Un poco más tarde esa noche, recibió una llamada que le sorprendió, era Santiago quien se encontraba al teléfono, se preguntó si quizá quería saber acerca de lo sucedido en el hospital. Dudó en contestar, no quería escuchar reclamos de su amigo, pero al final contestó.
-Hola Santiago.
-Hola amigo, ¿Qué tal estas?
-Pues, ¿Qué puedo decir? He renunciado a hacer lo que me gusta, no estoy precisamente saltando de felicidad.
-Sí, ya se. He escuchado la lamentable noticia, lo que no entiendo es el porqué de tan drástica decisión.
-Santiago, es un tema complicado. Puede que tu no lo entiendas, puede que pienses que es una exageración o una decisión tomada de forma precipitada pero no lo es.
Tu y yo tenemos poco de conocernos, pero sé que te has dado cuenta de mi carácter, soy una persona muy tranquila, no soporto los problemas y las discusiones.
Con tu prima eso era algo constante, cada vez que nos veíamos, dentro o fuera del hospital, su comportamiento era grosero y por demás mal educado. Yo soporte todo al principio, sobre todo al enterarme por mi jefe de que ella era una persona complicada de tratar y que había tenido problemas con otros empleados, luego lo soportaba porque ella me gustaba, la admiraba Santiago, si, una actitud masoquista pero así era. El problema es que las cosas han llegado a un punto de no retorno, las discusiones eran cada vez más frecuentes y creo que todos tenemos un límite, me harte Santiago, mi jefe incluso me hizo una advertencia, sabía que yo no era el culpable pero la conocía la suficiente como para saber que cualquier palabra malinterpretada o solo una mirada podrían provocar un caos y yo no puedo vivir así, trate de hacer algo, cambie mis turnos para no verla pero me la encontraba de vez en cuando de todas formas y la situación me estaba estresando.
Soy una persona pacífica y no permito que nada perturbe mi paz, en esta ocasión no podía ser diferente, aunque eso significara alejarme de algo que me gusta hacer y de personas a las que quiero.
-Bueno. –Santiago suspiró, estaba sorprendido. - La verdad te llame con la intención de convencerte para que cambiaras de opinión, pero luego de tu explicación me pongo un poco en tu lugar y creo que yo también querría alejarme de tantos problemas.
-Si. Me iré por un tiempo Santiago, no te diré a donde por el momento, realmente ni yo sé cuál es el plan, pero es algo necesario para mí. No creas que todo esto es solo por la situación con tu prima, no, es también por mí. Desde pequeño he estado muy apegado a mi familia, lo seguiré estando siempre, creo que nunca dejare de ser el pequeño Rob, pero quiero hacer algo por mí mismo, ir a un lugar donde sea solo Robert, sin apellidos y sin clases, un lugar donde pueda hacer lo que me gusta, brindar amor en todas las formas posibles.
*****
Luego de colgar la llamada con Robert, Santiago tomo una decisión. Era hora de arreglar este problema.