Camafeo de Verdades

Capitulo 2

Amaris

No puedo evitar casi caer de la silla al escuchar el sonido de una pila de libros golpear la mesa.

Nos encontramos en la habitación de Milo ya que pronto tenemos una prueba escrita de ingles, materia en la que soy bastante buena gracias a que todos los veranos me voy un mes entero a lo de mi abuela, o mejor dicho me mandan un mes entero a lo de mi abuela quien vive a las afueras de Londres en Inglaterra, en realidad no me gusta ir mucho ya que es demasiado lluvioso para mi gusto.

Me acomodo nuevamente en la silla y veo a la culpable de sacarme de mis pensamientos con tal golpe. Mar me mira de forma detenida tratando de descifrar lo que me distrae, aparentemente sin resultados.

— ¿Me vas a decir que te pasa de una buena vez? —cuestiona finalmente.

Puedo notar su preocupación y no la culpo, he estado llegando más tarde que de costumbre los últimos tres días a casi todas las clases, se que vivo en un internado pero bueno me gusta dormir.

Tras recibir el extraño correo, el imaginar si existirá alguna posibilidad de que no haya sido un accidente la muerte de mi padre me ha tenido en Marte, Júpiter y ya de paso Plutón que ni es considerado planeta.

Digo, es una idea bastante bizarra pero no por eso deja de ser una posibilidad. Mi padre murió en un accidente de tránsito bastante extraño si lo pienso: no hay testigos, las cámaras de seguridad de esa zona estaban en mantenimiento, el otro involucrado salió ileso y la policía cerró el caso de forma rápida. Hasta un niño podría notar lo extraño del suceso, pero hasta ahora lo había tomado como coincidencias, como simples coincidencias, ¿aunque tal vez ahora no lo sean?

Aunque por otro lado también está la posibilidad de que el correo sea una broma de alguien con pésimo humor. No sería la primera vez que Jessica “la reina del internado” y su grupito hacen este tipo de bromas, regularmente soy invisible para ellas, pero nunca se sabe.

Mar carraspea recordándome que espera una respuesta mientras Viqui y Milo dejan de escribir y me observan.

Decido coger mi mochila y sacar mi teléfono celular a lo que busco el correo electrónico.

—Milo ¿crees que puedas rastrear esto desde la computadora? —cuestiono mostrando el correo a los presentes. Si descubro quien envió el correo podre saber si tomarlo enserio o si tengo que dejar de darle vueltas al tema. La mejor persona que conozco para averiguar quién lo envió es Milo, después de todo es un sobresaliente en clase de informática, además que le gusta hacerse el hacker.

Los tres ven la pantalla de mi celular de forma detenida analizando la imagen y el texto escrito debajo de ella insinuando que no fue un accidente lo que sucedió en ese lugar.

Tras unos minutos de silencio Mar decide hablar— ¿Crees que alguien asesino a tu padre?—cuestiona frunciendo el seño.

—No lo sé, pero puede ser una posibilidad. Tu misma y Viqui dijeron que el accidente fue extraño y repentino.

—Pero de ahí a asesinato hay un tramo muy grande—habla Viqui restándole importancia al asunto mientras continúa escribiendo.

Viqui puede ser realmente ignorante en los temas que no le llaman la atención.

Miro al rubio esperando su respuesta, el suspira y se dispone a hablar—Esto es una broma pésima, ni siquiera vale la pena investigar.

—Sé que es una locura, pero…

—Pero voy a revisar el correo para que quedes tranquila y me dejes estudiar—dice resignado sabiendo que no tiene opción. Toma mi celular y lo conecta a su computadora entrando a mi casilla de email. Milo sabe muy bien lo insistente que puedo ser cuando me lo propongo, y si eso no funciona siempre esta Mar para convencerlo.

—Apuesto un helado a que el correo lo mando un asesino—propone Viqui despreocupada.

—De chocolate y menta—acepta Milo sin más.

— ¡Milo, Viqui!—reprocha Mar a su amiga y su novio.

— ¡Que! hace falta un poco de emoción, este año está demasiado aburrido. Además tengo ganas de comer helado pero ya me gaste todo mi dinero de la semana… en ¿helado?—responde la pelirroja dejando de escribir y pensando en sus palabras.

Se me escapa una leve risa ante la situación. Viqui siempre se queja de que el internado es aburrido, pero no creo que investigar un asesinato sea lo que haga falta para entretenerse, más si estoy involucrada.

Tras unos minutos Milo se aparta de la computadora con una leve mueca que no logro descifra, parece de enojo, pero no logro distinguir bien. Toma su celular y envía un mensaje para luego volver a centrarse en la computadora.




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