Caballeros De Oscuridad

CAPÍTULO IV

—No hay nada mejor que el dolor como experiencia, ¿Eh?

Fueron las palabras que escuché de Ada, mi presidenta, después de todo el cansancio que sufrí en el combate, estaba agotado, me desmaye cuando caí al suelo. Todos estaban preocupados por Noel, a mí me importaba una mierda.

Cuando abrí los ojos, lo primero que vi, fue a Ada y a Dánae, ellas estaban tomando asiento, estaban charlando por lo que logré notar con mi vista.

—¡Aiden!

—exclamo Ada.

Inmediatamente ellas se acercaron a mi. A mi izquierda, estaba Noel, y absolutamente todos los miembros de caballeros de Luz estaban viendo su estado de salud.

—¿Cómo estás?

—pregunto Dánae.

—Bien, dentro de lo que cabe —hablaba mientras tocaba diferentes partes del cuerpo mientras charlaba —, las quiero demasiado a las dos, no se que harían sin ustedes, aunque Ada, casi me mata por el combate a muerte.

Enseguida, Noel se levantó de su cama y se acercó a la mía, tenía la intención de seguir combatiendo.

—¡Esto no ha acabado!

—¡Noel, detente! Si haces algo en contra de Aiden, saldrás más lastimado.

—¿Quién me lo dirá? ¿Una mujer?

—Esta mujer puede derrotarte en dos segundos.

—advirtió Ada.

—Mis asuntos no son contigo, son con ese imbécil.

—expreso Noel.

—Los asuntos de Aiden y de quien sea que pueda salir lastimado, son mis asuntos de igual manera.

La tensión estaba alta entre Ada y Noel, no podía permitir que eso siguiese. Trate de levantarme y tomar mis espadas.

—¡Vete de aquí, Noel!

—le grite, quería paz.

Noel me lanza en contra de la pared con el código mágico. Ada de igual manera, utiliza el mismo código y Noel termina destruyendo la pared.

Trataba de levantarme, pero la magia, resultó ser avanzada para causar mucho dolor en mi.

Dánae se me acerca y pregunta sobre mi estado, la verdad, me sentía mal, tenía problemas respiratorios.

—¡Ayuden! ¡Aiden se está sintiendo mal!

Los doctores rápidamente me suben a la camilla y me conectan los cables para una mejor respiración.

Dánae pone sus manos sobre mi tratando de ayudarme.

—No te preocupes Dánae, no hagas esto, no servirá de nada.

—¿Esta muy grave?

—pregunto Dánae a los doctores.

—¡Salgan todos! Tendremos un arduo trabajo.

Los sonidos de las máquinas empezaron a sonar desesperadamente unas tras otra, mis ojos empezaron a cerrarse. Lo último que vi fue a Dánae llorar y Ada tratando y poniendo resistencia para no salir del lugar... Ya he sobrevivido a la muerte varias veces, creo que está vez... Será la excepción.

—¡Aiden! ¡Aiden Lamperouge!

—grite.

—¡Tranquila Dánae!

—menciono Ada.

—¡No pude hacer nada por el! ¡Absolutamente nada!

—Relajate, Aiden estará bien, el es un hombre muy fuerte, saldrá de esta.

Solo escuché los sonidos de las máquinas sonar más y más, la voz de Aiden gimiendo de dolor, todo era un trauma mentalmente.

Solo me retire del lugar, no podía hacer nada, era una tristeza y un tormento estar cerca de la habitación de mi hermano.

Salí del hospital, a tomar un poco de aire fresco, si Aiden muere, no podré soportarlo, nos hemos apoyado mutuamente en estos años... Si muere el, muero yo.

Literalmente así era mi pensamiento en el, lo quiero mucho... Lo quiero mucho.

En mi llanto, sonó mi teléfono celular, era una llamada de el, rápidamente la decidí contestar.

—¡Aiden!

—Dánae, Dánae Lamperouge. Te quiero, si no logro salir de está,no te preocupes por mi. Igual llame a Ada para despedirme, los quiero a todos, incluso a Noel.

—¡No digas esas estupideces! ¡Te recuperarás!

La llamada había terminado cuando termine aquellas palabras. Realmente era una despedida.

Solamente vi el cielo, las nubes, pero en eso me entró el presentimiento, de un poder mágico bastante alto. Decidí entrar al hospital y buscar el poder de la persona que lo portaba...

Cuando entre al lugar, muchas personas, entraban en pánico. Estaba en busca de Ada, no la lograba encontrar, y de la nada, deje de sentir ese gran poder mágico.

Entre la histéria de la gente, a mis zapatos llegó un pequeño pozo de sangre que venía a mi derecha, decidí ir a ver qué era lo que pasaba, y vi a 3 guerreros oscuros torturando a Ada, tenía varios metales enterrados en ella.

—¡Ada!

—grite desesperadamente.

Rápidamente con mis dos manos junte los códigos mágicos. De mis manos salieron pequeños rayos que separaron la cabeza de los cuerpos de esas personas.

Me acerque a Ada para saber cómo se encontraba.

—Llegaste en momento oportuno... Te lo agradezco.

—expreso mientras sangre salía de su boca.

—¡Resiste, Ada! ¡No te mueras!

—Yo vi a Aiden salir... ¿Ya está mejor?

Era imposible que Aiden saliera, o pudiera ser que si, al escuchar los gritos de Ada.

Al parecer eran los únicos 3 guerreros oscuros que había en el lugar, y por lo visto, venían por Ada, ya que es la número 1 de la área Zenda.

Escuché unas pisadas de armadura caminar fuera de nuestra habitación. Estuvo bastante extraño que alguien tuviera armadura en estos tiempos.

—Ella es... Carla, la número 0 de todas la áreas, es considerada la mejor mujer y guerrera que tiene en sus manos los caballeros de Luz.

Carla entra en la habitación y se acerca con pequeños pasos hacía nosotras.

La número 0, toma mi hombro y lo jalo en dirección a la pared.

—¿Cómo se encuentra, número 1?

—Bien,las heridas ya van cicatrizando, por suerte esa es mi habilidad, por cierto, ella es Dánae Lamperouge, la número 3 del área Zenda.

Ella solo ofrece su mano para levantarme.

—Le pido una disculpa, número 3.

Por mi no había problema alguno, así que acepte y estrechamos nuestras manos juntas.

—¿En donde está número 16?

—¿Aiden?

—pregunte

—No tengo ningún tipo de conocimiento de los nombres, lo lamento. Lo único que se es que está lastimado y aloja en este hospital.



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En el texto hay: fantasia, magia, combate

Editado: 28.05.2020

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