Cambio Radical

Capítulo 13

Salimos de mi oficina tomados de la mano y subimos a mi auto. Llegamos al kínder y de nuevo él estaba ahí.

Suspiré frustrado y Victoria me miró preocupada.

 

Nos acercamos a él que estaba casi discutiendo con Blanca, la hermana de Victoria, quien apenas pudo salió corriendo molesta.

 

Paco: hola hermosa- saludó a Victoria besando su mejilla y a mí simplemente me hizo un gesto al igual que yo- vine a invitarte a comer…

 

Victoria: gracias pero… ya he quedado con Samuel- tomó mi mano.

 

Paco: anda hermosa… puedes quedar otro día con él, hace mucho que no salimos juntos….- le dijo con voz baja.

 

Victoria: lo siento… no puedo- él suspiró molesto.

 

Paco: muy bien… como quieras pero…- su celular comenzó a sonar y sentí que Victoria apretaba mi mano. La miré y estaba algo pálida.

 

Samuel: bonita ¿Estás bien?- susurré cuando él se alejó. Ella asintió y respiró profundo.

 

Paco volvió y Victoria se puso rígida de nuevo.

 

Paco: cariño tendré que irme - sacó un paquete de aluminio dorado de su chaqueta y la cara de Victoria cambió aún más- nos vemos mañana.

 

Se despidió de nosotros y se alejó mientras ponía el caramelo en su boca.

Apenas él se alejó Victoria se aferró a mí.

 

Samuel: ¿Qué tienes mi amor?- pregunté preocupado.

 

Victoria: él… fue quien entró a mi casa- susurró escondiendo su rostro en mi cuello.

 

Samuel: ¿Estás segura?- la alejé un poco y limpié las pequeñas lágrimas que se habían acumulado en sus ojos.

 

Victoria: si…- respiró profundo- cuando escuché ruidos en mi casa… a lo lejos sonó esa canción, la que él lleva de tono de llamada.

 

Samuel: puede ser una coincidencia Victoria…

 

Victoria: no… esos dulces son mis favoritos Samuel… me los envían de Holanda porque es muy difícil conseguirlos en México…- dijo nerviosa

 

Samuel: tranquila bonita… hagamos algo, vamos a tu casa y si tus dulces no están ahí entonces si fue él… así salimos de dudas ¿Ok?

 

Victoria: está bien- la abracé.

 

Blanca llegó con Nicolás en brazos y Victoria lo abrazó apenas lo tuvo cerca.

 

Blanca: ¿Victoria estás bien?- tocó su hombro

 

Victoria: si… sólo algo cansada.

 

Blanca: ve a descansar, yo termino con los niños

 

Victoria: ¿De verdad? Muchas gracias Blanca.

 

Blanca: por nada, pero descansa

 

Samuel: yo me encargo de eso.

 

Nos despedimos de Blanca y fuimos a comer a un restaurante muy bonito, durante toda la comida yo me esforzaba por distraer a Victoria y de vez en cuando hacerla sonreír. Pero el que parece que triunfaba en esa misión era Nicolás ya que con apenas verlo Victoria sonreía.

 

Al terminar de comer y para que Victoria esté tranquila fuimos a su departamento. Ella entró primero y fue directo a la mesa donde había un pequeño recipiente de cristal.

 

Victoria: Samuel… no hay nada- me miró asustada.

 

Entonces ese maldito había entrado, tenía unas inmensas ganas de ir a partirle la cara simplemente por asustar así a mi Victoria. Pero más que nada por la angustia y el miedo que tuvo durante estos días.

 

La abracé fuerte, con cuidado de no aplastar a Nico quien estaba en mis brazos.

 

Samuel: toma tus cosas…- susurré en su oído- nos vamos de aquí.

 

Ella asintió y fue a su habitación para después salir con una pequeña maleta y un bolso de mano.

 

Le entregué a Nico y tomé su equipaje. Subimos al auto y ella estaba temblando.

 

Tomé su mano mientras conducía y eso pareció calmarla.

 

Samuel: ¿Te llevo a mi casa?

 

Victoria: ¿Te molesta?

 

Samuel: claro que no bonita- sonreí.

Llegamos a casa y después de cenar, bañar a Nico y acostarlo bajamos al salón a ver una película.

 

Samuel: Victoria…- susurré mientras acariciaba su cabello que caía por mí pecho- ¿Puedo hacerte una pregunta?

 

Victoria: claro- dijo mientras hacía garabatos con sus dedos sobre mi pecho.

 

Samuel: ¿Sabes porque él entró a tu casa aquella noche?- ella suspiró.

 

Victoria: creo que está obsesionado conmigo- suspiró.

 

Samuel: ¿Por qué? Me dijiste que ya no son nada…

 

Victoria: y es cierto pero… mi historia con él fue… algo complicada- levantó la cabeza y me miró, yo asentí suponiendo que era un tema complicado para ella- casi no hablo con nadie de esto, pero no sé porque tengo la necesidad de contarte a ti- acarició mi mejilla.

 

Samuel: puedes contarme lo que quieras hermosa- se aclaró la garganta antes de hablar.

 

Victoria: él y yo nos conocimos en la preparatoria, poco antes de terminar el curso comenzamos a salir… él era muy atento… el novio ideal. Hasta que en el viaje de fin de curso comenzaron a correr rumores de que yo salía con otro chico y él se transformó totalmente, se volvió posesivo e incluso agresivo y…- pasó saliva- me obligaba a hacer cosas que no quería.

 

Samuel: ¿Cosas como qué?- tomé sus manos.

 

Victoria: empezó por cosas simples como prohibirme salir con mis amigas o incluso con mi familia… me obligó a vivir con él… no le gustaba como me vestía y me hizo cambiar eso, sólo podía utilizar lo que él me autorizaba… incluso cuando llegaba borracho… me obligaba a estar con él.

 

Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro y yo no supe que otra cosa hacer además de abrazarla muy fuerte.

 

El odio que sentía por ese imbécil había aumentado en un instante. Quería romperle la cara de tal manera que ni su madre lo reconociera. Pero sabía que eso de nada serviría ahora.



#4424 en Novela romántica

En el texto hay: familia, amor, padre

Editado: 06.07.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.