Liz estaba nerviosa, daba vueltas por la sala buscando tranquilizarse pero solo lograba enojarse más.
-Ya acoste a la niña, ¿Ahora si me dirás que te pasa? -Dijo Emma entrando al salón.
-¡Dios! Es que no puedo creerlo, cuando las cosas empezaban a marchar bien me sucede esto. -Liz la miraba buscando su apoyo pero Emma estaba igual o peor que antes, ¿Que rayos pasaba?
-Mira, voy a sentarme aquí hasta que te decidas a contarme qué pasa. No entiendo absolutamente nada.
-Es la idiota de Estela, ¡Dios, cuanto la odio!
-¿La doctora que está apoyando a la fundación? ¿Que le sucede?
-¿Qué le sucede? Más bien, ¿Que no le sucede? Tiene toda la atención de Rob, vino con sus aires de mosquita muerta, se vendió como la más buena y esto se está saliendo de control. ¡Rob esta totalmente concentrado en ella! -Esto último lo dijo gritando pero Emma ni se inmutó.
-¿Crees que a Rob le guste en serio o crees que solo se siente atraído por su forma de ser?
-No lo se, yo solo se que está situación me estresa y francamente me esta cansando, la tipa es de lo peor pero el no se da cuenta.
-¿Y eso como lo sabes? Quizá sólo estés haciendo suposiciones porque estás... -Emma fue interrumpida por el grito de Liz.
-¡No te atrevas a decirlo! Por Dios santo, ¿Cómo estaría yo celosa? Nada de eso, es solo que la conozco y lo se. Si yo lo herí, ella lo hará aún más. A diferencia de mi, ella finge ser alguien que no es, yo siempre me mostré tal cual era.
Lo peor de esto Emma es que ahora no solo le presta mucha atención a ella, sino que prácticamente me ignora, no creo que lo haga de forma intencional pero lo hace. Sabes que he tratado de ir poco a poco, con pequeños detalles pero el ya ni siquiera los toma en cuenta.
Y no sabes lo que paso hace 2 días, fui a la fundación como he estado haciendo últimamente, fui a llevarle su café favorito, lleve el mío y unas magdalenas para compartir, pero ella llegó y eclipsó todo. El ni siquiera tomó en cuenta que si habían 2 era para nosotros, para que desayunáramos juntos, se despidió vagamente de mí y se fue junto a ella, le dio MI café y MI magdalena.
Yo por supuesto me fui enojada y el no se dio cuenta, luego me envió un mensaje para preguntarme que si todo estaba bien porque alguien le había comentado que me vio irme enojada, le respondí con un simple "si" y el solo respondió "okey" y no ha vuelto a llamar o escribir.
-Liz, Liz, ¡Liz! -Tuvo que gritarle aún a riesgo de despertar a la niña y pensar en ella fue justo lo que necesitó Liz para detenerse.
-Perdón nena, debo estarte volviendo loca con mis problemas pero no se que hacer. -Dijo algo apesadumbrada.
-Déjalo. -Emma fue determinante.
-¿A que te refieres? ¿Dejarlo? Pero si ni siquiera estamos juntos.
-Sabes a lo que me refiero. No lo busques Liz, deja que ella lo envuelva como la serpiente que es porque cuando ella de su golpe final, el sabrá el error que cometió.
Me dijiste que la conoces y por como hablas de ella obviamente no son amigas y probablemente nunca lo fueron. Quizá ella hace todo esto buscando molestarte y si te estresas como lo haces ahora, le estarás haciendo un regalo. Estarías haciendo justo lo que ella quiere que hagas.
Se que lo quieres Liz y se cuánto has cambiado pero tampoco puedes ablandarte demasiado. Que un poco de la vieja Liz permanezca en ti no es malo. Tú seguridad y tú temple no puede desaparecer.
Se que te dolió lo que te dijo tu familia, soy consciente de cuánto te has esforzado por que su opinión cambie pero tampoco puedes cambiar por completo, no serías tú, debes mejorar, tratar de no lastimar a nadie con tus palabras y tus hechos pero tampoco debes forzarte a ti misma a cambiar por completo. No hagas lo que hace ella, no fijas ser quien no eres. -Emma habló suave pero firme, esperando que Liz entendiera y entonces, ella suspiró y respondió.
-Tienes razón. Lo que menos deseo es parecerme a esa bruja. -Ambas rieron, mientras Liz, por fin, se sentaba.
-¿Y ahora que haremos? Ya resolvimos tu drama. -Dijo Emma divertida.
-Podemos ver una película y relajarnos.
-Claro, iré a hacer palomitas y Liz. -La susodicha la miró.- Créeme, todo caerá por su propio peso.
Con estas últimas palabras, Emma se fue a la cocina y dejó a Liz pensativa pero más tranquila.
*****
Rob por su parte saldría con Estela, era una chica tan dulce y compartían tantos gustos o eso pensaba él. Liz se había alejado, no entendía porque. Aunque a su parecer volvió a ser la misma, pero para su buena suerte había encontrado a una buena amiga, Estela había sabido escucharlo y tratarlo con una dulzura que ninguna otra mujer lo había hecho.
El único conflicto fue cuando le dijo que le gustaba aunque bueno, tampoco es que fuera un gran conflicto, estaba soltero, si, quería a alguien, se podría considerar enamorado de alguien pero no parecía ser correspondido, así que contra todo pronóstico invito a Estela a una cita y se sentía cómodo y feliz con eso, la chica lo había abrazado y le había dado un pequeño beso después de eso, no podía mentir y decir que sintió que el mundo dejó de girar pero debía continuar y ella parecía alguien que valía la pena conocer.