿Que seguía ahora?》 Se preguntó por dentro. Realmente ese hermoso muchacho angelical la quería tanto como ella a él. No podía dejar de cuetinarselo, porque ahora, a tal grado de enamoramiento, no podía imaginarse la vida sin él.