C APÍTULO 4:
EN SU CASA DESCANSANDO DE TANTA MALDAD, VALERIA GOZABA DE UN ESPUMOSO CAFÉ FRENTE AL HOGAR DE LEÑA CUANDO SONÓ EL TIMBRE.
AL ABRIR, PABLO ENTRÓ COMO TREN CARGUERO Y LA TOMÓ DEL CUELLO CONTRA LA PARED:
¡CASI LA MATÁS! - DIJO FURIOSO.
YO SÓLO LE MANDE LAS FOTOS DE ADRIÁN CONMIGO EN LA CAMA -DIJO CON UN HILO DE VOZ. ¿QUÉ IBA A SABER QUE LA MUY ESTÚPIDA IBA A VER EL CELULAR MIENTRAS MANEJABA?
¡YO! ¡YO TE IBA A AVISAR CUÁNDO MANDARLE LAS FOTOS. YO CONOCÍA LOS HORARIOS DE LA FAMILIA. ¡SABÍAS MUY BIEN QUE A ESA HORA ELLA SALÍA DEL TRABAJO Y PODRÍA ESTAR MANEJANDO!
PABLO APRETÓ CADA VEZ MÁS EL CUELLO DE VALERIA.
SI ME MATÁS AHORA -DIJO ELLA- CINTIA VA A SABER QUE ALGO ME PASÓ Y LE VA A CONTAR A LA FEDERAL EN LO QUE ESTÁS IMPLICADO Y QUE FUISTE VOS EL QUE TOMÓ LAS IMAGENES DE TU AMIGUITO Y YO REVOLCÁNDONOS, DE LA CÁMARA DE SEGURIDAD QUE HABÍA ESCONDIDO EN EL CUARTO AQUELLA NOCHE. ASESINATO, COMPLICIDAD Y CHANTAJE. YO MUERO Y ADRIÁN SE QUEDA CON LA TARADA Y ENOJADO CON SU AMIGUITO POR LA CAMA QUE LE HIZO PARA QUEDARSE CON SU MUJER.
¡NO LE DIGAS TARADA NI ESTÚPIDA!- VOLVIÓ A GRITAR PABLO.
CALMATE Y TENÉ PACIENCIA QUE SI TODO SALE COMO ESPERO, CUANDO SE RECUPERE TE LA ARROJO A TUS BRAZOS.
LO QUE NADIE SOSPECHABA ERA QUE PABLO ESTABA TAMBIÉN IMPLICADO EN LA VENTA CLANDESTINA DE MEDICAMENTOS QUE SACABA DE LA FARMACIA DE LA CLÍNICA CON RECETAS TRUCADAS. CINTIA ERA LA ENCARGADA DE FARMACIA QUE LE TOMABA LAS RECETAS POR ORDEN DE VALERIA., PORQUE ELLA ERA LA JEFA DEL DEPARTAMENTO DE FARMACOLOGÍA.
HABÍA TENDIDO VARIAS TRAMPAS Y TENTADO A PABLO POR UNA CUENTA PENDIENTE DEL PASADO. MÁS EXACTAMENTE CON UN ADRIÁN DE DOCE AÑOS ATRÁS.