CAPÍTULO 17:
- HOLA… ¿CINTIA? - PREGUNTÓ TUOMAS EN LA FARMACIA.
- SÍ – DIJO LA MUJER DEVOLVIÉNDOLE LA SONRISA.
- TENGO ENTENDIDO QUE LOS EMPLEADOS DE AQUÍ TENEMOS DESCUENTOS EN MEDICAMENTOS.
- UN 30 PORCIENTO.
- ¿SERÍAS TAN AMABLE DE VENDERME PARACETAMOL? TANTOS PACIENTES ME MATA.
- JA JA, SUELE PASAR.
- (RECIBIENDO LA CAJA Y ABONÁNDOLA) PERDÓN, NO QUIERO PARECER IMPERTINENTE, PERO HACE DÍAS TE OBSERVO. Y AÚN ARRIESGÁNDOME A QUE ME DENUNCIES DE ACOSO, DESEO DECIRTE QUE ERES BONITA Y SI NO ES UN PECADO INVITARTE UN CAFÉ.
LA MUJER NO SUPO CÓMO REACCIONAR A ALGO ASÍ, DE GOLPE,. EL PSICÓLOGO ERA UNA BUENA EXCUSA PARA OLVIDAR UN POCO A PABLO Y DEMOSTRARLE QUE ERA DESEABLE Y NO LA MUÑEQUITA DE TURNO USABLE POR UNOS REMEDIOS.
- NO TOMO CAFÉ- DIJO SECA.
- LO LAMENTO – DIJO TUOMAS CON LA BRONCA POR DENTRO AL PERDER LA OPORTUNIDAD DE ACERCARSE A LAS RECETAS- NO SE VOLVERÁ A REPETIR. SIENTO SI TE FALTÉ EL RESPETO.
- PERO SÍ TOMO TÉ – DIJO CINTIA CON UNA SONRISA FUGAZ.