Nos damos un beso, un beso que sabe a que estoy seguro, a que esto es real, a que somos verdad.
Y no necesito nada más.
En ningún lugar me siento tan libre como cuando estoy encadenado en sus brazos y soy cautivo de su amor.
Es tan hermosa que quiero vivir de nuevo, pero de un modo distinto.
Es tan hermosa que en el fondo de mi delirante amor
me espera todavía íntegra toda la locura...
Y ahí estaba yo hipnotizado en medio de un salón lleno de arte donde la obra principal era ella.
Entonces es así como se siente el amor... El corazón queriendo salir del pecho y las mejillas calientes por el sonrojo repentino.