Arrastrándose, aventando sus últimos vestigios de esperanza al viento, dejó que el fatídico día llegara.
Sin fuerzas para detener aquel sentimiento, se detuvo solo para ver cómo su vida finalmente cambiaba.
Ahora estaba en el fondo de aquel abismo, donde la verdad no tiene sentido, y ningún esfuerzo vale la pena.
Ahora estaba siendo cargada por esos fantasmas que conspiraban en conseguir su rendición.
¿Es realmente necesario entenderlo?
¿Sería posible encontrar una salida?
No tiene nada de malo ser un poco piadosa de aquellos que quieren mi perdición.
Su propio camino han perdido, y ahora desean verme caer.
Las creencias decían que un salvador estaba destinado a llegar.
¿Era alguien real? ¿Era el destino realmente?
Ahora soy yo quien me salva, ¿eso estaba destinado?
Era yo quien debía salvarse, a través de mi propia mano, ayudada por mi.
Tontos, ustedes no saben nada de perdición.
Las mentiras alimentan esta conspiración de la que he sido parte.
El fatídico día había llegado, todos estábamos destinados a caer juntos.
Sin embargo, uno de nosotros aún podía salvarse, ¿el destino lo haría de nuevo?
Editado: 21.01.2021