CAPÍTULO 57:
- ¡ESTÁS ACÁ!- DIJO TUOMAS LUEGO DE DESPERTARSE.
- (LLORANDO) ¿DÓNDE MÁS ESTARÍA?
- (DÁNDOLE LA MANO) TE TRATE MAL PORQUE QUERÍA QUE SALIERAS DEL HOSPITAL. LA COSA SE IBA A PONER FEA.
- (BESÁNDOLE LA MEJILLA) LO SÉ. ESTÁS MUY “CONFESIVO”.
- (RIENDO) NO EXISTE ESA PALABRA. NO ME HAGAS REIR QUE ME DUELE TODO.
. ¡PERDÓN!
- TENÉS QUE CUIDARTE. PABLO ANDA SUELTO. EN LA CASA LE ENCONTRARON UN CUARTO LLENO DE FOTOS Y PRENDAS TUYAS.
- ¡QUÉ ASCO!, PERO NO ES DE PABLO DE QUIÉN QUIERO HABLAR AHORA. SINO DE VOS. ¿TENGO UNA OPORTUNIDAD?
- LA TENÍAS EN MONTEVIDEO. SÓLO QUE NO ME ANIMÉ Y LA VIDA NOS SEPARÓ. ¿NO TE IMPORTA QUE TE CRITIQUEN DE QUE TE CONSEGUÍS OTRO CUANDO EL CUERPO DE TU ESPOSO NI SE ENFRIÓ?
- ¿Y A LA GENTE LE IMPORTA QUE QUERÍA MATARME Y QUE JUGÓ CON LA VIDA DE CIENTOS DE PERSONAS? UN BLEDO. ESO ES LO QUE ME IMPORTA.
- CUIDATE DE PABLO. ASÍ COMO ESTOY AHORA NO PUEDO PROTEGERTE.
- ¡PARA ESO ME TIENE A MI MCMILLAN! - DIJO RUBÉN.
- (TRATÁNDO DE INCORPORARSE) ¡SEÑOR!
- DESCANSE OFICIAL. LO FELICITO. CUANDO ESTÉ BIEN DEBEMOS HABLAR SOBRE RONDARLE A MI HIJA.
- ¡PAPÁ! - EXCLAMÓ IRIS.
- ¡ES UNA BROMA HIJA! LA VERDAD AHORA SÍ ESTÁS EN BUENAS MANOS. PERO TUOMAS TIENE RAZÓN. PABLO ANDA SUELTO Y ES PELIGROSO. SI NO ESTÁS CON TUOMAS O CONMIGO NO PODÉS SALIR NI CON LOS NIÑOS NI CON ISABEL SOLA. ESE DEMENTE ES EL DEMONIO.